Música -
Ritmo - Armonía y Salud
La
Música Produce Armonía En Todas Las Partes
Del
Cuerpo Así Como En El Ambiente
Cortesía:
CARLOS NAPOLEON DEL CARPIO
Últimamente
se han hecho muchos descubrimientos relacionados con la importancia de la Luz
para restablecer la salud normal del cuerpo humano, y todo lo que hoy se sabe
al respecto es elemental en comparación con las bastas posibilidades que
aguardan todavía una experimentación práctica. Pero en el campo de la música
una de las siete artes de la Francmasonería se encuentra también posibilidades
semejantes, que pueden introducirse en nuestra vida diaria, de una manera más
interesante, y que puede analizarse y aplicarse con más facilidad.
Los antiguos sabían mucho acerca de los efectos de la música en el
organismo humano. Hace varios siglos se creía que los antiguos pensaban que el
efecto de la música era mental, o por decirlo así emocional; pero muchos descubrimientos
científicos recientes han revelado que los antiguos comprendían verdaderamente
los efectos psíquicos o espirituales de la música, lo mismo que los
emocionales, y esta es la causa de que la música se hubiera empleado en los
rituales religiosos y espirituales de casi todos los cultos de la antigüedad.
Las investigaciones recientes comenzaron por analizar los efectos
psicológicos de la música, de allí pasaron al estudio de los efectos
fisiológicos y aquí se encontró todo un mundo nuevo de posibilidades. Quedó
claramente comprobado, a satisfacción de todos los investigadores, que los
místicos de antaño emplearon el sonido, especialmente en su relación con el
ritmo, para influir no solamente en las emociones humanas, son también en la
salud de los humanos y en la armonía general del cuerpo. No obstante también la
ciencia ha comprobado la influencia de la música en el comportamiento orgánico
de los animales, como en el caso que las gallinas ponen más huevos que cuando
no están sometidas a la música.
Quizás es
conveniente que digamos aquí, de paso, que la música tal como la entendemos
hoy, es una combinación de sonido y ritmo, o mejor dicho, sonido regulado por
el ritmo. Por sonido entendemos los diversos sonidos que el oído humano puede
escuchar o interpretar normalmente. Hay muchos sonidos en el universo que el
oído humano no escucha, pero que sí los puede percibir el oído desarrollado o
el oído Psíquico. Los sonidos pueden ser producidos por la naturaleza o por el
hombre, accidental o deliberadamente. Cada sonido tiene un lugar definido en el
teclado de los sonidos, y podemos decir teóricamente que el teclado de todos
los sonidos del universo sería semejante al teclado de un piano que
comprendiera centenares de octavas. Muchas de estas octavas producirían sonidos
que el oído no escucharía, por que su entonación sería demasiada alta o
demasiada baja. Si tomamos los sonidos que pueden escucharse normalmente,
veremos que cabrían en un teclado que no es mucho más grande que el teclado
corriente de un piano. El chirrido de la rueda de una maquina, el soplo del
viento, el silbido de las corrientes de aire en una
casa o a través de un árbol, el ruido de las gotas de lluvia sobre un techo,
los latidos del corazón, el paso de la sangre por las venas escuchado a través
del ecógrafo, y todo otro sonido que el oído humano puede percibir, están
relacionados con alguna de las notas del teclado universal. Los músicos
aprendieron esto hace muchísimos años y en todas las obras maestras de la
música tenemos una iniciación verdadera al mundo de los sonidos de la
naturaleza, o una semejanza simbólica de ellos, de modo que la representación
de su idea surge en nuestra consciencia, aún cuando no hayan intentado una
imitación exacta del sonido.
