“EL DESCENSO DE INANNA
AL INFRAMUNDO” Y “LA DIVINA COMEDIA” 1 de 5
Herbert Oré B. 33°
Inanna, figura
sumeria asociada un milenio más tarde con Ishtar en Babilonia, con Astarté en
Fenicia, es también precursora de Afrodita la diosa de la belleza, el amor, el
deseo y la reproducción de la mitología griega. La diosa Inanna era conocida
como Anahit en la antigua Armenia (Urartu), Astarte (Asera) en Canaán, Fenicia
y en las religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islamismo) y como tal
se le halla en el Tanaj y la Biblia. En Egipto era conocida como Isis. Todas
estas diosas representan al planeta Venus, cuya simbología es el sexo femenino,
el útero y la fertilidad.
Inanna era la
diosa protectora de la ciudad de Uruk cuya existencia se estima entre el 4,000
y 3,100 a.C. en Sumeria, por entonces las ciudades importantes eran consagradas
a un dios que se encargaba de su protección y a quién se rendía culto en el
templo principal, Uruk fue entonces la ciudad de Inanna, diosa del cielo y la
tierra, el amor, la fertilidad y la guerra. Inanna es parte de la cuarta
generación de dioses sumerios, es hija de Nannar, dios de la Luna y Ningar, la
luna, y hermana gemela de Utu, dios del sol y la justicia.
Según los mitos
sumerios el primer dios que bajo al inframundo fue Enki, mencionado en el poema
del “Arbol del huluppu”, pero en ella
no hay una descripción detallada de como es el inframundo. Posteriormente en el
poema “El descenso de Inanna al
inframundo”, aparece por primera en la historia universal, descrito el
inframundo, y a partir de ello, el paradigma del descenso al mundo de los
muertos, va a formar parte, tanto desde el mito como desde el ritual, el núcleo
de muchos de los llamados cultos
mistéricos que se originaron en sumeria y de allí se trasladaron a diversas
culturas posteriores hasta llegar al mundo griego donde florecieron, en Frigia
y otros lugares —según evidencias comprobadas— desde el siglo VII a.C., hasta
la llegada del cristianismo y su consolidación en la época del Imperio Romano.
Pasaran muchos
siglos hasta que Dante Alighieri, escribirá su “Divina Comedia”, que resumirá en ella todo el amplio conocimiento
acumulado durante siglos, desde los antiguos clásicos hasta el mundo medieval;
su fe religiosa y sus convicciones morales y filosóficas sobre el inframundo,
el hades o el infierno. El estilo de la obra posee un rico lenguaje lleno de
símbolos y frecuentes referencias a personajes históricos de la antigua
mitología. Basándose en esta obra, numerosos artistas crearon ilustraciones
sobre ella; destacan entre ellas las de Botticelli, Gustave, Doré, Dalí y
otros.
Guénon, explica
que Dante fue el más célebre “iniciado”
de la Edad Media, y el mayor y gran adversario del papado de la iglesia
católica, desempeñando un gran papel en las sociedades secretas de aquel
entonces, Era uno de los jefes de la Fede
Santa, Orden Tercera de filiación templaria. Era el portavoz de dicho
esoterismo y en “La divina comedia”, describe
“una alegoría metafísico-esotérica, que
vela y expone al mismo tiempo las fases sucesivas por las cuales pasa la
conciencia del iniciado para alcanzar la inmortalidad”.
Es decir las
alegorías metafísicas-esotericas desde la antigüedad, expusieron las fases
sucesivas por las cuales transita la conciencia del humano, para ser iniciado y
alcanzar la inmortalidad o trascendencia, que las sociedades iniciáticas desde
sumeria venían proporcionando a hombres y mujeres de las diversas escuelas de
misterios que allí se originaron, generando a su vez organizaciones de artesanos
muy especializados en diversos oficios:
El arte de
trabajar la madera, El arte de trabajar los metales, La función de un escriba, El
oficio de herrero El oficio de curtidor, El oficio de albañil, El arte de la
cestería, El oficio del pastor, El reinado, El señorío duradero, La dignidad
sacerdotal, La verdad, La bandera de las batallas (arte de la guerra), La ley (abogacía),
La medicina, etc. Que estaban regidas y protegidas por un “me” divino.
INANNA Y EL DESCENSO AL INFRAMUNDO.
