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miércoles, 30 de abril de 2014

Maravillas del mundo antiguo V. La pirámide de Saqqara.

Maravillas del mundo antiguo V. La pirámide de Saqqara.

Vista general de la gran pirámide escalonada de Djoser.

Hace más de cuatro mil años Djoser, faraón de la III Dinastía, construye en Saqqara, cerca de Menfis, primera capital del Egipto Antiguo, su primera y gran pirámide escalonada. La necrópolis de Saqqara se extendía en el lado occidental del Nilo, y gracias a Imhotep, el gran arquitecto de Djoser, esa gran necrópolis real pasa de las antiguas mastabas funerarias a las pirámides como morada eterna del faraón. La pirámide es descubierta por el arqueólogoCecil M. Firth en 1924, y para su estudio contará con la ayuda de un joven arquitecto francés, Jean-Philippe Lauer, cuya vida quedará consagrada a Saqqara, ya que siguió trabajando en ella hasta su muerte en el año 2001 con 99 años. Gracias a él y a su magnífica reconstrucción conocemos la gran pirámide de Imhotep, con su extraordinaria intuición convirtió las ruinas de este gran recinto en uno de los más bellos monumentos de Egipto. El reinado de Djoser (2686-2648 a.C.) supone un cambio de concepción religiosa, ya que Rese convierte en la divinidad principal, un cambio cultual cuya plasmación arquitectónica fue la construcción de la primera pirámide del Egipto Antiguo. Además el culto al faraón aumenta de forma exponencial, y el responsable último de estos cambios fue el gran arquitecto Imhotep, que además ostentaba el título de sumo sacerdote de Re y canciller real. Ese cambio religioso y divinización del faraón se plasma en el gran proyecto diseñado para el recinto funerario de Djoser, cuyo elemento más representativo será la pirámide escalonada. Un gran complejo funerario que sustituye a las tumbas de los faraones de las dos primeras dinastías, las dinastías Tinitas, que eran Mastabas o edificios rectangulares de adobe de unos 7 metros de altura con distintas estancias para las ofrendas. Estamos hablando de estructuras funerarias modestas realizadas con madera, argamasa y adobe, por lo tanto, eran edificios que no estaban hechos para perdurar. E Imhotep lo que busca con su proyecto es crear una morada eterna de descanso del faraón, con la piedra tallada como elemento fundamental para aseverar su carácter de edificio para la eternidad. No en vano, estamos hablando del primer monumento de la humanidad construido íntegramente con piedra, dentro de un gran complejo funerario que abarcaba unas 15 hectáreas.
Estructura de la Mastaba inicial.

La pirámide escalonada ideada por Imhotep, que roza los sesenta metros de altura, parte de un proyecto inicial consistente en una mastaba cuadrangular realizada con piedra caliza pulida, contaba una longitud de sesenta y tres metros y ocho metros de altura, y estaba perfectamente rematada. Pero poco después esta perfecta mastaba es revestida con bloques gruesos de caliza blanca, de hasta cuatro metros de grosor. La idea de Imhotep era proteger la belleza de la inicial mastaba perfecta, ya que para los Egipcios la belleza verdadera residía en el recuerdo de la misma. Tras una inicial ampliación, de esa mastaba rectangular, en dirección este, el proyecto sufre dos grandes ampliaciones más, que le convertirán en la famosa pirámide escalonada. Con la primera ampliación se añaden cuatro escalones elevando su altura hasta los cuarenta y dos metros. Y con la segunda y última ampliación la pirámide toma su forma definitiva al dotarla de  seis escalones y prologar su base hacia el oeste y el norte. La estructura se presentaba como una gran pirámide escalonada de unos 60 metros de altura y una base de 109x121 metros, totalmente revestida por magníficos bloques de caliza blanca. La pirámide de Saqqara fue la primera construcción colosal y estable de piedra de la humanidad, obra del ingenio de Imhotep, que desarrollo un procedimiento basado en pequeños bloques de piedra que se iban añadiendo en capas sucesivas y que se asentaban por su propio peso.
Imhotep 

      Esquema de las ampliaciones de la pirámide.                       

