CARAL Y OTROS CONSTRUCTORES DE PIRAMIDES.
Herbert Oré Belsuzarri.
Pero en esta parte del continente, no solo son los
Tiahuanaco, también son los Incas, quienes atraen la atención con sus
monumentales ruinas y leyendas. Recientemente ha concitado la atención mundial,
las pirámides de Caral, cuya antigüedad demostrada por el método del carbono 14
es de 5,000 años (3,000 a.C) con lo que en forma certera se puede decir que es
la civilización más antigua de América, mucho antes a la de los mayas de Centro
América.
Se ha planteado que Caral fue sede de una comunidad
formada por varios linajes y dirigida por las cabezas o representantes de
dichos linajes, donde uno de ellos sería el "principal" y los otros
sus contrapartes. Los Curacas de estos linajes conducirían y organizarían la
vida de los habitantes de las diversas ciudades y pueblos contemporáneos a
Caral como Aspero, Allpacoto, Miraya, Kotosh y La Galgada entre otros. Todos
ellos compartían una misma tradición y formaron una amplia y bien organizada
red de reciprocidad e intercambio. Caral fue la cabeza de toda esta red.
La arqueología mundial considera que el inicio de la
civilización en Mesopotamia, Egipto, India o China se originó a partir del uso
de la agricultura como soporte de la subsistencia, lo que permitió a los grupos
humanos asentarse en un solo lugar y construir ciudades. Sin embargo, para
algunos arqueólogos como Michael Moseley (1975) y Robert Feldman (1985) en el
Perú la sedentarización y la construcción de ciudades en la costa estuvo ligada
a la explotación de los recursos marinos que son abundantes por la corriente
marina de Humbolt y es pródiga en peces y mariscos. Este es el caso de Áspero,
Allpacoto, Galgada, Caral y otros, que gracias a la pesca y el marisqueo
pudieron sustentar una vida permanente y sedentaria con una economía que generó
excedentes que fueron usados para entablar relaciones sociales con otros grupos
humanos sedentarios en la costa y hacia el interior del valle y formar
finalmente una civilización. (La
Atlántida
y el Nuevo Mundo:
Los caralinos: “Tenían la certeza
popularizada que los dioses les enseñaron a preparar sus chacras, trazar sus
canales, sembrar las plantas y construir sus hitos; por lo cual era necesario
realizar rituales propiciatorios y cumplir con el calendario de ceremonias y
ritos al sol, al agua y a la tierra. Todas las actividades, domésticas de
producción, construcción, administrativas y gubernamentales, estaban
relacionadas con ofrendas, ceremonias, rituales y sacrificios”.
En las distintas edificaciones, ya sean
residenciales o públicas, se puede observar la presencia de fogones, usados
para la quema de ofrendas; costumbre generalizada que consideraba al fuego como
medio de comunicación con los dioses. La gran cantidad de templos y las
constantes remodelaciones que se observan evidencian un sistema religioso
dinámico, en constante renovación y, al mismo tiempo, el poder social de la
religión y el voluminoso trabajo invertido por los pobladores para alcanzar el
favor de los dioses.
Estas pirámides son idénticas a los zigurats sumerios,
la diferencia estriba en que los sumerios lo edificaron con ladrillos de barro
cocido, y los caralinos con piedras. La tecnología y diseño constructivo son
similares.
Asi mismo los sumerios a sus zigurats denominaban la
“casa de dios”, es decir el lugar donde vivían sus dioses. Por el contrario los
habitantes cercanos a caral tenían una veneración y miedo a las pirámides, pues
algunos decían que eran la casa del “supay” (Diablo). De allí que cuando quedo
deshabitada, borraron todo signo de su existencia en sus tradiciones orales.
La cantidad de pirámides construidas tanto en caral como
en otras localidades cercanas, ponen en evidencia la importancia que tuvieron
para los habitantes de esta zona. Fue sin duda el centro de poder
político-religioso, su importancia llego a influenciar poblaciones ubicadas en
la sierra y selva de su época.
Las
pirámides de Caral tienen una similitud constructiva a sus coetáneos de sumeria
y Egipto que son las más antiguas. Asi las sumerias se edificaron con mastabas
de ladrillo de barro cocido, las egipcias se hicieron de piedra. Para no
abundar en estos temas ya tratados ilustramos nuestra afirmación con fotos.
La
fascinación de la era moderna por descubrir sus antepasados nos ha llevado a
desempolvar huellas e indicios, para poder formular hipótesis, reconstruir la
historia y desentrañar los misterios que nos llenan de intriga. Es así que, en
la actualidad, la ciencia y sus avances hacen posible saber con certeza y
exactitud cómo vivieron nuestros antepasados. (http://es.scribd.com/doc/65020630/HERBERT-ORE-CARAL).
Pero no solo son las pirámides de Caral que nos
inquietan, también están las pirámides de la Cultura Moche de la Costa Norte
del Perú.
Las pirámides moches
se caracterizaron por estar construidos con adobes. Los adobes para la
construcción de las pirámides de la
Huaca del Sol y la
Luna , la de Sipán o El Brujo tienen 2 características
importantes: eran hechos con moldes y tenían la marca del fabricante. La
fabricación con moldes permitía tener adobes con las mismas dimensiones y
calidad. En la cara superior del adobe se hacían unas marcas. Estas eran puntos
y rayas, o aspas. Se cree que las marcas corresponden a la comunidad que los
fabricó, y que servían para controlar la cantidad de adobes con los que
contribuían en la construcción de la Huaca. En El Sol se han encontrado por lo menos
96 marcas distintas.