No necesitamos entrar a discutir el tema de la relación muy definida que
existe entre las emociones humanas y la salud del cuerpo humano. La verdad es que el lado psíquico o
psicológico del hombre está tan íntimamente relacionado con el funcionamiento
normal de todos los órganos del cuerpo y con la actividad normal del sistema
nervioso espinal y del sistema nervioso simpático, que todo lo que perturbe la
armonía o el equilibrio de la energía nerviosas y de las actividades
emocionales del cuerpo, perturbará también, con toda seguridad, la armonía de
la salud y producirá una enfermedad o un malestar. El sistema nervioso central
y el sistema nervioso simpático son los dos canales separados de expresión de
la energía vital del cuerpo humano, y sirven para la distribución de esa
energía en todas las partes del cuerpo. Todo lo que perturbe el flujo y las
actividades normales de la energía nerviosas producirá también no solamente un
efecto nervioso, sino un efecto físico y químico en el cuerpo humano.
Tenemos en varias partes de nuestro cuerpo, no solamente los muchos centros
nerviosos conocidos con el nombre de ganglios, sino también varios centros
mayores llamados a veces centros psíquicos del cuerpo humano, o sea, sub
centros emocionales. El plexo solar no es más que uno de estos doce centros que
controlan las reacciones emocionales que a su vez producen ciertos efectos
definidos en los nervios y en el funcionamiento físico del cuerpo humano, para
bien o para mal.
Los místicos que han estudiado
este tema, y especialmente aquellos hombres de ciencia que han penetrado
profundamente en el análisis de los principios que aquí funcionan, han
encontrado que estos centros psíquicos de las emociones están tan relacionados
con los ganglios del sistema nervioso simpático y con los centros nerviosos del
sistema nervioso central y espinal, que existe una relación armoniosa semejante
a la que se encuentra entre las diversas notas de una escala musical.
Los doce grandes centros psíquicos tienen especial afinidad con los doce
sonidos de la escala musical. En cada
ser humano, estas notas musicales son diferentes. Dicho en otra manera, el
plexo solar pudiera estar en afinidad con la nota “Do” de una persona, y la
nota “Mi” en otra persona. Otro de los centros psíquicos situados en el lado
izquierdo de la cabeza, puede estar afinado con la nota musical “Fa” en una
persona y con el “Fa” sostenido en otra. A medida que las personas avanzan en
años, o tienen mejor salud, o se van desarrollando en un sentido intelectual o
psíquico, la entonación de aquellos notas a las cuales responden los centros
psíquicos, pueden elevarse, y en las personas cuya fortaleza física va
decayendo, debido a las enfermedades o a la violación de las leyes naturales,
aquella entonación puede descender mucho.
La
simpatía, afinidad o afinación existente entre estos centros psíquicos y las
notas musicales es tal, que cuando la nota apropiada se ejecuta en un piano,
violín o cualquier otro instrumento, o la canta una voz humana, el centro
psíquico responde a esta nota vibrando en armonía con ella o en disonancia con ella. Por ejemplo, si el plexo solar de
una persona esta afinada con la nota musical “Mi” natural, de la primera octava
por encima del “Do” central, entonces cada vez que se toca esa nota o se canta
en presencia de esa persona, habrá un suave estímulo de las vibraciones de
energía nerviosa que actúa en ese plexo solar, y este estímulo hará que el
centro y sus nervios respectivos funcionen más libremente, más perfectamente, y
un efecto tonificante sobre todas aquellas partes del cuerpo que se encuentran
relacionadas con dicho centro. Por otra parte, toda nota que sea disonante con
la nota “Mi” o que no esté en armonía con ella, especialment5e la nota que
dista una quinta musical de ella, hará que el plexo solar se perturbe debido a
esas vibraciones del sonido, y esto producirá que la energía nerviosa
relacionada con ese centro, se perturbe en su funcionamiento armonioso o
rítmico, y entonces se sentirá una impresión de enfermedad, de depresión, de
ligero dolor o de tensión nerviosa, y este estado puede dejar una impresión en
ciertas partes del cuerpo que dure varias horas o varios días.
Como se dijo, toda la música consiste de dos sonidos regulados por las
leyes del ritmo. Si golpeamos con el dedo un tambor, en golpe regular, como el
tic tac de un reloj, no produciremos una forma de música a no ser que lo
tomemos en un sentido muy fundamental, pero desde el momento en que
interrumpimos el golpe, produciendo una pausa, y luego damos dos y luego uno y
luego dos, ya tendremos entonces unos elementos rítmicos, y el ruido del tambor
comenzará a imitar el empleo primitivo del tambor de la música oriental; si
agregamos otras variedades del ritmo, produciremos otros efectos que son
esenciales en toda clase de música.