El poema “El descenso
de Inanna al inframundo”, es extenso, por ello tomaremos el poema desde que
Inanna llega a la puerta del inframundo. La traducción del sumerio al inglés y
de ella al castellano, es en base a la publicación de la Universidad Oxford: http://etcsl.orinst.ox.ac.uk/
Neti, el portero en jefe del
Kur,
Entró en el palacio de Ereshkigal, la Reina del Inframundo,
Y dijo:
Entró en el palacio de Ereshkigal, la Reina del Inframundo,
Y dijo:
“Mi reina, una doncella
Tan alta como el cielo,
Tan ancha como la tierra,
Tan fuerte como los cimientos de la muralla de la ciudad,
Espera afuera de las puertas del palacio.
Tan alta como el cielo,
Tan ancha como la tierra,
Tan fuerte como los cimientos de la muralla de la ciudad,
Espera afuera de las puertas del palacio.
Ella ha reunido los siete me.
Los ha tomado en sus manos.
Con los me en sus manos, se ha preparado:
Los ha tomado en sus manos.
Con los me en sus manos, se ha preparado:
Sobre su cabeza trae la
shugurra, la corona de la llanura.
En la frente sus oscuros rizos están cuidadosamente arreglados.
Alrededor de su cuello trae las pequeñas cuentas de lapislázuli.
Sobre su pecho descansa la doble hilera de cuentas.
Su cuerpo está cubierto con la túnica real.
Sus ojos están untados con el ungüento llamado ‘Que venga, que venga’.
Alrededor de su pecho se puso el pectoral llamado ‘Ven, hombre, ven’.
En su muñeca trae el aro de oro.
En su mano ella porta la vara de medir y la línea de lapislázuli.”
En la frente sus oscuros rizos están cuidadosamente arreglados.
Alrededor de su cuello trae las pequeñas cuentas de lapislázuli.
Sobre su pecho descansa la doble hilera de cuentas.
Su cuerpo está cubierto con la túnica real.
Sus ojos están untados con el ungüento llamado ‘Que venga, que venga’.
Alrededor de su pecho se puso el pectoral llamado ‘Ven, hombre, ven’.
En su muñeca trae el aro de oro.
En su mano ella porta la vara de medir y la línea de lapislázuli.”
Cuando Ereshkigal oyó esto,
Golpeó su muslo y se mordió el labio.
Tomó el asunto a pecho y lo consideró.
Entonces habló:
Golpeó su muslo y se mordió el labio.
Tomó el asunto a pecho y lo consideró.
Entonces habló:
“Ven, Neti, mi portero mayor
del kur,
Obedece mis palabras:
Atranca las siete puertas del inframundo.
Luego, una por una, abre una grieta en cada portón.
Deja entrar a Inanna.
Cuando entre, despójala de sus vestimentas reales.
Que la sacerdotisa sagrada del cielo entre inclinada.
Obedece mis palabras:
Atranca las siete puertas del inframundo.
Luego, una por una, abre una grieta en cada portón.
Deja entrar a Inanna.
Cuando entre, despójala de sus vestimentas reales.
Que la sacerdotisa sagrada del cielo entre inclinada.
Neti obedeció las palabras de
su reina.
Atrancó las siete puertas del inframundo.
Luego abrió la puerta exterior.
Le dijo a la doncella:
Atrancó las siete puertas del inframundo.
Luego abrió la puerta exterior.
Le dijo a la doncella:
“Ven, Inanna, entra.”
Cuando entró al primer portón,
Le fue quitada la shugurra, la corona de la llanura.
Le fue quitada la shugurra, la corona de la llanura.
Inanna preguntó:
“¿Qué es esto?”
Se le dijo:
“Silencio, Inanna, las
costumbres del inframundo son perfectas.
No se pueden objetar.”
No se pueden objetar.”
Cuando entró el segundo
portón.
Le fueron quitadas las pequeñas cuentas de lapislázuli de su cuello.
Le fueron quitadas las pequeñas cuentas de lapislázuli de su cuello.
Inanna preguntó:
“¿Qué es esto?”
Se le dijo:
“Silencio, Inanna, las
costumbres del inframundo son perfectas,
No se pueden objetar.”
No se pueden objetar.”
Cuando entró el tercer portón,
La doble hilera de cuentas de su pecho le fue quitada.
La doble hilera de cuentas de su pecho le fue quitada.
Inanna preguntó:
“¿Qué es esto?”
Se le dijo:
“Silencio, Inanna, las
costumbres del inframundo son perfectas,
No se pueden objetar.”
No se pueden objetar.”
Cuando entró el cuarto portón,
El pectoral llamado “¡Ven, hombre, ven!” fue quitado de su pecho.
El pectoral llamado “¡Ven, hombre, ven!” fue quitado de su pecho.
Inanna preguntó:
“¿Qué es esto?”
Se le dijo:
“Silencio, Inanna, las
costumbres del inframundo son perfectas,
No se pueden objetar.”
