Ciencia hermética – Los siete principios herméticos (1 de 8)
Me propongo comenzar una pequeña serie sobre la Ciencia Hermética. Hablar de la ciencia Hermética es hablar del Kybalión. Este libro recoge el conjunto de enseñanzas de la filosofía hermética [Nota 1], también conocidos como los siete principios del hermetismo. Escrito en los albores del siglo XX, su autoría se debe a un grupo anónimo de personas autodenominados “Los Tres Iniciados”, aunque las bases del hermetismo se atribuyen a un alquimista místico, considerado casi una deidad en algunos grupos esotéricos, llamado Hermes Trismegisto, Así pues, en esta entrada, primera de la serie, trataremos un poco de Hermes y del Kybalión.
Hermes Trimegisto parece haber sido un sabio que trabajó en la alquimia y desarrolló un sistema de creencias metafísicas que hoy es conocida como hermética. Se le han atribuido estudios de alquimia como la “Tabla de Esmeralda” [Nota 2]–que fue traducida del latín al inglés por Sir Isaac Newton– y de filosofía, como el “Corpus Hermeticum”. No obstante, debido a la carencia de evidencias contundentes sobre su existencia, el personaje histórico se ha ido construyendo ficticiamente desde la Edad Media hasta la actualidad, sobre todo a partir del resurgimiento del esoterismo.
Para otros Hermes no existió realmente como hombre sino que se trata de un Dios griego cuyo nombre significa, Hermes el tres veces grande, o el que posee el don de la triple sabiduría. Hermes es el padre fundador de las ciencias herméticas y toda su literatura. El mismo es para los griegos, el generador y revelador de la cultura y la escritura; patrono de los comerciantes y los ladrones, de los caminos y los caminantes.
Hermes es reconocido en distintas tradiciones bajo diversos nombres, siendo siempre aquel que revela, quien trae la enseñanza desde los cielos. Así es conocido comoThot en Egipto y Mercurio en Roma. La tradición Cristiana medieval la venera como custodio y guía de todos los hermetistas, o sea, de aquellos que practican las ciencias de la alquimia, la magia, la astrología y la cábala.
Pero regresemos ya al Kybalión. Está muy claro que el libro no fue escrito por él sino por los denominados TRES INICIADOS. Aunque según muchos no hicieron otra cosa que recoger las enseñanzas de Hermes. Los “tres iniciados” que escribieron “El Kybalión” decidieron permanecer en el anonimato. Esto ha permitido la especulación sobre sus identidades reales. La teoría más popular es que Paul Foster Case [Nota 3], Michael Whitty y William Walker Atkinson [Nota 4] (también conocido como Magus Incognito) eran los “tres iniciados” que escribieron el libro. De ser cierta esta teoría no podemos dejar de mencionar el hecho de que Paul Foster Case era masón.
Sin embargo existen otras muchas teorías sobre su autoría, desde que fue la mujer de Paul Foster (Harriet) hasta que fue escrito en solitario por Atkinson y lo de “los tres iniciados” fue colocado para despistar.
Sea cual sea la verdad, de lo que no cabe duda es de su validez como enseñanza Hermética. Sería muy largo desgranar aquí todo el contenido del libro, ya que como buen libro hermético, es preciso asimilarlo, integrarlo en uno mismo y recapacitar. Como bien dice en el mismo libro:
Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender.
Así pues, vamos a dejar los siete principios del Kybalión, a ustedes les corresponde analizarlos
Los siete principios Herméticos
Los principios de la verdad son siete; el que comprende esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del templo se abrirán de par en par.
1. El Principio del Mentalismo: “Todo es mente; el universo es mental”.
Este principio encierra la verdad de que “todo es mente”. Explica que el TODO [Nota 5], que es la realidad sustancial que se oculta detrás de todas las manifestaciones y apariencias que conocemos bajo los nombres de “universo material”, “fenómenos de la vida”, “materia”, “energía”, etc. y en una palabra, todo cuanto es sensible a nuestros sentidos materiales, es espíritu, quien en sí mismo es incognoscible e indefinible, pero que puede ser considerado como una mente infinita, universal y viviente. Explica también que todo el mundo fenomenal o universo es una creación mental del TODO en cuya mente vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Este principio, al establecer la naturaleza mental del universo, explica fácilmente los varios fenómenos mentales y psíquicos que tanto han preocupado la atención del público, y que sin tal explicación no son comprensibles y desafían toda hipótesis científica. La comprensión de este principio hermético de mentalismo habilita al individuo a realizar y conocer la ley que rige el universo mental, aplicándola a su bienestar y desarrollo.
