Seres de buena y de mala sombra
KRUMM HELLER.
Cuántas
veces se escucha a una persona que dice: Fulano me ha echado la sal, me ha
servido de mala sombra. Como también otros dicen: Desde que estoy con Fulano
mis asuntos van mejorando, me ha servido de mascota. Muchos de mis lectores
conocerán la comedia española que lleva por título “La Mascota”.
Es una
superstición, dice la gente ; pero estudiémoslo.
Es seguro
que cuando dos seres se encuentran sin querer se establece siempre contacto.
Entre los seres humanos hay cierta relación invisible de atracción y rechazo
que no depende de la voluntad ni es consciente.
Es verdad
que para comunicarnos con nuestros semejantes nos valemos de la mirada, de los
gestos y, sobre todo, de la palabra; y hasta ahora los psicólogos generalmente
habían creído que de estos tres vehículos dependía todo.
Hay
impresiones inexplicables que recibimos de las personas que encontramos, que
nos dejan huellas indelebles aunque no hayamos tenido ocasión de hablar con
ellas.
Existe una
especie de comunicación de carácter muy raro que se transmite de uno a otro,
sobre todo con la primera impresión, que, por otro lado por medio de la mirada,
gesto o palabra, puede ser desvirtuada aparentemente, pero nunca de una manera
definitiva.
Es
indiscutible, hay personas con las que no congeniamos, cuya presencia nos irrita;
a otras personas nos dan ganas de acariciarlas.
Hoy sabemos
que la mirada, gesto y la palabra son de efecto secundario; lo primordial, lo
más efectivo es ese intercambio de ondulaciones radiantes que aunque no son
ondulaciones luminosas visibles ni sonoras, sino olorosas, actúan como una
compenetración mutua de esa materia sutil que nos envuelve.
Los poetas
han abusado de la frase, la voz del silencio. La verdadera voz del silencio se
percibe cuando se está con otra persona y que actúa, ya para atraérnosla o para
rechazarla.
Las
palabras pueden después confirmar nuestro aserto, pero rara vez dar el impulso.
Vivimos
dotados de una especie de órganos invisibles que no están hechos de materia
común, no hieren nuestra retina, pero se sienten con los ojos del alma.
A todo el
mundo le sucede que estando en una pieza obscura se descubre si hay en ella
otra persona, aunque no la veamos ni la toquemos.
No es
verdad que sólo haya personas sensitivas, que tienen la facultad de sentir a
los demás;; no, estas emanaciones las siente todo el mundo.
Es inútil
que aparentemos ser indiferentes, nadie nos es indiferente en absoluto, sino
que todos nos dejan alguna impresión. En otras palabras, nuestras emanaciones
son siempre heridas por las emanaciones de los demás; ya sea en un sentido o en
otro.
El porvenir
de la Osmoterapia no está solamente en el terreno médico, sino en el terreno
social.
Tenemos
personas que nacen con cierta simpatía, tienen un olor personal, en su
presencia nos sentimos bien, basta que estemos con ellas para que nos animen en
la conversación. En su presencia nos sentimos hasta más sanos; parece que nos
carguen con sus efluvios personales. A estas personas les salen siempre bien
sus asuntos; si son médicos, tienen una buena clientela; si abogados, lo logran
todo con éxito; sí son comerciantes disfrutan del favor del público; etc.
Personas así parece que nos benefician con sus emanaciones, parece que bebemos
sus efluvios. A veces no nos explicamos cómo un hombre de tortura, buen mozo,
se haya casado con una mujer más o menos fea; pero el hecho es que en su
matrimonio todo va bien; son felices. Se explica este hecho por haberse
encontrado dos emanaciones armonizantes.
Hoy sabemos
que por medio de un perfume preparado por un buen osmoterapeuta, un perfumista
hábil y experimentado que proporcione el perfume personal adecuado a una
persona,ésta puede modificar sus emanaciones en un sentido favorable, lo
llamarán en toda la actividad que emprenda “persona de confianza”.
A veces queremos
engañarnos a nosotros mismos, a la fuerza queremos permanecer indiferentes,
pero hay personas que una vez las hemos tratado nos preocupan ; vuelven y
vuelven a aparecer en nuestra imaginación. Tenemos que tomar forzosamente un
partido en pro o en contra.
Curioso es
en el terreno patológico. Pueden reírse de esto los psiquíatras que lean estas
ideas por vez primera; yo les recomiendo que lean este tratado con toda atención.
Hay esquizofrénicos, paranóicos y enfermos de demencia precoz que comen y
duermen perfectamente y un examen clínico no ha encontrado ninguna lesión y,
sin embargo, sobre todo los últimos, son incurables porque sus emanaciones
están perturbadas. Estos enfermos no tienen la facultad de atracción, sino que
repelen siempre, excepto con algunos que los tratan (médicos, enfermeros).
Recuerdo el caso de un doctor de un manicomio que se volvió demente, y no tiene
otra explicación que la de que se contaminó la locura de sus pacientes.
Precisamente este caso me animó para experimentar en manicomios, cosa que hice
con excelentes resultados.
Invito a
todos los médicos para que desvistiéndose de toda clase de prejuicios,
experimenten mis sistemas osmoterápicos con la seguridad de que muchos
trastornos mentales considerados incurables hasta el presente, dejarán pronto
de serlo merced de los sutiles y penetrantes perfumes curativos que actúan
sobre el sistema nervioso central.
Pero del mismo modo
que a cada planeta corresponde un metal determinado, de igual manera
corresponde también un árbol especial.
Képler ha escrito una
obra cuyos apuntes he debido tomar de manuscritos antiguos, pues concuerdan con
los que posee nuestra Fraternidad, en al que figura cada uno de los planetas
representado por un árbol.
De este modo,
Mercurio está representado por el Olmo en el que se han encontrado cantidades,
aunque pequeñas, de azogue. Venus, por el Abedul, que contiene mucho sílice. El
Sol, por el Fresno, donde los químicos expertos han encontrado el oro. Marte,
por el Roble, que contiene grandes porciones de hierro. Júpiter por el Arce o
Plátano Falso donde se encuentra el zinc. Saturno, por el Pino o el Ciprés,
donde hay plomo y la Luna, por el Cerezo, donde existe vestigios de plata.
Todas estas Plantas,
se consideran sagradas y corresponden, en Medicina Oculta, a los distintos
órganos de nuestro cuerpo que están relacionados con los signos zodiacales. Por
eso en la Iglesia Gnóstica, invitamos a los fieles a tomar de estas Plantas
sobre las manos, según el día en que se celebra. Tan sólo cuando no pueden
encontrarse estos árboles, se utilizan ramas de Acacia [2] que es el árbol que
brota en todas partes y es de todas las épocas.
TOMADO DE: INCIENSO Y OSMOTERAPIA
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