No se pueden objetar.”
Cuando entró el quinto portón,
Le fue quitado el aro de oro de su muñeca.
Le fue quitado el aro de oro de su muñeca.
Inanna preguntó:
“¿Qué es esto?”
Se le dijo:
“Silencio, Inanna, las
costumbres del inframundo son perfectas.
No se pueden objetar.”
No se pueden objetar.”
Cuando entró el sexto portón,
Le fue quitada la vara de medir y la línea de lapislázuli de su mano.
Le fue quitada la vara de medir y la línea de lapislázuli de su mano.
Inanna preguntó:
“¿Qué es esto?”
Se le dijo:
“Silencio, Inanna, las
costumbres del inframundo son perfectas.
No se pueden objetar.”
No se pueden objetar.”
Cuando entró el séptimo
portón,
La túnica real le fue quitada del cuerpo.
La túnica real le fue quitada del cuerpo.
Inanna preguntó:
“¿Qué es esto?”
Se le dijo:
“Silencio, Inanna, las
costumbres del inframundo son perfectas.
No se pueden objetar.”
No se pueden objetar.”
Desnuda e inclinada, Inanna entró
al salón del trono.
Ereshkigal se levantó de su trono.
Inanna comenzó a acercarse al trono.
La rodearon los Anunna, jueces del inframundo.
Pronunciaron sentencia en su contra.
Ereshkigal se levantó de su trono.
Inanna comenzó a acercarse al trono.
La rodearon los Anunna, jueces del inframundo.
Pronunciaron sentencia en su contra.
Entonces Ereshkigal amarró el ojo de la muerte sobre Inanna
Habló contra ella su palabra de ira.
Exclamó contra ella su grito de culpa.
Exclamó contra ella su grito de culpa.
La golpeó.
Inanna se convirtió en
cadáver,
Una pieza de carne podrida,
Y fue colgada de un gancho sobre la pared.
Una pieza de carne podrida,
Y fue colgada de un gancho sobre la pared.
Cuando, después de tres días y
tres noches, Inanna no regresó,
Ninshubur elevó un lamento en su honor en las ruinas.
Tocó el tambor en su honor en los lugares de asamblea.
Rodeó las casas de los dioses.
Laceró sus ojos, laceró su boca, laceró sus muslos.
Se vistió con una túnica simple como mendigo.
Sola, se fue a Nippur y al templo de Enlil.
Ninshubur elevó un lamento en su honor en las ruinas.
Tocó el tambor en su honor en los lugares de asamblea.
Rodeó las casas de los dioses.
Laceró sus ojos, laceró su boca, laceró sus muslos.
Se vistió con una túnica simple como mendigo.
Sola, se fue a Nippur y al templo de Enlil.
Al entrar al recinto sagrado,
Exclamó:
Exclamó:
“O Padre Enlil, no permitas
que tu hija
Sea inmolada en el inframundo.
No permitas que tu plata brillante
Se cubra de polvo del inframundo.
No permitas que el triturador quiebre en añicos
Tu precioso lapislázuli
No permitas que tu fragante madera de boj
Sea tajada por el carpintero.
No permitas que la sagrada sacerdotisa del cielo
Sea inmolada en el inframundo.”
Sea inmolada en el inframundo.
No permitas que tu plata brillante
Se cubra de polvo del inframundo.
No permitas que el triturador quiebre en añicos
Tu precioso lapislázuli
No permitas que tu fragante madera de boj
Sea tajada por el carpintero.
No permitas que la sagrada sacerdotisa del cielo
Sea inmolada en el inframundo.”
El Padre Enlil respondió con
enojo:
“Mi hija anhelaba el Gran
Arriba.
Inanna anhelaba el Gran Abajo.
Aquélla quien recibe los me del inframundo no regresa.
Aquélla quien va a la Ciudad Sombría allá se queda.”
Inanna anhelaba el Gran Abajo.
Aquélla quien recibe los me del inframundo no regresa.
Aquélla quien va a la Ciudad Sombría allá se queda.”
El Padre Enlil no quiso
ayudar.
Ninshubur fue a Ur y al templo
de Nanna.
Cuando entró al recinto sagrado,
Exclamó:
Cuando entró al recinto sagrado,
Exclamó:
“O Padre Nanna, no permitas
que tu hija
Sea ejecutada en el inframundo.
No permitas que tu plata brillante
Se cubra del polvo del inframundo.
No permitas que el triturador quiebre en añicos
Tu precioso lapislázuli.
No permitas que tu fragante madera de boj
Sea tajada por el carpintero
No permitas que la sagrada sacerdotisa del cielo
Sea ejecutada en el inframundo.”
