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martes, 25 de agosto de 2020

EL LIBERTADOR DON JOSÉ DE SAN MARTIN (3 de 8).

EL LIBERTADOR DON JOSÉ DE SAN MARTIN (3 de 8)
HERBERT ORE BELSUZARRI

Es interesante analizar otro aspecto de la relación de don José de San Martín con el Brigadier General don Juan Manuel de Rosas, el Restaurador de las Leyes, quien gobernó en forma autoritaria desde Buenos Aires durante casi tres décadas a la incipiente nación argentina. 

En 1845, durante el bloqueo que Francia e Inglaterra realizaron a la Argentina, Rosas recibió el apoyo incondicional del Libertador y como símbolo de ello San Martín le regaló su propio sable. Rosas, que al pelearse con su padre decide cambiar su apellido original, Ortiz de Rozas, tenía una relación de parentesco familiar con aquel general americano que fue asesinado en presencia de un joven capitán por las turbas enfurecidas en las calles de Cádiz por un simple acto de desenfreno e ignorancia. 

En la Logia Integridad Nº 7 tuvo fraternal vinculación con Alejandro Aguado, amistad que tendría proyecciones insospechadas en el porvenir lejano de la vida de San Martín. Era Aguado natural de Sevilla y siete años menor que San Martín, revistaba como cadete en su regimiento y luego habría de ser su mejor e íntimo amigo. El joven Aguado había abrazado la carrera de las armas por vocación, ya que la fortuna de sus padres lo tenían a cubierto de necesidades e ingresó en el ejército del rey en 1799. 

Aguado, joven, rico, alegre, contrastaba con San Martín, reservado y serio. Coincidían sin embargo en varios aspectos: honradez de intenciones, bizarría, rectitud y limpieza en sus conductas. San Martín debió ser el maestro de Aguado en el campo de batalla. 

Tan íntima y fraterna fue esa amistad, que Aguado fue uno de los muy pocos que San Martín tuteaba. Luego, cada uno marcha a su destino, San Martín, el de libertador de medio continente; Aguado, ostentando el título de Marqués de las Marismas y acaudalado banquero; más el destino los lleva a reunirse casi en el ocaso de sus vidas en Francia. 

Allí San Martín, con la ayuda de su amigo Aguado, adquirió en propiedad un palacete cerca del castillo de Aguado en el Bourg y aquí ocurren hechos clave en esta exposición, ambos en su carácter de masones concurren a las tenidas de la logia de Ivri, donde están las firmas de ambos como integrantes de las tenidas masónicas de la que era Venerable Maestro el doctor Rayer, médico particular de Aguado y después Presidente de la Sociedad de Biología. Aguado, que tan particular devoción sentía por San Martín, lo nombra en su testamento albacea y tutor de sus hijos menores. 

San Martín, en cumplimiento de esas funciones, tuvo que traer los restos de Aguado, fallecido en su viaje a España, organizar solemnes funerales para el difunto en la iglesia de Notre Dame de Lorette y erigir suntuoso mausoleo sobre una elevación del cementerio de Peré Lachaise, donde mandó a grabar el sIguiente epitafio: "No busquéis entre los muertos al que vive". 

Pero volvamos al derrotero masónico seguido por San Martín y regresemos para referirnos a la segunda logia en que le tocó actuar. San Martín no pudo ser ajeno al llamado emancipador de las colonias americanas radicadas en España, que se agrupaban en la logia Caballeros Racionales Nº 3 de Cádiz, que tenía el privilegio de reunir en su seno muchas personalidades de la emancipación americana.

A esa logia se incorpora a mediados de 1808, está logia se había formado sobre los restos de la creada por el peruano inmortal, don Pablo de Olavide, el primero en concebir el ideal de la emancipación americana. Esta logia como nos enseña el General peruano Rivadeneira, miembro de la misma, fue creada en Madrid y ante el avance de los franceses pasa a Sevilla y luego a Cádiz, donde contó con sesenta y tres miembros, que se distinguieron por sus talentos y por su acendrado patriotismo, por su interés por la independencia, de distinguidas y señaladas virtudes patrióticas en cada uno de ellos. Nombres ilustres como los colombianos Mérida, Tobar, Carcedo y Castillo; los mejicanos Pérez Toledo y Obregón; los guatemaltecos Suárez, Pinedo y Juanos, etc. 

