La Orden Hermética del Alba Dorada
Jaime Marquez
Una de las sociedades secretas más misteriosas y de mayor renombre entre los estudiosos de lo oculto es la Golden Dawn, o la Orden Hermética del Alba Dorada, fundada en 1888 por dos entusiastas investigadores del ocultismo y miembros de la masonería inglesa: Robert William Woodman y Samuel Liddel McGregor. Su finalidad era la de crear una asociación donde se instruyese a sus miembros en los conocimientos prohibidos de Hermes, lo cual resultó todo un éxito, atrayendo a sus filas a personas de todo tipo, incluidas celebridades como el escritor Abraham Stoker (autor de Drácula) o William Buttler Yeats y a Aleister Crowley, quien sería apodado más tarde como “el hombre más malvado de la Tierra”, aunque este título nunca le hizo justicia.
La Golden Dawn también se proponía establecer una serie de rituales mágicos para ampliar los horizontes espirituales de los mortales, así como hacerles trascender más allá de sus sentidos. Una de las primeras guías de la asociación fue la Kabbala Denudata, escrita por Christian Knorr Von Rosenroth, y cuya gran aceptación por parte del gran público fue todo un éxito tanto para el escritor como para la Golden Dawn, que prometía conocimientos ocultos a todo el que estuviese dispuesto a unirse a la Orden. El ideal era que todo ser humano podría alcanzar planos superiores de conciencia mediante los rituales mágicos y los conocimientos ocultos, y que el derecho de saber no debía ser exclusivo de las élites, aunque no cumplieron del todo estos preceptos.
Los conocimientos que ofrecía la Orden provenían de muy diversas fuentes, e incluían textos de alquimistas, rituales y creencias egipcias, ideas del cristianismo místico, filosofía en general, astrología y compendios de rituales mágicos (como el de Abramelín, del que Crowley sacó sus rituales de invocación) y de adivinación. Se dice que incluso tuvieron acceso al misterioso y egipcio Libro de Thot, una de las obras más polémicas y escurridizas de la historia.
Una de las formas que sus fundadores tenían de examinar a sus nuevos discípulos en esta sociedad jerarquizada, era hacerse pasar por iniciados de un grado inferior para poder conocerlos de cerca, mientras que aludían a unas entidades superiores (e inalcanzables) a las que consultaban y obedecían, aunque en realidad eran ellos mismos. En el año 1892 llegó un cambio del sistema jerárquico, cuando la orden incluyó nuevos rituales para los iniciados de primer y segundo orden, mientras que los de tercer orden pasarían a llamarse RR et AC, por las siglas de Rosae Rubae y Aurea Crucis (Rosa Roja y Cruz de Oro).
Templos de la Orden Hermética del Alba Dorada se abrieron en Londres, en Bradford, en Edimburgo y París, todos ellos dedicados a las deidades egipcias (Isis, Horus, Amón-Ra, etc), pero tan pronto como llegó su esplendor lo hizo también su decadencia. A principios del siglo XX, las divisiones entre los distintos templos y sus respectivos líderes ya había provocado un importante cisma en la orden y en el año 1903 nació la Stella Matutina en el Templo de Amón-Ra, y poco después surgirían la Astrum Argentum y el Templo de la Luz Interna.
Hoy en día aun existen numerosos grupos que reivindican proceder directamente de la tradición fundadora, aunque también hay quienes se atribuyen pertenecer a la Orden por el prestigio o la fama que ello conlleva. Lo cierto es que, como en el caso de muchas sociedades secretas, no podemos estar seguros de nada.
https://sobreleyendas.com/2013/04/01/la-orden-hermetica-del-alba-dorada/
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