El proyecto de pirámide de seis peldaños de Imhotep tiene una clara explicación religiosa, ya que el faraón convertido en un Dios, Osiris, ascendería directamente hacia su padre, el sol oRe, ayudado por esta monumental escalera piramidal. Luego, con la Dinastía IV, el concepto de escalera es sustituido por el de rampa de ascenso, lo que conduce a la perfección de las grandes pirámides de Giza. La pirámide es sólo la parte más visual de un conjunto funerario enorme y muy complejo que no era otra cosa que una imitación de la residencia real de Menfis. Una morada eterna en la que descansaría lo que los egipcios llamaban el "Ka",esencia vital o espíritu del faraón difunto. El vasto conjunto estaba estructurado alrededor de un gran patio en cuya parte sur se situaba la llamada tumba sur y su capilla decoradas con relieves de Djoser, a su izquierda estaban los almacenes. A la derecha del patio estaba situado el propileos de acceso al recinto, gran pasillo flanqueado por una doble hilera de grandes pilastras adosadas con la única puerta de acceso. Y distintos templos y pabellones relacionados con la celebración del llamado Hed Sed, ceremonia de coronación de del faraón como rey del Bajo y el Alto Egipto, y que suponía la regeneración de la energía vital del faraón. 



   Estatua del gran Djoser.                             Plano de Saqqara.

En la parte norte de ese patio se levanta la famosa pirámide escalonada que domina todo el recinto y donde descansa el faraón para toda la eternidad. La cámara funeraria consistía en una gran caja de granito tapada por una gigantesca tapa del mismo material. Dicha cámara estaba comunicada con un pozo de treinta metros de profundidad excavado en la roca, que tras depositar el sarcófago con la momia de Djoser, quedo totalmente sellado. En torno a la cámara funeraria se sitúan toda una serie de galerías terminadas en estructuras habitacionales totalmente forradas de placas de cerámica vidriada de color verde, eran una especie de aposentos reales en los que Djoser pasaría la eternidad. Además se encontraron otras cinco galerías, en este caso, cubiertas de madera, que dieron descanso eterno a los hijos y esposas de Djoser, por lo que el faraón no estaba sólo en su travesía en el más allá. Prueba de ello son los bellos sarcófagos de alabastro encontrados por Lauer, que albergan las momias de la familia de Djoser. Un Lauer que siguió excavando, guiado por su intuición, y descubrió once pequeñas galerías, de apenas treinta centímetros, que interpretó como almacenes. ya que encontró en ellas más de 30.000 vasos de piedra y alabastro en los que aparecían inscritos los nombres de los faraones de la I y II Dinastía. Lauer argumentaba que Djoser quiso proteger, en su inviolable tumba, los bienes de sus ancestros, para otros Djoser pudo expoliar los ajuares de las tumbas de sus antecesores, quizás la verdad nunca la sabremos exactamente. Como ocurre al norte recinto, tras la pirámide, al ser una zona que está aún por excavar, sus misterios y secretos están aún bajo las arenas de Saqqara. 

Vista del gran recinto funerario presidido por la pirámide escalonada. 

La grandeza del complejo funerario de Saqqara otorgó a su creador, Imhotep, gran fama y su sabiduría perduró durante milenios en el subconsciente colectivo. Fue el primer arquitecto conoció de la Historia y su fama se debe a la construcción del gran complejo de Djoser, la prueba de su autoría sólo reside en una inscripción al pie de una estatua real en la que podemos leer sus títulos: “... Imhotep, canciller real del Bajo Egipto, primero tras el rey, administrador del palacio, gran sacerdote de Heliopolis, maestro de constructores, escultores y fabricantes de vasos de piedra...”. Lógicamente tenemos que tomar como verdadera esta fuente inscrita en piedra, ya que de lo contrario pondríamos en duda su posterior gloría. Ya que fue venerado en el Imperio Medio y en el Nuevo como gran patrón de escribas, su gloría le hizo ascender a la categoría de Dios, al ser considerado hijo de Ptah, dios creador de la mitología egipcia, en tiempos del Egipto tardío. No un rey, sino un arquitecto de linaje desconocido era divinizado como dios de la medicina, la escritura y la sabiduría. Y su gloria fue eterna, los griegos lo identificaron con Asklépios, su dios de la medicina, que luego sería el Esculapio romano. Su tumba fue buscada desde 1935 por Walter Bryan Emery, pero aún hoy se mantiene oculta, como tantos otros secretos y misterios que se esconden bajo las arenas de Egipto.
Bibliografía Adicional:
M. Lehner. Todo sobre las pirámides. Destino, Barcelona. 2003.

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