Sea ejecutada en el inframundo.
No permitas que tu plata brillante
Se cubra del polvo del inframundo.
No permitas que el triturador quiebre en añicos
Tu precioso lapislázuli.
No permitas que tu fragante madera de boj
Sea tajada por el carpintero
No permitas que la sagrada sacerdotisa del cielo
Sea ejecutada en el inframundo.”
El Padre Nanna respondió con
enojo:
“Mi hija anhelaba el Gran
Arriba.
Inanna anhelaba el Gran Abajo.
Aquélla quien recibe los me del inframundo no regresa.
Aquélla quien va a la Ciudad Sombría allá se queda.”
Inanna anhelaba el Gran Abajo.
Aquélla quien recibe los me del inframundo no regresa.
Aquélla quien va a la Ciudad Sombría allá se queda.”
El Padre Nanna no quiso
ayudar.
Ninshubur fue a Eridu y al
templo de Enki.
Al entrar en el recinto sagrado,
Exclamó:
Al entrar en el recinto sagrado,
Exclamó:
“O Padre Enki, no permitas que
tu hija
Sea ajusticiada en el inframundo.
No permitas que tu plata brillante
Se cubra de polvo del inframundo.
No permitas que el triturador quiebre en añicos
Tu precioso lapislázuli
No permitas que tu fragante madera de boj
Sea tajada por el carpintero-
No permitas que la sagrada sacerdotisa del cielo
Sea ajusticiada en el inframundo.”
Sea ajusticiada en el inframundo.
No permitas que tu plata brillante
Se cubra de polvo del inframundo.
No permitas que el triturador quiebre en añicos
Tu precioso lapislázuli
No permitas que tu fragante madera de boj
Sea tajada por el carpintero-
No permitas que la sagrada sacerdotisa del cielo
Sea ajusticiada en el inframundo.”
El Padre Enki dijo:
“¿Qué pasó?
¿Qué es lo que ha hecho mi hija?
¡Inanna! ¡Reina de Todas las Tierras! ¡Sagrada Sacerdotisa del Cielo!
¿Qué ha pasado?
Estoy atribulado. Estoy afligido.”
¿Qué es lo que ha hecho mi hija?
¡Inanna! ¡Reina de Todas las Tierras! ¡Sagrada Sacerdotisa del Cielo!
¿Qué ha pasado?
Estoy atribulado. Estoy afligido.”
De debajo de una de sus uñas
el Padre Enki sacó un poco de tierra.
Con la tierra dio forma a un Kurgarra, una criatura que no era ni macho ni hembra.
De debajo de una uña de su otra mano sacó un poco de tierra.
Con la tierra dio forma a un galatur, una criatura que no era ni macho ni hembra.
Con la tierra dio forma a un Kurgarra, una criatura que no era ni macho ni hembra.
De debajo de una uña de su otra mano sacó un poco de tierra.
Con la tierra dio forma a un galatur, una criatura que no era ni macho ni hembra.
Le dio el alimento de la vida
al kurgarra.
Le dio el agua de la vida al galatur.
Enki habló al kurgarra y al galatur, y dijo:
Le dio el agua de la vida al galatur.
Enki habló al kurgarra y al galatur, y dijo:
“Vayan al inframundo,
Entren por la puerta como moscas.
Ereshkigal, la Reina del Inframundo, se está lamentando.
Con los gritos de una mujer que está dando a luz.
No hay sábana que la cubra.
Sus senos están descubiertos.
Su cabello se arremolina alrededor de su cabeza como poros.
Cuando grite, ‘¡O, o, mis adentros!’
Griten también, ‘¡O, o, tus adentros!’
Cuando grite, ‘¡O, o, mis afueras!’
Griten también, ‘¡O, o, tus afueras!’
La reina estará complacida.
Les ofrecerá un regalo.
Pídanle sólo el cadáver que cuelga del gancho en la pared.
Uno de ustedes rociará el alimento de la vida sobre de él.
El otro rociará el agua de la vida sobre de él.
Inanna se levantará.”
Entren por la puerta como moscas.
Ereshkigal, la Reina del Inframundo, se está lamentando.
Con los gritos de una mujer que está dando a luz.
No hay sábana que la cubra.
Sus senos están descubiertos.
Su cabello se arremolina alrededor de su cabeza como poros.
Cuando grite, ‘¡O, o, mis adentros!’
Griten también, ‘¡O, o, tus adentros!’
Cuando grite, ‘¡O, o, mis afueras!’
Griten también, ‘¡O, o, tus afueras!’
La reina estará complacida.
Les ofrecerá un regalo.