El General Rivadeneira, refiriéndose a San Martín, con quién se encontró en 1821, en el cuartel general de Huaura dice: "Me estrechó en sus brazos y recordó nuestra antigua amistad, nuestros trabajos en la sociedad de Cádiz para que se hiciese la América independiente". San Martín, que mucho apreciaba los servicios y sacrificios del General Rivadeneira, su antiguo cófrade de Caballeros Racionales Nº 3, lo nombró General de Brigada y designó como Gobernador del Callao. 

La Logia Caballeros Racionales contó con similares en Madrid, Sevilla, Cádiz, Bogotá, Caracas, Filadelfia, México, Buenos Aires, Uruguay, Londres, etc. Tres argentinos presidieron la logia Caballeros Racionales Nº 3 de Cádiz, José Moldes hasta 1808, Carlos María de Alvear hasta 1811 y luego el sacerdote Ramón Anchoris. A ella se refiere San Martín en carta al Presidente del Perú, Mariscal Ramón Castilla, escrita en Boulogne Sur Mer en el año 1848: «En una reunión de americanos en Cádiz, sabedores de los movimientos acaecidos en Caracas, Buenos Aires, etc. resolvimos regresar cada uno a nuestro país a fin de prestarles nuestros servicios en la lucha que calculábamos se había de entablar".

También se refiere a ella el general Zapiola en el cuestionario que le envía el general Mitre con relación a la actividad masónica de esta logia, donde le contesta en la parte final, enviándole una lista de los individuos que forman la Logia Caballeros Racionales Nº 3. 

En idéntico sentido, con relación a la existencia de esta logia se refieren hermanos que fueron actores, por integrar los cuadros lógicos, como Moldes y Guruchaga, Rivadaneira y Alvear, en sus cartas enviadas a Mérida en Caracas 

Resuelto San Martín, al igual que otros patriotas, a dirigirse a Buenos Aires, donde había estallado el grito de la emancipación, debe dirigirse como camino obligado, primero a Londres. Para ello, San Martín obtuvo la ayuda de uno de los jefes del ejército inglés, Sir Charles Stuart, quien le consiguió un pasaporte y cartas de recomendación para Lord Mac Duff, más tarde Conde de Fife y que había pertenecido a la Logia creada en Londres por el insigne precursor Francisco de Miranda. Esto tiene una doble importancia probatoria. 

Por otro lado Gerard, bibliotecario de Boulogne Sur Mer, amigo de San Martín, que tuvo estos datos del propio Libertador, la publicó en una nota necrológica cuando éste fallece en Agosto de 1850. La referencia alude al Conde de Fife, pues cuando San Martín abandona América después de su gesta libertadora y hace una estadía en Inglaterra, pasó una temporada en el castillo de su amigo y hermano el Conde Fife, en la localidad de Branff, Escocia, donde San Martín visitó, en compañía de su hermano, las logias San Andrés Nº 52 y San Juan, operativa Nº 92, donde están rubricadas ambas firmas. Estas logias pertenecían a la jurisdicción de la Gran Logia de Escocia, en la que su amigo, el Conde de Fife, era Gran Maestre de la Gran Logia Provincial de Granffshire hasta el año 1848. Volviendo al viaje de San Martín a Londres, cabe destacar que allí fue recibido por sus hermanos que ya se habían instalado, ubicándose San Martín como invitado en la casa de Carlos M. de Alvear. 

Allí en Londres estuvo San Martín cuatro meses fundando con sus hermanos la logia Caballeros Racionales Nº 7, cuyo primer Venerable Maestro fue don Carlos de Alvear, siendo sus integrantes, además de San Martín, Zapiola, Holmberg, Mier, Villa Urrutia, Chilabert, al que se agregaron Manuel Moreno, hermano del Tribuno de Mayo Mariano Moreno y los venezolanos Luis López Mendes, Andrés Bello y el Marqués del Apartado. 

