DIALOGO ENTRE MASONES: Los viajes del Aprendiz – Visión Transcendental (2 de 2)

Los viajes del Aprendiz – Visión Transcendental[1] (2 de 2)

Alfredo Roberto Netto

Idioma Original: Portugués del Brasil

Traductor: V.·.H.·. Mario López Rico

Los viajes

Leadbeater nos informa de la presencia de portales que han de ser traspasados por el profano en su Iniciación. Ellos representan los planos espirituales que todos deben pasar después de desencarnar.

Vencidas las primeras etapas de la iniciación, el profano, ahora consciente de la certeza de que la muerte puede visitarle en cualquier momento, se prepara en vida para conocer los planos espirituales que le esperan cuando se cruza el umbral de la muerte. Inicia, entonces, sus viajes simbólicos que, en realidad, representan su paso por tres portales o pórticos, invisibles a los ojos del cuerpo físico, pero perfectamente reales porque están construidos por el pensamiento.

El Primer Portal es el emblema de la muerte, es decir, el paso del mundo físico hacia la nueva etapa de la vida en el subplano inferior del Plano Astral. Cumplidas las formalidades de la entrada en el Templo, al dar su primera vuelta, se inicia su Primer Viaje Simbólico. Sigue a ciegas, conducido por la mano amiga que le guía por diferentes obstáculos, rodeado de ruido, un pequeño simulacro de desorden y la confusión dominante en el subplano inferior del mundo astral. Este plano, también conocido como “Umbral”, “Infierno” o “Reino de Hades, es el plano donde se reúnen, tras la muerte, los esclavos de la sensualidad, del temor, del odio, de la maldad y de la venganza.

En la antigüedad remota, este viaje era emprendido en tenebrosas cavernas, símbolo del astral inferior, con los riesgos reales y ruidos tenebrosos, sobreentendido que, después de ello, el iniciado estaría preparado para cruzar este plano, si le era necesario, tranquilamente y sin temor.

El 2º Vigilante es el guardián del Segundo Portal. En el ritual en estudio, cuando el candidato llegaba a la posición del 2º Vigilante y, por lo tanto, al Segundo Portal, era presentado a los elementales de la Tierra y del Agua, pertenecientes a la región donde, simbólicamente, acababa de llegar y que debía considerarse constituida por los subplanos sólido y líquido del mundo astral. Debía, en este momento, el candidato de frente al Norte, hacer una ofrenda apropiada a los elementales de la Tierra, y luego, encarando el Sur, hacer lo propio a los del Agua.

Estos elementales de la Tierra y del Agua “pertenecen a la especie de los que algunas veces son denominados espíritus de la naturaleza, que rodean y reconocen desde este momento al individuo que les ha sido presentado. Tras esta ceremonia, si el candidato se encuentra en cualquier clase de peligro no físico, o en la presencia de una influencia maligna, podrá atraer a su alrededor un cuerpo de guardianes constituidos por estos elementales, gracias a la fraternidad que acaba de estableces con ellos”[1]

El 1º Vigilante es el guardián del Tercer Portal. Al cumplir el Segundo Viaje el candidato llegaba al Tercer Portal, situado junto al lugar del 1º Vigilante, que era su guardián. Allí, de cara al Oriente, era presentado a los elementales del Aire que guardaban el lado derecho del portal, y luego de cara a Occidente, a los elementales del Fuego, que guardaban el lado izquierdo.

“La carencia de deseos es la cualidad que puede capacitar al candidato a cruzar superando los engaños de eta región, por lo que una vez más entrega a los elementales lo que posee esta región. Y pasa adelante, ya amigo de ellos, que estarán siempre preparados para prestarle sus tesoros, porque saben que es un Hermano de la Luz y no guardará para si mismo lo prestado, sino que le dará buena aplicación y lo devolverá oportunamente[2]”

La mayor tranquilidad del segundo viaje representaba la salida de la caverna, penetrando en la región del silencio, símbolo de los subplanos superiores del Mundo Astral, donde no pueden penetrar los sueños más ásperos y groseros, aunque exista alguna desarmonía entre las almas.