Pídanle sólo el cadáver que cuelga del gancho en la pared.
Uno de ustedes rociará el alimento de la vida sobre de él.
El otro rociará el agua de la vida sobre de él.
Inanna se levantará.”
El kurgarra y el galatur
obedecieron las palabras de Enki.
Salieron rumbo al inframundo.
Como moscas, se escurrieron por las grietas de las puertas.
Entraron el cuarto del trono de la Reina del Inframundo.
No había sábana que la cubriera.
Sus senos estaban descubiertos.
Su cabello se arremolinaba alrededor de su cabeza como poros.
Salieron rumbo al inframundo.
Como moscas, se escurrieron por las grietas de las puertas.
Entraron el cuarto del trono de la Reina del Inframundo.
No había sábana que la cubriera.
Sus senos estaban descubiertos.
Su cabello se arremolinaba alrededor de su cabeza como poros.
Ereshkigal se lamentaba:
“¡O, O, mis adentros!”
Ellos se lamentaron:
“¡O, O, tus adentros!”
Ella se lamentaba:
“¡O, Ohhhhh, mis afueras!”
Ellos se lamentaron:
“¡O, Ohhhh, tus afueras!”
Ella gimió:
“¡Oh, Oh, mi vientre!”
Ellos gimieron:
“¡Oh, Oh, tu vientre!”
Ella gimió:
“¡Oh! ¡Ohhhh! ¡Mi espalda!”
Ellos gimieron:
“¡Oh! ¡Ohhhh! ¡Tu espalda!”
Ella suspiró:
“¡Ah! ¡Ah! ¡Mi corazón!”
Ellos suspiraron:
“¡Ah! ¡Ah! ¡Tu corazón!”
Ella suspiró:
“¡Ah! Ahhh! ¡Mi hígado!”
Ellos suspiraron:
“¡Ah! Ahhh! ¡Tu hígado!
Ereshkigal se detuvo.
Los miró.
Les preguntó:
Los miró.
Les preguntó:
“¿Quiénes son ustedes,
que se lamentan, gimen y suspiran conmigo?
Si ustedes son dioses, los he de bendecir.
Si son mortales, les haré un regalo.
Les daré el regalo de agua, el río en su plenitud.”
que se lamentan, gimen y suspiran conmigo?
Si ustedes son dioses, los he de bendecir.
Si son mortales, les haré un regalo.
Les daré el regalo de agua, el río en su plenitud.”
El kurgarra y el galatur
dijeron:
“No lo deseamos”.
Ereshkigal dijo:
“¡Hablen entonces! ¿Qué desean?
Ellos contestaron:
“Sólo deseamos el cadáver que
cuelga del gancho en la pared.”
Ereshkigal dijo:
“El cadáver pertenece a
Inanna.”
Ellos dijeron:
“Si pertenece a nuestra reina,
Si pertenece a nuestro rey,
Eso es lo que deseamos.”
Si pertenece a nuestro rey,
Eso es lo que deseamos.”
El cadáver les fue dado.
El kurgarra roció el alimento
de la vida sobre el cadáver.
El galatur roció el agua de la vida sobre el cadáver.
Inanna se puso en pie....
El galatur roció el agua de la vida sobre el cadáver.
Inanna se puso en pie....
Inanna estaba por ascender del
inframundo cuando los Anunna, los jueces del inframundo, la aprehendieron.
Dijeron:
Dijeron:
“Nadie asciende del inframundo
inadvertido.
Si Inanna desea retornar del inframundo,
Debe suplir con alguien su lugar.”
Si Inanna desea retornar del inframundo,
Debe suplir con alguien su lugar.”
DEL AUTOR:
IPH. Herbert Ore B. 33° es un acucioso investigador que ha escrito varios libros con una gran aceptación por parte de sus lectores, que encuentran una narrativa fresca y amena sobre asuntos muy complicados o velados para los ojos de los profanos.
Fiel a su obligación masónica de: "Emitir la luz o reflejarla", desde hace dos años edita con la colaboración de distinguidos masones de diferentes orientes, la Revista digital "Dialogo Entre masones", cuya distribución es completamente gratuita a traves de "masonica.es", "Diario Masónico", "Masonería 357", "Iluminando", "Historia Masónica", y otros sitios de alojamiento como SCRIBD, ISSUU, GOOGLE y otros. Esta publicación llega a por lo menos 20,000 lectores en todo el mundo y sale a circulación el primer día de cada mes en el Blog: "Dialogo Entre Masones" y "Revista Digital Dialogo Entre Masones" que es replicado muy generosamente por diferentes medios de la Prensa Masónica internacional.
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