Cómo afecta la crisis económica a la masonería?

¿Cómo afecta la crisis económica a la masonería?

GUILLERMO FUCHSLOCHER.

Comparto con ustedes el interesante artículo"Masones al sol. La crisis llega a las logias" del Q:. H:. Víctor Guerra, en el que analiza los efectos de la crisis económica en la masonería. 

Al respecto, considero que las logias poco a poco han ampliado su espectro social, por lo que ahora muchas de ellas están conformadas en gran medida por quienes pertenecen a estratos sociales medios, los que han sido golpeados por la crisis, y esto no puede obviarse e impacta en el quehacer masónico.

Pero además, el tipo de masonería de la que participo, que concuerda en buena medida con la del Q:. H:. Víctor, llama a sus miembros a aplicar fuera de los templos la teoría estudiada dentro de ellos, y en su interior los estudios teóricos no se limitan a sus principios y fundamentos, sino también a analizarlos en relación con la realidad social en que vivimos.

Sin embargo, el gran reto es pasar de las palabras a la acción y en ello muchas otras organizaciones actualmente nos llevan ventaja, pese a que tenemos como valioso precedente la trascendencia masónica de quienes nos antecedieron, expresada en importantes acciones históricas en las cuales jugaron un papel importante las logias, como las citadas en el trabajo del Q:. H:. Víctor, para el ámbito europeo; y las que menciona el Q:. H:. Pedro Saad en un trabajo que compartí hace unos días (http://goo.gl/AqKAiK), para el ámbito latinoamericano.

Pero la praxis masónica requerida debería comenzar puertas para adentro, en nuestro entorno inmediato, en nuestras familias y en nuestras logias, ya que muchos talleres no son, o han dejado de ser, una fraternidad, y se ha descuidado el interés por el bienestar de hermanos y hermanas y la práctica de la solidaridad.

En estas circunstancias, cabe retomar la esencia del quehacer masónico, es decir su carácter fraternal y la operatividad basada en sus principios, dejando de lado las discusiones bizantinas y los empeños por la suntuosidad de templos, ceremonias, condecoraciones, y más elementos que nublan nuestra visión y alimentan la comodidad enajenante y la vanidad, por lo que concuerdo con que "... para trabajar de forma masónica no hace falta nada más que ser masón", en el entendido de que serlo es un esfuerzo diario por ser mejores en función de los demás.

Un abrazo fraterno.