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lunes, 15 de julio de 2013

TIAHUANACO: HOGAR DE DIOSES PRIMIGENIOS IV

TIAHUANACO: HOGAR DE DIOSES PRIMIGENIOS IV

EL PAIS DE MU
No habiendo despreciado nada ni a nadie para explorar lo que es de todos los tiempos, nos animamos a exponer una mínima cronología dinámica y adogmática, agrupando la abrumadora cantidad de coincidencias que confluyen en todos los mitos que han sobrevivido en el planeta sobre la prehistoria del hombre. 
No constituyen prueba, naturalmente, es simple información concomitante, frágiles fragmentos con los cuales jamás podrá pretenderse una reconstrucción. Es permanentemente dinámica y válida sólo hasta que dé paso a nuestra próxima cronología que la vuelva a poner en tela de juicio. Fue así que los sumerios dejaron de parecernos la civilización primigenia ( al transformarse Tiahuanaco en su punto de partida ) para devenir en la primer civilización post-Atlántida/s.
Según diversos autores, los primeros pobladores de Tiahuanaco debieron ser (cuando la cordillera andina todavía no existía y el planeta era tal vez un único continente ) los gigantescos habitantes de la capital de la Madre Tierra o el país de Mu, que se extendía por todo el mundo.
Esta cultura ancestral y aparentemente planetaria habría prevalecido en el planeta por varios millones de años y habrían creado al homo sapiens a partir de manipulación genética avanzada. Esta creación parece haber estado a cargo de una "diosa" de enormes orejas ( que bien podrían haber sido el equivalente a unos auriculares modernos o algún otro tipo de artefacto
descripto por los hombres como sus propias orejas.) Esta diosa era llamada Mammacocha ó Mamm ( tal vez por ser su nombre de pila o bien como deidad...¡ o bien por la marca de su traje espacial! ). Todas las culturas del mundo confirmarían luego la permanencia de esta diosa-madre de la humanidad. Y sería desde entonces, desde aquella raíz fonética, que conservamos el término "madre" ó "mamá", uno de los pocos vocablos onomatopéyicamente similar en casi todos los idiomas existentes actualmente, para designar a quien nos dá la vida.
A partir de aproximadamente el año 12.000 A.C. una gigantesca y apocalíptica catástrofe habría iniciado una inexorable decadencia de la vida inteligente y espiritual en el planeta que se extiende aún hasta nuestros días. Las razones de este caótico quiebre son desconocidas: pudo tratarse de una colisión con otro cuerpo celeste, una lluvia de meteoritos, seguida de cataclismos climáticos, sísmicos y volcánicos, si nos atenemos a que la leyenda cuenta que fueron "destruidos y devorados por los propios rayos del sol" por hacer caso omiso de una profecía ( esta profecía sería la que anunciaba el desastre que finalmente ocurrió ).
Junto con la destrucción de Mu ( la primer Atlántida ), el continente único habría sido quebrado y dividido hasta ser llevado a su apariencia actual, muchas tierras se hundieron, otras se plegaron y fueron configurando las cordilleras, ríos y mares casi como las conocemos en la actualidad. Los que lograron sobrevivir habrían vivido refugiados en cuevas subterráneas durante más de 4.000 años tiempo durante el cual habrían podido extender y perfeccionar el trazado de este mundo subterráneo con interconexión continental, a lo largo y a lo ancho del planeta, que se encontraba además cubierto de densas cenizas que ocultaban el sol dando orígen a un largo período glaciar.
Al finalizar este período, los pocos sobrevivientes habrían logrado reconstruír con la ayuda humana una “Segunda Atlántida” sobre el Atlántico Norte, mucho más modesta que la de la edad de oro ( Platón habla de una segunda Atlántida ) Luego habría tenido lugar una segunda catástrofe apocalíptica, hace unos 7.000 años. En este caso habría habido mayores posibilidades de que la causa fuese una conflagración nuclear global ( o de fuerzas energéticas destructivas de similar poder ), ya que en las leyendas que describen este período existen numerosas referencias a luchas y traiciones entre dos grandes grupos de poder y aparece en los mitos por primera vez el aliento del principio de contradicción, de lucha de fuerzas opuestas de atracción y repulsión.
Las susodichas explosiones habrían cambiado la velocidad con la que nuestro planeta gira sobre su eje y los antiguos 360 días del año se convirtieron en los actuales 365. Esta conflagración no habría dejado vencedores ni vencidos, lo cual explicaría la repentina desaparición de estas culturas. Los pocos sobrevivientes habrían vuelto al mundo subterráneo, para preservarse. Los magos de los Guardianes Subterráneos habrían decidido establecer en puntos del planeta de peculiar sensibilidad telúrica puertas de entradas y salidas. Estos accesos al Mundo subterráneo interno con su realidad Mayor, se encontrarían dispersos por todo el planeta: todas las leyendas del planeta los mencionan, los guaymará, los guayaqui, y hasta los esquimales afirman que sus antepasados salieron desde el centro de la tierra.
Con los sobrevivientes humanos y gigantes de la segunda Atlántida, comienza otra historia: la de los sumerios y sus dioses…
Todas las sociedades esotéricas y secretas humanas han tenido desde entonces como aspiración profunda la esperanza de un reencuentro con la raza primordial, con las arcaicas fases filogenéticas, con la copa atlante.
Sólo podemos escarbar y especular, esperando que nuestra propia memoria genética reconozca las señales correctas.


Tomado de: NADA NOS LIBRA DE ESCORPION

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