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lunes, 22 de abril de 2019

Hermano Moisés, el primer Masón de Hecho (Parte II)

Hermano Moisés, el primer Masón de Hecho (Parte II)


Especulaciones instigadoras


Una antigua tradición, recogida por el historiador Apion (probablemente en la obra de Maneton) se refiere a un sacerdote llamado Osarseph, que se convirtió en gobernador de una provincia egipcia, donde la mayoría de los habitantes era de origen extranjero. Esto ocurrió poco después de la expulsión de los hicsos, pueblo semita que dominó Egipto durante más de dos siglos, pueblo que se asentar con los hebreos. Apion dice, incluso, que ese pueblo, los hicsos, conocidos como pueblos pastores, después de haber sido expulsado de Egipto, emigró a Palestina, habiendo fundado la ciudad de Jerusalén. Así, es lícito suponer que la provincia arriba mencionada, gobernada por el sacerdote Osarseph, pudo haber sido Gósen, la tierra donde la Biblia dice que los hebreos habitaban. Este sacerdote habría vivido en la época del faraón Amenhotep IV,

El nombre de Moisés no aparece en ningún documento egipcio, pero el vizir Osarseph es citado en estelas e inscripciones de la época como un importante dignatario, que además de ejercer funciones sacerdotales, también fue gobernador y maestro arquitecto de la casa real, habiendo construido grandes monumentos en el pais. La suposición que aquí se hace es la de que Osarseph y Moisés pueden ser la misma persona. En ese caso el faraón Akhenatón (Amenhotep IV) habría hecho de Moisés el Sumo Sacerdote de la nueva religión que él quiso implantar en Egipto. Podemos inferir también que él le dio el gobierno de la tierra de Gósen, donde habitaban los hebreos, sus compatriotas. De esta forma, Moisés tuvo la condición de organizar a los trabajadores hebreos en una especie de Cofradía, que habría sido responsable de grandes obras de arquitectura en el país. Según la Biblia, los hebreos erigieron las ciudades de Carpas, Phiton y Ramsés. Las dos primeras eran ciudades almacenes y la última una ciudad santuario que luego fue dedicada al faraón Ramsés II, que subió al trono en 1290 a C, cerca de 35 años después de la fuga de Moisés de Egipto.

Gósen es identificada como la antigua Avaris, capital de los hicsos, pueblo semita que dominó Egipto entre los siglos XVIII a XV a C. Las fuentes que nos llevan a esa especulación constan en los relatos hechos por Apion y también por Maneton. Sin embargo, Maneton se refiere a esta organización de albañiles como compuesta por hebreos y egipcios expulsados ​​de las ciudades por el hecho de ser leprosos (lo que justifica el hecho de que Moisés se preocupa tanto por la lepra entre los hebreos y hasta haber prescrito muchas reglas sobre el tratamiento de esta enfermedad.

Apion, sin embargo, dice que esos leprosos habían sido puestos a trabajar en las canteras para que no contaminaran a la población sana. Allí se habrían organizado y escogido como su líder un sacerdote de Heliópolis llamado Osarseph, el cual les dio una organización corporativa, que repudió a los dioses del país y adoptó costumbres completamente diferentes de las vigentes entre los egipcios. Estas costumbres eran muy semejantes a las que Moisés prescribió para los hebreos, razón por la cual se sugiere aquí que la historia de Moisés, como se cuenta en el Éxodo, tal vez tenga su origen en estos eventos. (El Tesoro Arcano-Madras, 2013-São Paulo).

Los hebreos y su fama de albañiles

La Biblia informa que los hebreos vivieron como cautivos durante cuatrocientos años en Egipto. Fueron liberados por Moisés, después que Dios castigó a los egipcios con diez horribles plagas, que sobre el país se abatió de forma milagros. Nuestra opinión es que las llamadas diez plagas de Egipto son, como la gran mayoría de los eventos narrados en el Éxodo, simbolismos que ocultan enseñanzas esotéricas y no hechos históricos que realmente ocurrieron como fueron descritos.

Esta opinión se basa en el hecho de que la Biblia se constituye en un gran repertorio de simbolismos y conocimientos arcanos, que necesitan ser efectivamente decodificados para asumir su verdadero significado. En otro ensayo expondremos nuestro entendimiento acerca de estos singulares cuentos que envuelven las diez plagas de Egipto, los diez mandamientos, la decimotercera del árbol de la vida, y otros simbolismos similares. Son, en nuestra opinión, alegorías basadas en el mismo arquetipo. Por ahora sólo señalar que existe una relación simbólica entre esos tres elementos de la tradición hebrea y que están conectados con conocimientos arcanos de gran importancia, transmitidos por la ciencia de la Cábala.

