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miércoles, 26 de diciembre de 2012

PARA REFLEXIONAR


PARA REFLEXIONAR.
Herbert Oré Belsuzarri.


La profecía maya de que el 21 de diciembre sería el fin del mundo según algunos mayologos, no se cumplió pero ello no debe conformarnos  ya que el mundo tiene graves problemas, que si no son tratados con la acuciosidad del caso, el destino de la humanidad es incierto.

Cuando el creador según la biblia dijo: "Hagamo hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza y tengan ellos en sujeción los peces del mar y las criaturas volatiles de los cielos y los animales domésticos y toda la tierra y todo animal moviente que se mueva sobre la tierra" (Génesis 1:26), seguro que jamás imagino que el hombre cumpliría este mandato, en grado extremo y desde siempre se dedico a depredar los peces y animales.Los peces no son meros recursos a explotar, sino seres libres que merecen todo nuestro respeto.



Ademas, los bendijo Dios y dijo Dios: "Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojuzgenla y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra" (Génesis 1:28), y el hombre también hizo caso y se multiplico de tal manera que se corre riesgo que los alimentos pronto escasearan y desde siempre ha invadido espacios de vida de otras especies talando arboles y destruyendo ecosistemas que son el habitat de otras especies de animales y de aves, y con estos actos la desertización se ha incrementado contribuyendo al conocidisimo calentamiento global.


Cuando se elevan voces de protesta por estos hechos, los culpables de ello hacen oídos sordos como si quisieran decirnos para justifica sus despropósitos, que lo que hace es mandato de Dios. Tal vez no con esas palabras, pero en el fondo expresan lo mismo y jubilosos dicen que sus actos contribuyen al progreso de la humanidad.

La biblia nos narra que cuando el hombre se excedió: Después de eso Dios le dijo a Noé: "El fin de toda carne ha llegado delante de mi, porque la tierra está llena de violencia como resultado de ellos; y aquí estoy arruinándoles junto con la tierra". Es decir limpio el mundo de los que se habían excedido y salvo a unos pocos que cumplían su mandato. Los excesos de esa época ya fue castigados, pero el hombre aún no aprende su lección y continúa con su despropósito. Tan culpable es quién lo hace como quién lo permite.

La historia de la humanidad tiene muchos ejemplos, de como civilizaciones completas, donde están incluidos los mayas, simplemente desaparecieron cuando sus tierras y recursos se agotaron, en muchos casos no fue necesario la ira divina para corregir estos excesos, simplemente sucedió con sus lógicas consecuencias, pero el hombre pareciera estar ciego ante estas evidencias, por ello es necesario que cada uno de nosotros haga lo que tiene que hacer, para no decir luego, que no estuvimos advertidos sobre las consecuencias de los actos de la humanidad.


Pero no solo es el calentamiento global lo que amenaza al mundo, también es la imprudencia del hombre en el manejo del conocimiento. Desde épocas inmemoriales los adelantos técnicos se aplicaron en las guerras para conquistar nuevos territorios, que a la postre en muchos casos solo sirvió para saquear las riquezas de los territorios conquistados, eliminando o esclavizando a quienes perdían las guerras y asombrosamente este comportamiento persiste aún en nuestra época con el refinamiento propio del Siglo XXI. Un ejemplo de ello son las guerras por el petroleo.


Y por si fuera poco, la teoría de Darwin que para muchos ya no tiene mayor importancia, repentinamente cobra una fuerza inusitada. Los pequeños microorganismos que pasan desapercibidos, constantemente mutan, cambian, evolucionan y se hacen más letales para el hombre. En el pasado generó muertes con las pestes, y son recordamos por sus agentes transmisores  pero no nos hemos detenido a pensar en los verdaderos agentes que lo ocasionan, debido a que no los podemos ver a simple vista, Ellos están desde épocas milenarias, estuvieron antes que el hombre y probablemente estén cuando este haya desaparecido.

Asi tenemos: Peste Bubonica, Ebola, Cólera, Enfermedad del sueño, Gripe, Malaria, Neumonía, Tuberculosis, Sida, etc. ¿Acabara la vida los virus y bacterias? ¿Quién ganara esta guerra silenciosa?

E-coli-una-bacteria-peligrosa

En realidad todas estas posibilidades y otras más están latentes, pero el hombre ocupa sus mayores esfuerzos en otras cosas. Verdaderamente somos una especie contradictoria: Si somos la especie que mejor ha logrado adaptarse a su medio y por ello domina el mundo, es asombroso como esta misma genera condiciones para que sus enemigos pueda desaparecerlo.

Ya conocemos el peligro, ahora debemos preocuparnos en tomar las medidas pertinentes para evitarlos, haciendo caso a un instinto básico del hombre: La sobrevivencia de la especie.

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