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sábado, 22 de marzo de 2014

El Porqué Del Éxito y El Fracaso

El Porqué Del Éxito y El Fracaso
Un Punto De Vista Místico

CARNAP

Todo aquel iniciado en alguna Orden Fraternal que ingresa al conocimiento Místico y Filosófico, debe ser un H:. equilibrado que este o haya cubierto la Col:. del signo de la balanza o para ser más preciso la Col:. del signo de Libra. Una de las metas perseguidas por el H:. místico, es el ser Creador de su destino, acorde con su capacidad y no esclavo del mismo. Pocos son los que alcanzan este objetivo…. ¿Por qué?.... con el presente Tra:. Trataremos de analizar alguna de las causas más importantes.



En todos los sistemas de estudio místico, si ellos son auténticos y buscan el progreso del H:., el desarrollo de su consciencia, un sincero bienestar, etc. Tienen un sustento fundamental: LA FE implícita, pero real y firme en la LEY O EL SISTEMA y el ORDEN que rigen el todo, en el cósmico – incluyendo el universo físico que es parte del mismo – esto es así para todo tipo de manifestación, causa, efecto o resultado, sean estos físicos, mentales, psíquicos o espirituales.

LEY O SISTEMA: – en el sentido de aquí – es una regla obligatoria y necesaria, una condición derivada de la naturaleza de las cosas o circunstancias. La verdadera Ley o Sistema, es constante, invariable y forzosa, por que no se origina en la voluntad del hombre, por lo tanto, éste no la crea, no puede alterarla, evadirla ni suprimirla.

ORDEN: implica una disposición metódica de las cosas, regularmente clasificadas; en todos los contrarios o confusión o caos – del griego Khaos, abertura – que implica desorden.

La FE del místico, es la LEY o el sistema y el ORDEN, implica comprensión y certeza, se REQUIERE CERTEZA ABSOLUTA, que deriva del conocimiento Y COMPRENSIÓN DE LAS Leyes Naturales o Divinas creadas por Dios. En esto se diferencia de la fe religiosa, pues en la religión, la fe implica la creencia, aún cuando el hombre no comprenda aquello en lo que esta creyendo.

Dios o el Cósmico o como se le desee llamar, es Orden, se rige por las Leyes y en consecuencia el místico al conocerlas, sabe que en virtud de ellas las mismas causas o las mismas acciones aplican el principio adecuado, realiza la acción correcta y se produce el resultado querido, la manifestación no falla.

Es fundamental comprender que toda manifestación física tiene una contraparte o aspecto psíquico y un aspecto espiritual, estos últimos no son físicamente perceptibles y por ello en la mayoría de las cosas se desconocen, pero, la circunstancia de que los ignoremos no les quita existencia ni actualidad, simplemente les quita realización para nosotros. ¿Rige el mismo principio para las manifestaciones psíquicas y espirituales? ¿Tienen ellas su contraparte física? … Este aspecto lo dejamos en suspenso, para la meditación del H:. por que nos apartaría del objetivo del presente Tra:.

Es factible la obtención de grandes logros o éxitos materiales – ejemplo, económico – con un total desconocimiento o ignorancia de las leyes psíquicas y espirituales. Esto ocurre por que las últimas citadas pueden estar aplicándose en forma inconsciente en el caso. También es posible que simplemente no sean visibles en ese momento.

El poder del místico, reside en su CONOCIMIENTO integral de las leyes divinas o naturales, lo que le permite asegurarse el ÉXITO en obtener el resultado o manifestación deseada, mediante un accionar también integral, aplicando no solamente las leyes físicas, sino también las psíquicas y espirituales correspondientes.

Pero EL FRACASO en el H:. estudiante de misticismo es habitual especialmente cuando desea un resultado de tipo material ¿Por qué? Hay varias causas y podemos señalar aquí las siguientes:

En algunos casos, el H:. estudiante de misticismo no ha llegado aun a la comprensión y aplicación integral de las leyes. Esto ocurre independientemente de los años de estudios, aplicación de las teorías estudiadas que tenga, además del grado. Puede haberlo logrado en un aspecto y faltarle otros. Consecuentemente su vida no se desarrolla místicamente, es decir integrando en todo accionar los aspectos físicos, psíquicos y espirituales. El H:. que desea aplicar un procedimiento místico para un objetivo determinado, es por que ya falló físicamente, el ego, intenta allí aplicar el conocimiento que es exclusivo (psíquico, mental o espiritual) y no respeta ni aplica las leyes que rigen el aspecto material, minimizando la importancia de estas últimas, cometiendo así un grave error.