En el Tercer Viaje, realizado en absoluto silencio, se representaba el paso por la parte superior del Mundo Astral, contigua al Mundo Celeste.

Explica el propio Leadbeaater: “Esta parte del ritual deriva principalmente de los Grados Simbólicos o genuinos del Rito Escoces Antiguo y Aceptado, pero no es fuerte en los trabajos de la Gran Logia de Inglaterra. El ritual Escocés que se practica en la Logias que trabajan bajo los auspicios del Supremo Consejo de Francia prescribe las tres simbólicas, con ruidos y estrépitos de espadas en el Primer Viaje; un “Clitequis d`armes blanche” (ruido de armas blancas) en la Segunda y perfecto silencio en la Tercera, pero no hay invocación de los elementales, sin embargo ser comparan los Viajes a las antiguas pruebas por la Tierra, Fuego y Agua”

Se deduce que el Primer Portal es traspasado en la Cámara de Reflexiones. En el rito escocés, se observa en el primer viaje la presentación del profano apenas a los elementales de la Tierra y a los del agua solamente en el Segundo Viaje en el momento en el cual se le lavan las manos, pero el Segundo Portal permanece con el 2º vigilante.

Es en el Tercer Viaje que el candidato es presentado a los elementales del Fuego y del Aire con el foco del calor sobre el pecho, pero el 1º Vigilante permanece como guardián del Tercer Portal.

Representaciones simbólicas

Se busca en las diferentes etapas de la Iniciación del profano el instruirlo sobre la senda de pruebas que el discípulo debe estar dispuesto a pasar desde el momento en que aceptó buscar la Luz.

Los Viajes simbolizan la historia de la vida físico-espiritual-evolutiva del Hombre cuando atraviesa el Plano Mental, Astral y se materializa en el Plano Físico, camino que debe hacerse de retorno cuando se fallece.

Simboliza también la preparación del candidato para traspasar estos planos aun en vida, transitando por ellos con tranquilidad, si alcanza el dominio de su Personalidad y ultrapasa las barreras que impone la materia, pues, una vez en la senda de las pruebas, deberá ejercitar tres cualidades: discernimiento, ausencia de deseos y conducta correcta o auto dominio (levantando templos a la virtud y cavando mazmorras para los vicios).

“Con el tiempo y mediante la práctica de estas tres virtudes, el candidato será capaz de recorrer todo el Plano Astral a su entera voluntad, porque el discernimiento le conferirá poder mental; la ausencia de deseos, el poder emocinal, y la buena conducta, el poder volitivo. De suerte que no habrá necesidad de ceremonia alguna para que el candidato pase sin obstáculos a través de la parte superior del Plano Astral, porque allí todo responde instantánea y obedientemente a la voluntad del hombre iluminado. Fácilmente se reconocen allí a los Hermanos de la Luz[3]”

Los Viajes, también simbólicamente, pueden ser interpretadas por los tres trabajos iniciales de Hércules que el candidato a la Iniciación debe también cumplir

1º La “captura de las Yeguas Antropófagas”: Todos los masones con pretensiones a un “Hércules” deber permanecer muy atentos a sus “yeguas reproductoras o antropófagas”. Dedicar especial atención a sus pensamientos, promotores de sus palabras y acciones, para que el egoísmo, la maldad, la pretensión, la calumnia o la crítica destructiva no sean los frutos de su mente, constantemente fertilizada por el egoísmo y por la ilusión, aspectos inferiores de la naturaleza humana. Los pensamientos originados en el Alma, en el reino espiritual, han de ser siempre edificantes y fraternos.

2º La “Captura del Toro de Creta”: El difícil trabajo del uso correcto de las fuerzas sexuales es representado en este segundo trabajo. Para Hércules, el Toro representaba el deseo animal. El uso correcto de la función sexual, permitiendo el intercambio energético entre dos seres que se aman, la continuidad de la familia humana y la provisión de nuevos cuerpos por medio de los cuales las Almas pueden alcanzar los vehículos necesarios para su progreso, permitirán eliminar la pasión, la lujuria, la auto-satisfacción, la dolencia e innumerables problemas psíquicos de nuestro planeta.