Desde que comenzamos a variar la entonación del sonido y a pasar de una
nota a otra, ya nos vernos frente a frente con la
segunda Ley de la música, que trata de la melodía. Así, variando la entonación
del sonido, o su duración, tenemos sonido, más melodía, más ritmo, y toda la
música está compuesta por esos tres elementos. Al variar la entonación de los
sonidos, hacemos que los sonios afecten diferentes centros nerviosos. Si sólo
emitimos continuamente un mismo sonido, sólo afectaremos un de los centros
nerviosos. Cambiando la entonación de un sonido a otro, incluiremos muchos o
todos los centros nerviosos. Al cambiar el ritmo, también produciremos una
variación en los efectos, porque produciremos o bien un efecto armoniosos sobre
el ritmo natural de la energía nerviosa, o un ritmo perturbador.
Debemos
recordar que la energía nerviosa del cuerpo humano no es una corriente
continua, sino una corriente intermitente, con pulsaciones. La energía
eléctrica de los cables que están en nuestra casa, la cual nos suministra la
corriente alterna, fluyecon un ritmo se sesenta pulsaciones por minuto,
ordinariamente, produciendo lo que técnicamente se llama una corriente de
sesenta ciclos, debido a esto, los relojes eléctricos de hoy miden el tiempo
muy bien, por que las sesenta pulsaciones por minuto, mueven las manecillas a
razón de sesenta segundos por minuto. Si en nuestros cables eléctricos fluye
otra energía, en la proporción de sesenta y dos pulsaciones por segundo, se
alteraría el ritmo de las pulsaciones anteriores, y esto haría que los relojes
eléctricos no funcionaran bien, y perturbaría el efecto de la luz y de
cualquier otra instalación eléctrica relacionada con esos cables. En el cuerpo
humano, la energía nerviosa tiene diferente número de pulsaciones para poder
actuar en diferentes partes de cuerpo y lograr que los diferentes órganos
funcionen, respondan y lleven a cabo su labor . Cualquier perturbación de la
energía nerviosa produciría con toda seguridad una perturbación en el
funcionamiento físico de alguna parte del cuerpo, lo que dará por resultado una
enfermedad pasajera o el comienzo de una enfermedad. Todo lo que estimule la
energía nerviosa en sus pulsaciones producirá mayor caudal de vitalidad y
energía en alguna parte del cuerpo, para bien de la salud o para daño de ella
según el sitio y la manera como se produzca ese efecto.
Una nota musical que este en armonía con el centro nervioso, fortalece la
energía nerviosa, la estimula, la aumenta y logra que el centro nervioso
funcione de manera más completa y beneficiosa. Todo lo que produzca en el
centro nervioso la sensación de un choque disonante o un impulso de vibraciones
disonantes, producirá dolores o malestares y ocasionará la ruptura de células
de los tejidos o de otra clase, y cuando esas células se debiliten y destruyan,
se habrá establecido el principio de una enfermedad, Así se comprenderá que la
música puede tener un efecto muy serio o beneficioso en nuestro sistema
nervioso, y por lo tanto, en nuestra salud. Se sabe bien que el célebre Carusso
tenía la habilidad de entonar ciertas notas musicales que podían producir la
ruptura de algún objeto de cristal que estuviera en el cuarto. Esto se debe a
que toda cosa que existe tiene una relación armoniosa con alguna nota musical,
y se produce una nota discordante, las vibraciones perturbadoras del ritmo o de
la pulsación disonante trastornarán todas las vibraciones del objeto y lo harán
temblar o lo romperán. Muchos músicos han producido en el violín, o en el
violoncelo o en la flauta, o en el clarinete, notas musicales que han hecho que
objetos que estén en el cuarto produzcan su propia nota, por simpatía, o que
emitan otra nota diferente, como una especie de protesta contra las vibraciones
disonantes. El órgano de tubos, especialmente, produce algunas notas muy
profundas que pueden perturbar muchísimo las cosas materiales y la salud del
cuerpo, y pueden también producir otras notas que son sumamente armoniosas.