Otra causa de fracaso es la carencia o falta de una verdadera confianza en las leyes. Esta confianza debe siempre ser derivada de su conocimiento, comprensión y prueba. Cuando se aplica un principio, una ley, etc. Y el resultado o manifestación no se produce o no es el esperado, aparece en el H:. estudiante la duda. Podemos ser conscientes de la duda, pero que puede quedar en el subconsciente del H:. y entonces pasa desapercibida – pero está -. Cuando se aplica en otra oportunidad el mismo u otro principio o ley, inconscientemente, esta “duda” trabaja en contra del fin perseguido y por ende el fracaso no tarda en manifestarse, por la certeza o la fe interior del fracaso y no del éxito, ello independientemente de que objetivamente se manifieste certeza de éxito o de derrota. En este caso está en actuar objetivamente en un sentido y psíquicamente en otro opuesto. Para conseguir el éxito, el H:. deberá seguir los principios de la “Alquimia Espiritual” polarizando sus pensamientos. Muchas veces para el H:. estudiante poder determinar en principio la causa de fracaso y es únicamente él quien puede hacerlo. En esta etapa se recomienda como primera medida el evitar todo sentimiento de inferioridad, de fracaso o de menosprecio hacia sí mismo y que mantenga una actitud tranquila reflexiva; luego debe analizar los pasos dados hasta allí, en la parte psíquica, mental, espiritual y material. Si hay dudas, si no podemos a ciencia cierta como habíamos hecho las cosas, debemos aplicar atentamente de nuevo cada paso (leyes y principios). Si la aplicación fue correcta y el resultado no es el deseado, seguramente o nos falló contemplar algún aspecto o, en alguno o más de ellos se eligió un accionar, ley o principio equivocado; en este caso hay que analizarlo a consciencia y probar otros que resulten adecuados a la necesidad.

Los estado de decepción, rebeldía y otros parecidos, deben ser manifestación (por ejemplo la energía eléctrica se transforma en luz, calor, etc.).

Existen varios órdenes de existencia, no sólo existimos físicamente, sino también psíquica y espiritualmente, también tenemos aspectos que proyectan su efecto en los otros. El Cósmico es “UNO” o es la llamada “UNIDAD” y todo lo que existe es parte de Él; el misticismo es el camino para conocer y emprender este hecho, pero no basta con un mero conocimiento intelectual, debemos lograr la CONCIENCIA DE UNIDAD.

Es la creencia del H:. de ser algo separado u opuesto al resto del Universo a pesar que nos consideramos un microcosmos, lo que impide muchos de sus logros, y sobre todo le impide alcanzar la Consciencia Cósmica.

TODO PENSAMIENTO es un “HECHO INTERIOR”, cuya influencia afecta fundamentalmente “LA ACCIÓN” aunque no lo haga en el momento.

Cada uno tenemos nuestro propio Universo del cual somos el centro y por ende el punto inicial de cualquier cambio o manifestación en el mismo (recordemos una de nuestras herramientas de un grado simbólico: el punto y el círculo). Esto significa que si queremos aplicar nuestro “Poder” para lograr un resultado, primero debemos introducir como ya lo dije anteriormente: LA ALQUIMIA ESPIRITUAL, que trae consigo mediante la LEY DE ATRACCIÓN, EL CAMBIO, (TODO LO QUE PIENSAS SE ATRAE) en nosotros. De igual forma la “Armonización Cósmica” no puede realizarse en “El Todo” o con el Universo, es una forma independiente de nuestra relación con nuestro propio universo, con nuestro microcosmos; el cambio adecuado es lograr armonizarnos primero con nosotros mismos, de allí, extendemos a nuestros alrededores contiguos, aquellos que nos rodea: familia, trabajo, amigos, HH:. Logia, y todo con lo que diariamente estamos en contacto. Si olvidamos esto creamos un abismo insalvable que nos impide el avance conduciéndonos al fracaso.


Cómo epílogos, podemos decir en términos generales, que: El hombre es el único autor de sus éxitos y de sus fracasos; también nuestro microcosmos, nuestro medio ambiente, es fruto de nuestra creación o cuando menos de nuestra elección.

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