En base a los
estudios de la arcilla de los adobes, se ha determinado que secciones enteras
de la Huaca del
Sol y la Luna
están construidas con adobes provenientes de una misma cantera, y tienen un
mismo tipo de marca.
Las pirámides de Túcume son notables por su extraordinario tamaño:
según estimaciones, más de 130 millones de ladrillos de adobe secados al sol
fueron necesarios para construir la más grande de 450 m de largo, 100 de ancho
y 40 de altura.
Según mitos y leyendas, cada peldaño representaba una fase de
desarrollo en la vida humana, la cual tenía que ser disfrutada plena e
integralmente. La subida era penosa y al llegar a la cima, se lograba un
espíritu elevado y la ceremonia en aquel tiempo era un acontecimiento festivo en
la vida de aquellos seres humanos.
La cultura Moche se desarrollo principalmente en la costa Norte del Perú en los
departamentos de Lambayeque y La libertad, Aunque sus manifestaciones llegan
hasta los departamentos de Piura por el Norte y Ancash por el Sur. Se trata de
una cultura básicamente costera, que se asienta en una región única en el Perú
donde la costa es bastante mas ancha que en el resto del litoral peruano, donde
los valles suelen ser bastante angostos y de poco potencial agrícola.
Al ser esta costa de mayor tamaño permite la formación de valles
sumamente productivos por la cantidad de agua y facilitando la aparición de
manifestaciones culturales de gran envergadura como las Moche. (La Atlántida y el Nuevo Mundo:
Nuevamente debemos remarcar que las pirámides descritas son similares a
los zigurats sumerios, esta vez ambos son de ladrillo.
Pero esta zona también tiene una leyenda que fue recogida por el
cronista Miguel Cabello de Valboa, dentro de su obra Miscelánea Antártica
(1586). Esta tradición oral fue narrada al cronista español por Martín
Farrochumbi, cacique de Túcume. Debemos advertir que la transcripción es tal
conforme se halla en el original, incluido los errores ortográficos.
Dicen los naturales de Lanbayeque (y con ellos conforman
los demas pueblos a este valle comarcanos) que en tiempos muy antiguos que no
saben numerarlos vino de la parte suprema de este Piru con gran flota de Balsas
un padre de Compañas, hombre de mucho valor y calidad llamado Naimlap y consigo
traia muchas concubinas, mas la muger principal dicese auerse llamado Ceterni
trujo en su compañía muchas gentes que ansi como á capitan y caudillo lo venian
siguiendo, mas lo que entre ellos tenia mas valor eran sus oficiales que fueron
quarenta, ansi como Pita Zofi que era su trompetero o Tañedor de unos grandes
caracoles, que entre los Yndios estiman en mucho, otro Ñinacola que era el que
tenía cuidado de sus andas y Silla, y otro Ñinagintue a cuio cargo estaua la
vevida de aquel Señor a manera de Botiller, otro llamado Fonga sigde que tenia
cargo de derramar polvo de conchas marinas en la tierra que su Señor auia de
Pisar, otro Occhocalo era su Cocinero, otro tenia cuidado de las unciones, y
color con que el Señor adornava su rostro, a este llamauan Xam muchec tenía
cargo de bañar ál Señor Ollop-copoc, labrava camisetas y ropa de pluma, otro
principal y muy estimado de su Principe llamado Llapchiluli, y con esta gente
(y otros infinitos oficiales y hombres de cuenta) traia adornada, y auturizada
su persona y casa.
Este señor Naymlap con todo su repuesto vino á aportar y
tomar tierra á la boca de un Rio (aora llamado Faquisllanga) y auiendo alli
desamparado sus balsas se entraron la tierra adentro deseosos de hacer asiento
en ella, y auiendo andado espacio de media legua fabricaron unos Palacios á su
modo, a quien llamaron Chot, y en esta casa y palacios convocaron con devocion
barbara un Ydolo que consigo traian contra hecho en el rostro de su mismo
caudillo, este era labrado en una piedra verde, a quien llamaron Yampallec (que
quiere decir figura y estatua de Naymlap). Auiendo vivido muchos años en paz y
quietud esta gente y auiendo su Señor, y caudillo tenido muchos hijos, le vino
el tiempo de su muerte, y porque no entendiessen sus vasallos que tenia la
muerte jurisdicion sobre el, lo sepultaron escondidamente en el mismo aposento
donde auia vivido, y publicaron por toda la tierra, que el (por su misma
virtud) auia tomado alas, y se auia desparecido. (http://es.scribd.com/doc/51183921/Herbert-Ore-La-Atlantida-y-El-Nuevo-Mundo).
Los pueblos costeros recordaban las leyendas de
unos dioses que guiaron a sus antepasados a las tierras prometidas y de unos
gigantes que les robaron las cosechas y violaron a sus mujeres. Los pueblos del
altiplano, de los cuales los incas eran los dominantes en la época de la
Conquista, reconocían la guía divina en todo tipo de actividades y oficios, en
el crecimiento de las cosechas, en la construcción de las ciudades. Contaban
los Relatos del Comienzo -los relatos de la creación- de los días turbulentos,
de un arrasador Diluvio. Y atribuían el inicio de su realeza y la fundación de
su capital a los poderes de una varita mágica de oro que portaba Manco Capac.
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