Podemos ver una idea de este principio en la propia Biblia: “Dijo Dios: “Haya Luz”; y hubo Luz. (Génesis 1 – ver.3). Resulta evidente que Dios, antes de decir ha tenido que pensar. El mundo existe por si pensamiento, por su mente. Todo ha salido de su mente y existe por su mente.
2. El Principio de Correspondencia: “Como arriba es abajo, como abajo es arriba”
Este principio encierra la verdad de que hay siempre una cierta correspondencia entre las leyes y los fenómenos de los varios estados del ser y de la vida, y el antiquísimo axioma hermético se refiere precisamente a esto, y afirma: “Como arriba es abajo, como abajo es arriba”, y la comprensión de este principio da una clave para resolver muchos de los más obscuros problemas y paradojas de los misteriosos secretos de la Naturaleza. Hay muchos planos[Nota 6] que no conocemos, pero cuando aplicamos esa ley de correspondencia a ellos, mucho de lo que de otra manera nos sería incomprensible se hace claro a nuestra conciencia. Este principio es de aplicación universal en los diversos planos, mental, material o espiritual del Cosmos: es una ley universal.
La unión entre los cuerpos materiales y espirituales. La curación mistica, los chackras, etc, no tendrían sentido ni podrían funcionar sin la existencia de este principio universal hermético
3. El Principio de la Vibración: “Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra“.
Este principio encierra la verdad de que todo está en movimiento, de que nada permanece inmóvil, cosas ambas que confirma por su parte la ciencia moderna, y cada nuevo descubrimiento lo verifica y comprueba. Y, a pesar de todo, este principio hermético fue enunciado cientos de años ha por los Maestros del antiguo Egipto. Este principio explica las diferencias entre las diversas manifestaciones de la materia, de la fuerza, de la mente y aun del mismo espíritu, las que no son sino el resultado de los varios estados vibratorios. Desde el TODO, que es puro espíritu, hasta la más grosera forma de materia, todo está en vibración: cuanto más alta es esta, tanto más elevada es su posición en la escala. La vibración del espíritu es de una intensidad infinita; tanto, que prácticamente puede considerarse como si estuviera en reposo, de igual manera que una rueda que gira rapidísimamente parece que está sin movimiento. Y en el otro extremo de la escala hay formas de materia densísima, cuya vibración es tan débil que parece también estar en reposo. Entre ambos polos hay millones de millones de grados de intensidad vibratoria.
Poco más que añadir, la ciencia lo ha demostrado hace ya tiempo, las moléculas de todo lo existente se encuentran en movimiento continuo. Los electrones giran sin parar sobre sus protones y sobre si mismos.
4. El Principio de la Polaridad: “Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semi verdades todas las paradojas pueden reconciliarse“.
Este principio encierra la verdad de que todo es dual; todo tiene dos polos; todo su par de opuestos, afirmaciones que son de otros tantos axiomas herméticos. Explica y dilucida las antiguas paradojas que han dejado perplejos a tantísimos investigadores, y que literalmente decían: “La tesis y la antítesis son idénticas en naturaleza, difiriendo solo en grado”; “los opuestos son idénticos en realidad, diferenciándose en su gradación”; “los pares de opuestos pueden conciliarse, los extremos se tocan”; “todo es y no es al mismo tiempo”, “toda verdad no es sino media verdad”; “toda verdad es media falsa”, etc. Este principio explica que en cada cosa hay dos polos, dos aspectos, y que los “opuestos” no son, en realidad, sino los dos extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados entre ambos. El calor y el frío, aunque opuestos, son realmente la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados de aquella. El mismo principio se manifiesta en la “luz” y la “oscuridad”, las que, en resumen, no son sino la misma cosa, siendo ocasionada la diferencia por la diversidad de grado entre los dos polos del fenómeno. ¿Dónde termina la oscuridad y dónde empieza la luz? ¿Cuál es la diferencia entre grande y pequeño? ¿Cuál entre duro y blando? ¿Cuál entre duro y blando? ¿Cuál entre blanco y negro? ¿Cuál entre alto y bajo? ¿Cuál entre positivo y negativo? El principio de polaridad explica esta paradoja.
Aplicando aquí el segundo principio, el principio de correspondencia. También “arriba” existe esta dualidad ya que “como es arriba es abajo”. El ser humano, sobre todo. El mundo material. Necesita de la dualidad. Sin ella no podemos aprender ya que aprendemos por comparación. Una cosa es mejor que otra, esto es blanco porque aquello es negro. Sin la dualidad la vida, tal como se conoce, no sería posible.
5. El Principio del Ritmo: “Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación”.
Este principio encierra la verdad de que todo se manifiesta en un determinado movimiento de ida y vuelta; un flujo y reflujo, una oscilación de péndulo entre los dos polos que existen de acuerdo con el principio de polaridad, descripto un momento ha. Hay siempre una acción y una reacción, un avance y un retroceso, una ascensión y un descenso. Y esta ley rige para todo; soles, mundos, animales, mente, energía, materia. Esta ley lo mismo se manifiesta en la creación como en la destrucción de los mundos, en el progreso como en la decadencia de las naciones, en la vida, en las cosas todas, y, finalmente, en los estados mentales del hombre, y es con frecuencia a esto último que creen los hermetistas que este principio es el más importante.
¿Preciso decir más para aclararlo? Creo que no. A lo largo de nuestra vida hemos tenido momentos buenos y malos, épocas de bonanza y otras no tanto. El Universo se encuentra en equilibrio constante, si algo mejora en algún lado ha de empeorar en otro. Pero no debemos entender este concepto de peor como negativo, a veces lo negativo es bueno ya que obliga a repensar, a actuar y a cambiar conceptos e ideas.
6. El Principio de Causa y efecto: “Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley”.
Este principio encierra la verdad de que todo efecto tiene su causa, y toda causa su efecto. Afirma que nada ocurre casualmente y que todo ocurre conforme a la Ley. La suerte es una palabra vana, y si bien existen muchos planos de causas y efectos, dominando los superiores a los inferiores, aun así ninguno escapa totalmente a la Ley.
Podemos resumir este principio que nada sucede por acaso, otra cosa bien distinta es que conozcamos la causa del efecto o el efecto que producirá determinada acción que hayamos emprendido. Pero que no se conozca no implica que no exista.
7. El Principio de Generación: “La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.”
Este principio encierra la verdad de que la generación se manifiesta en todo, estando siempre en acción los principios masculino y femenino. Esto es verdad, no solamente en el plano físico, sino también en el mental y en el espiritual. En el mundo físico este principio se manifiesta como “sexo”, y en los planos superiores toma formas más elevadas, pero el principio subsiste siempre el mismo. Ninguna creación física, mental o espiritual, es posible sin este principio. La comprensión del mismo ilumina muchos de los problemas que tanto han confundido la mente de los hombres. Este principio creador obra siempre en el sentido de “generar”, “regenerar” y “crear”. Cada ser contiene en sí mismo los dos elementos de este principio.
No confundamos esta generación con las ideas fálicas de ciertas escuelas o pseudo-escuelas esotéricas. La generación no es solo sexo, generar lo es todo. En estos momentos yo me encuentro generando ese texto que ha sido fruto de mi pensamiento, donde la lectura de determinadas obras ha generado una idea que he desarrollado para plasmarla aquí.
Ahora ya conocéis los siete principios herméticos, aprendedlos, aplicarlos y, según el Kybalión y los hermetistas todo os será dado y seréis como Dioses…que no Dioses, no se os vaya a subir a la cabeza.
Continuaremos con la ciencia hermética la siguiente semana empezando un estudio algo más profundo de cada uno de sus siete principios.
[1] Hermetismo, un conjunto de creencias filosóficas y religiosas, basadas en Hermes Trimegisto. Hermetismo (ocultismo), un movimiento pseudorreligioso encuadrado en el ocultismo..
[2] Versión digital disponible en http://www.catedralesgoticas.es/pdf/tabla_esmeralda.pdf
[3] Paul Foster Case (3 de octubre de 1884 – 2 de marzo de 1954) fue un ocultista estadounidense de principios del siglo XX y autor de numerosos libros de Tarot y Cábala. Posiblemente su mayor contribución en el campo del ocultismo fueron las lecciones que escribió para los miembros de Builders of the Adytum (B.O.T.A., Constructores del Adytum). Las Conferencias de Conocimiento que dio a los miembros iniciados de los capítulos de B.O.T.A. fueron asimismo de gran profundidad, aunque su circulación restringida las ha hecho menos conocidas.
[4] William Walker Atkinson (Baltimore, Maryland, 5 diciembre 1862 – Los Ángeles, California, 22 noviembre 1932), fue abogado, comerciante, editor, y escritor, así como un ocultista y un pionero estadounidense del movimiento el Nuevo Pensamiento. También es conocido por haber sido el autor de las obras seudónimas atribuidas a Theron Q. Dumont, Magus Incognito y Yogui Ramacharaka.
[5] Término que en el libro sería equivalente a Dios, Ser Supremo.
[6] Planos de consciencia, mundos paralelos o como usted prefiera definirlos.
http://iluminando.org/2014/08/20/ciencia-hermetica-los-siete-principios-hermeticos-1de-8/
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