En la logia de Londres, expresa el General Zapiola, fue San Martín, al igual que él, ascendido al quinto grado, afirmación que sostiene en la contestación de las preguntas que le formula el general Mitre y en cuya respuesta agregara además la nómina de los integrantes de la logia Caballeros Racionales Nº 7 de Londres, que hemos destacado. 

Se tiene probado, por cartas de Carlos de Alvear del 20 de octubre de 1811, dirigida al patriota venezolano Rafael Mérida, Venerable Maestro de la logia de Caracas, Venezuela, de las actividades de los hermanos de la Logia Caballeros Racionales Nº 7 de Londres, al igual que la nómina de sus componentes, ya que estas cartas se encuentran depositadas en el archivo Álvaro de Bazán de la Armada Española y que fueron dadas a conocer por el historiador español contralmirante Julio Guillén. 

Las referidas cartas, así como otros documentos, habían sido confiados a Juan Brown, sobrecargo del bergantín inglés La Rosa, que fuera apresado por un corsario español el 3 de enero de 1812, por cuya causa tomó intervención la inquisición y por los conductos referidos llegó a nuestros días. 

Por la intervención del importante masón Lord Marduff, Conde de Fife, logró que se armara la fragata Jorge Canning en enero de 1812, llevando su carga de hermanos masones que concurrían a sentar plaza en el ejército de la revolución de esta parte del continente. En ella venían estos militares de carrera: Teniente Coronel de Caballería José Francisco de San Martín, Alférez de Carabineros Carlos María de Alvear Balvastro, Capitán de Caballería Francisco de Vera, Alférez de Navío Martín Zapiola, Capitán de Milicias Francisco Chilavert, Subteniente de Infantería Antonio Arellano y el Teniente de las Guardias Walonas, Barón de Holmberg. Ya en Buenos Aires, puestos en contacto con el Venerable Maestro Julián Álvarez de la Logia Independencia, la primera actividad masónica de San Martín fue formar un triángulo conjuntamente con Alvear y Zapiola y ya para junio de 1812 el triángulo había afiliado a Guido, Murguiando, Zufriategui, Malter, Anchoris, Monteagudo, más la casi totalidad del pasaje de la fragata George Canning, y que se denominó según las últimas investigaciones, Caballeros Racionales Nº 8 y no Lautaro, denominación que recibiría recién en 1815, con motivo de la reorganización que inspira San Martín. Su lema fue: Unión, Fuerza y Virtud. Se requería ser americano y juramentarse a luchar por la independencia, según el archivo que en Montevideo llevó el señor Julián Álvarez, Venerable Maestro de la Logia Independencia y que diera sus mejores hombres a la logia Caballeros Racionales Nº 8. Además, como expresión de su fe democrática, estos hermanos juramentados expresaban que no reconocerían por gobierno legítimo de las Américas, sino aquel que fuese voluntad de los pueblos y de trabajar por la fundación del sistema republicano. La logia, a pesar del reducido número de sus miembros, asumió de inmediato un papel preponderante, convirtiéndose en el centro motor de los más importantes acontecimientos históricos que permitieron que el barco de la revolución retomara su rumbo inicial. 