Los grandes compositores del pasado, los grandes maestros de la música,
compusieron muchas piezas con el objeto de reunir tantas notas musicales como
fuera posible, que afectaran ciertos centros del cuerpo y produzcan efectos suavizantes
o estimulantes. Souza, el conocido autor de marchas, tenía el secreto de
escribir música militar de manera que el ritmo usual de la música de marchas
quedara aumentado en sus efectos por el empleo de ciertas notas en ciertos
pasajes, que despertarían la energía nervosa y producirían un efecto tónico,
logrando que el auditorio se sintiera fortalecido y estimulado, y hasta
fortalecido en exceso, lo que impelía a marchar y a proseguir en la tarea
fatigosa de avanzar.
Otras composiciones avivan los centros relacionados con las emociones y
producen efectos emocionales alegres o tristes, que nos llevan a la
introspección, la visualización y otros estados mentales.
Ya se dijo que ciertas notas musicales nos afectan de manera beneficiosas. Es
difícil saber cuales sean esas notas, a no ser que observemos que ciertas obras
musicales, ejecutadas en cierto momento, nos hacen sentir más fuertes, más
felices, más armoniosos y vitalizados, en tanto que otras producen efectos
depresivos. También se ha observado que si una persona canta en notas
musicales que son beneficiosas, el
efecto es mayor aun que si las ejecuta o si las canta otra persona. De manera
inconsciente, muchas personas se sienten atraídas hacia ciertas canciones, y
las cantan o murmuran muchas veces al día; ordinariamente se cree que esto se
debe a que dichas personas gustan de esa melodía, o tal vez gustan de las palabras. La verdad es que inconscientemente,
se han dado cuenta de que la música es beneficiosa o tranquilizadora para su
sistema nervioso, quizás para todo el organismo, y por esto es que las cantan
continuamente. Hay canciones que casi se convierten en el tema principal de la
vida de alguien. De vez en cuando, alguna canción nueva suplantará a las
anteriores, pero un análisis cuidadoso mostrará que la nueva tiene giros o
grupos de notas semejantes a los de la anterior.
No existe duda alguna acerca de los efectos beneficiosos de escuchar buena
música en la casa. Naturalmente, las composiciones que han sido cuidadosamente
escritas, inspiradas en la mente de los grandes maestros, y debidamente
desarrollada luego, son las más beneficiosas, en tanto que mucha de la música
popular, especialmente aquella llamada Jazz, Rock, Etc. tienen poco o ningún
efecto en nosotros, excepto en sonido perjudicial.
Si uno mismo no puede
ejecutar debidamente y expresar la música apropiada para los estados internos
de uno, lo mejor es adquirir discos o Cds que contengan esa música, para que
nos estimule y ayude, y escucharlas también por la radio, cuando la hubiere,
eliminando toda música indeseable. Una persona que tenga una colección de ocho
o diez discos beneficiosos en su casa, y que los escuche una o dos veces por
semana, o que oiga piezas semejantes por la radio, es seguro que tendrá una
mejor salud mejor que la persona que nunca permite que el efecto de la música
produzca la armonía de su ser. Todo el Universo funciona en armonía y con
vibraciones que armonizan con todos los departamentos de la vida (Recordemos
que somos un Micro Universo), y si hallamos el tema o la canción que contenga
el debido grupo de notas musicales que cuadra a nuestra individualidad, y si
las ejecutamos de vez en cuando, nos pondremos en armonía con las armonías del
Universo y conservaremos nuestro bienestar físico equilibrado y entonces con
las fuerzas curativas y creadoras de la naturaleza; es importante recordar que
muchas Llog:. Si no son todas las del R:.E:.A:.A:. inician y terminan sus Tra:.
Llog:. Con música de Mozart o de otro gran autor; de igual forma en la actualidad
la ciencia viene corroborando lo que los místicos sabemos desde hace muchos
siglos acerca de la influencia de la Música y de los colores sobre los ambiente
y sobre las personas.
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