La Biblia no informa la fecha en que los hebreos emigrar de Palestina al Valle del Nilo, pero el calendario hebreo registra que ese Éxodo ocurrió en 2448 a C. año que corresponde, en el calendario cristiano, al de 1453 a. C. Así, si los hebreos vivieron en Egipto durante 430 años, es lícito suponer que ellos allí deben haber inmigrado después de 1800 a. C. Esta fecha fue inferida por la información contenida en Reyes, 6; Allí se dice que el Éxodo habría ocurrido 480 antes del inicio de la construcción del Templo de Jerusalén. Como esta construcción comenzó alrededor del 1112/1113 aC, llegamos, por deducción, a las fechas arriba mencionadas.

Por otro lado, si tomamos por base los trabajos de Apion y Maneton es posible calcular que esa inmigración ocurrió entre 1780 y 1580 a C, en una época en que Egipto estaba siendo gobernado por los hicsos, pueblo semita que se supone que es del mismo origen que los hebreos.

(Apocalipsis, Libro I, Cap. 26, 28), nos informa que los hics inmigraron hacia el Valle del Nilo y conquistaron Egipto sin lucha, pero por tener religión y cultura diferente de los egipcios, acabaron " destruyendo ciudades y" los templos de los dioses "causando gran masacre y devastación en el país."

También informa a ese autor, que sus "reyes pastores" gobernaron Egipto por cerca de doscientos años, estableciendo su capital en el Delta del Nilo, en la ciudad de Aváris. Pero alrededor de 1580 a C. un faraón de nombre Amósis, comandó una campaña militar contra Avaris y expulsó a los hics de regreso a Palestina. Allí fundaron Jerusalén. Esta información, sin embargo, es refutada por Flávio Josefo, que acusa a Apion de farsante y falsificador de la historia hebrea, pues quita de ella su carácter heroico y trascendental, según lo narrado en la Biblia. (Josefo Contra Apión , Volumen I, página 73 hasta 105 § 14-6, 25-6 .. § p 223-232.).

Sin embargo, apion también informa que un grupo de 80 mil leprosos y enfermos, después de la partida de los hicsos, habría recibido permiso del Faraón para establecerse en Aváris. Estos leprosos eran en su mayoría descendientes de los hicsos, y más tarde se rebelaron y llamaron los "reyes pastores", que volvieron a destruir ciudades y pueblos y " cometer sacrilegio contra los dioses egipcios ." Por último, habrían sido derrotados y expulsados ​​del país. Estos últimos, según infiere Apion, serían los hebreos del Éxodo.

La versión de Apion, aunque contestada por Flávio Josefo y opuesta a lo que escribieron los cronistas bíblicos, parece estar más de acuerdo con la verdad histórica. Al final, no se encontró todavía en la vasta historiografía egipcia desenterrada por los historiadores y arqueólogos, cualquier mención al paso del pueblo hebreo por Egipto en la época mencionada por la Biblia, ni de los prodigios allí narrados. Todo lleva a creer que los éxitos referidos en las crónicas bíblicas se refieren a las memorias de hechos ocurridos en Egipto en la época de los hics, envolviendo a los ancestros de los hebreos, que allí vivieron y se envolvieron en los conturbados acontecimientos que siguieron a la expulsión de aquel pueblo, la famosa revolución monoteísta promovida por el faraón Akhenaton.

Es así que sostenemos nuestra especulación con respecto a los orígenes de la tradición masónica sostenida en la experiencia israelí y la idea de que Moisés habría sido el verdadero fundador de esa tradición. Estas inferencias pueden ser censadas en todos los rituales masónicos y están insertadas en prácticamente todas las enseñanzas de los diversos grados. Por eso nuestra aseveración de que Moisés habría sido el primer Masón de hecho.

Juan Anatalino Rodrigues

Bibliografía
El Papa Benedicto XVI: El Papa Benedicto XVI
El Parto de Dios - La Biblia en Sonetos - SuzanGraf- Suzano, 2016
BUDGE, Ernest Wallis. Los dioses de los egipcios, vol. I y II. Nueva York, Ed. Dover, 1969
DODSON, Aidan, The Hieroglyphs of Ancient Egypt. Barnes & Noble, Nueva York, 2001
Osman, Ahmed, Moisés y Akhenaton, Sao Paulo, Madras, 2007

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