Así vemos que sus integrantes, encabezados por San Martín y Alvear, Venerable Maestro de la logia, al comprobar la falta de representatividad y eficacia del primer Triunvirato Argentino, congregaron las tropas frente al Cabildo, aquel ocho de octubre de 1812, para exigir un cambio del poder ejecutivo. Es así como surge el Segundo Triunvirato, integrado por Juan José Paso, Rodríguez Peña y Álvarez Jonte, todos ellos hermanos de la orden, cuyo primer y más trascendente acto de gobierno fue convocar a la Asamblea del año 1813, Asamblea de la Patria Naciente, formadora de la leyes de la libertad civil, pero que no llegó a declarar la independencia y dar una constitución. San Martín y Alvear fueron por mucho tiempo los árbitros de la logia y ésta de los destinos de la Patria. De los 55 miembros de la logia, 3 pertenecían al Poder Ejecutivo, 28 de sus miembros eran representantes en la Asamblea General Constituyente, 13 eran partidarios de San Martín y 24 de Alvear. Su objeto declarado era trabajar con sistema y plan en la independencia de la América y su felicidad, obrando con honor y procediendo con justicia. Según su constitución, cuando alguno de los hermanos fuera elegido para el Superior Gobierno de Estado, no podía tomar resoluciones graves sin consultar a la logia, no podía nombrar por sí enviados diplomáticos, generales en jefe, gobernadores de provincia y jueces, funcionarios eclesiásticos ni jefes de cuerpos militares, ni castigar con su sola autoridad a ningún hermano. Era ley en todos los conflictos el sostener a riesgo de su vida las decisiones de la logia. Una sorda lucha entablada por las ambiciones de Alvear, en el transcurso de 1815, lleva a la logias un estado de disolución, pero San Martín, mientras preparaba su campaña libertadora, propugnó la reorganización de la logia, que se llamó Lautaro, no como expresión de homenaje al héroe de la obra de Ercilla, sino como expresión masónica que significa expedición a Chile. 

En este contexto es menester anotar como se vinculó San Martín con los masones peruanos. Por los años de 1817, los hermanos masones trabajaban en forma clandestina en Lima, en la denominada “Logia de Lima” cuyo V:.M:. Don José de la Riva Agüero, logró comunicarse con los hermanos de una nueva logia, y el 26 de Junio de 1817, acuerdan la unión, bajo la denominación de: “Paz y Perfecta Unión”, cuyos miembros fundadores de esta primigenia logia son los hermanos: José de la Riva Agüero, Márquez de Goyoneche, Márquez de San Miguel, José de Torre Tagle, Vizconde de San Donal Beringoaga, José Baquijano y Carrillo Conde de Vista Florida, José Matías Vásquez de Acuña Conde de la Vega del Ren. 

Los historiadores y articulistas que no son masones, no comprenden los vínculos entre los hermanos, pero la información que proporcionan sirven para confirmar diversos aspectos, así Jorge Paredes Laos en el diario “El Comercio” comenta que: Los nombres de Bernardo O’Higgins y José de Torre Tagle estuvieron unidos desde jóvenes. Siguiendo la tradición de la élite chilena, O’Higgins, como hijo natural del virrey del Perú, don Ambrosio O’Higgins, fue enviado a estudiar a Lima, al prestigioso Convictorio de San Carlos. Allí conoció a Torre Tagle y ambos fueron nutridos con las ideas libertarias de Faustino Sánchez Carrión y de José Baquíjano y Carrillo. Mientras O’Higgins partió a Londres, Torre Tagle se vinculó con la corona española, fue designado IV Marqués, y en 1819, como funcionario real, fue nombrado intendente de Trujillo. 

Por eso, cuando San Martín le preguntó a O’Higgins por un aliado en el Perú, este no dudó en dar el nombre de Torre Tagle. En un gesto de agradecimiento, el marqués declaró desde Trujillo, la independencia del norte peruano, y se pasó al bando patriota. La fecha: 29 de diciembre de 1820. 

Como podemos apreciar tanto Bernardo O´Higgins, Torre Tagle, Faustino Sánchez Carrión y José Baquíjano y Carrillo eran masones y el Convictorio de San Carlos, en la época en que fue fundado el “Real Convictorio de San Carlos”, se caracterizaba por tener una intensa proliferación de ideas liberales y revolucionarias de Europa, agrupadas en el movimiento ideológico conocido como La Ilustración. La influencia de estas ideas llega al Perú influyendo en el desarrollo de esta institución. Así, el Real Convictorio de San Carlos se convirtió en el semillero donde se formaron los hombres que más tarde lucharon por nuestra independencia. Contribuye a este hecho la presencia del Sacerdote Toribio Rodríguez de Mendoza, sacerdote desprejuiciado y tolerante, natural de Chachapoyas, que reformó el plan educativo e inculcó en sus alumnos nuevos conceptos científicos y filosóficos. Los requisitos necesarios para entrar en él se hacían en función de eliminar a "los que no tuviesen limpieza de Sangre, buena crianza y costumbre", además de estar en la obligación de saber latín.

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