La materia no será nunca más prostituida por el deseo egoísta y la relación entre los sexos será gobernada por la compresión de los propósitos divinos y por la habilidad en su utilización. Por otro lado, de nada vale un control sexual físico con una mente descontrolada activa, constantemente envuelta en sueños e imágenes de una vida llena de sensualidad y voluptuosidad.

Los textos esotéricos y espiritualitas en general son claro al definir que el Hombre puede ser puro, en el verdadero aspecto espiritual y, al mismo tiempo, casarse y constituir una familia. Son contrarios, si, a las prácticas que llevan a la orgia sexual o incluso a las prácticas egoístas individuales que llevan al orgasmo espurio e irresponsable fruto del dominio y exigencia del su “yo inferior” señor de la forma y la ilusión.

3º Las “manzanas de oro de las Hespérides”: La gran lección se resume en el hecho de que los candidatos no pueden olvidar que no basta con ser un visionario místico sino que hay que sumar la realización mística, el conocimiento oculto de la realidad.

El conocimiento adquirido que les permite comprender mejor la Creación, un sincero deseo de Bien, el carácter refinado y una pureza de intenciones. Sin el servicio al prójimo, con el olvido de uno mismo, de nada vale el progreso espiritual del iniciado.

Cuerpo, Alma y Espíritu; Inteligencia, Amor y Voluntad, visualizados y constatados por el aspirante desprendido por medio del SERVICIO al prójimo, la verdadera FRATERNIDAD.

Las entidades capaces de auxiliar al Hombre en desarrollo, que busca un contacto mayor con la espiritualidad, siempre acompañan al aspirante que está ocupado con el trabajo de la autodisciplina, fiel y constante en su esfuerzo, y procuran verificar en el candidato si su luz interna alcanzó el punto de “brillar más”. Si encuentra a alguien que no está buscando nada para si mismo, ni interesado en recibir elogios y manifestación de exaltaciones personales, pero realmente ansioso de servir mejor a la Humanidad, su hermana. Ahí, entonces, se le revelará el trabajo que puede hacer en su propia esfera de influencia para avanzar en el Plano Divino.

Pero deberá comenzar donde está e iniciar en su casa, empleo, en los ambientes que frecuenta, y probarse capaz de cosas pequeñas y comunes, hasta alcanzar el merecimiento de las mayores.

En la antigüedad, los candidatos al aprendizaje oculto solamente eran aceptados por los Maestro en el Arte tras una severa selección e iniciados en el desarrollo de sus facultades psíquicas exactamente para alcanzar los sentidos superiores que les permitirían un correcto desenvolvimiento y un caminar reposado dentro de la Verdad Eterna.

Los candidatos eran conducidos a una verdadera iniciación, de carácter hermético, con un intenso adiestramiento moral y espiritual y, apenas cuando alcanzaban el desarrollo interior necesario, consecuencia de su trabajo, eran instruidos en las verdades ocultas. Este proceso fue adoptado y fue brújula del desarrollo de varias y antiguas escuelas orientales, incluso son la base oculta o esotérica, de la masonería en su concepción, hecha las debidas diferencias.

Existe todo un conocimiento oculto, revestido de profundo significación, envolviendo cada detalle, cada símbolo, cada parámetro o ritual practicado en una Logia Masónica. Cabe, por lo tanto, al Aprendiz, al Compañero y también al Maestro, conocerlo, de acuerdo con su grado, para alcanzar una práctica justa y perfecta, concretizando sus finalidades transcendentales.

La doctrina interior ha sido, y continua siendo, la misma para todos los pueblos en todos los tiempo. En otras palabras, mientras para los profanos ha habido y siempre habrá diferentes religiones y enseñanzas en aparente contradicción entre si; para los iniciados no hay ni habrá nunca más que una sola religión Universal de la Verdad que es Ciencia y Filosofía a la vez.

[1]Idem nota 9.

[2] Idem nota 9.

[3] Idem nota 9.

Bibliografia: