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lunes, 18 de febrero de 2013

VIVIERON LOS HOMBRES CON LOS DIOSES 1


Autor: Herbert Oré Belsuzarri *.

Desde la antigüedad, los escritos y tradiciones orales, narraban que los dioses y semidioses vivieron con los hombres.

La versión del Libro de la creación en el Génesis Bíblico, posee una serie de afinidades con la leyenda Babilónica del Enuma Elish. Este poema data del 2000 a 2600 a.C., mucho antes de cualquiera de las versiones del Génesis Bíblico.

El Enuma Elish cuenta que Marduk (Dios Babilonio) creó el Universo. Primero, emanó luz de los Dioses Babilónicos para iluminar su trabajo. Luego, Marduk creó el firmamento, un duro y claro “techo” que se sostiene por encima del cielo. Luego, Marduk creó la tierra seca, por debajo del firmamento, y luego creó las luces de los cielos. Finalmente, Marduk creó a los humanos, y en el día final los Dioses descansaron y celebraron. El orden de la narrativa en el Génesis sustenta signos inequívocos de la influencia del Enuma Elish (Enuma Elish, significa en acadio “cuando en lo alto”, y son las dos primeras palabras de un poema babilónico que narra el origen del mundo.

Tablillas del Enuma Elish, Museo Británico, Londres

El paralelismo se encuentra también entre el Génesis y la leyenda épica Babilónica de la Epopeya de Gilgamesh, escrita alrededor del 2000 A.C. En Gilgamech, encontramos la historia de Utnapishtim, un hombre al que la Diosa Ea le informa que la tierra será destruida por el Dios Enlil en un rapto de cólera, ahogándolo todo en un gran diluvio.

En respuesta, Utnapishtim fabrica un gran barco de madera, y lo carga con si mismo, su familia, y toda clase de animales vivos. Grandes lluvias azotan la tierra por seis días, todo es inundado y ahogado excepto Utnapishtim y su bote. Luego que las aguas “bajan”, Utnapishtim envía a una paloma, luego una golondrina, y por último a un cuervo a encontrar tierra seca. Luego del diluvio, Utnapishtim y su esposa son recompensados por los Dioses y hechos dioses a si mismos, y son llevados al cielo. (Al Noé bíblico no le llevaron al cielo). Demás está decir que las similitudes entre este poema y la leyenda de Noé son inconfundibles. Es muy probable que parte del Génesis se redactado bajo el influjo de la tradición sumeria y babilónica.

LOS DIOSES Y SEMIDIOSES ANTES DEL DILUVIO.

La escritura más antigua hallada, es la sumeria, por lo menos hasta ahora, tienen narraciones verdaderamente asombrosas, y de ser ciertas estas, muchas creencias y afirmaciones científicas, tendrían que ser revisadas y modificadas.

Para los investigadores de la cultura sumeria como Zecharia Sitchin, Samuel Noah Krammer, William Bramley  y otros, las tablillas muestran conocimientos verdaderamente impactantes, algunos de ellos afirman, conforme a las escrituras estudiadas, que el hombre no es producto de la evolución, tampoco fue creado por dios, sino que es el producto de la manipulación genética del hombre-simio que vagaba en las llanuras del África por los extraterrestres, por “los que del cielo bajaron” o más comúnmente denominados anunnaki. Por otra parte el Libro de Génesis de la Biblia recogió e hizo suyas muchas de las tradiciones sumerias que están escritos en tablillas de barro, como veremos en esta.


Para Sitchin, los anunnaki venían de Nibiru, un planeta del sistema solar, para explotar el oro del área del territorio de Shumer (Tierra de los observadores) más conocido como Sumer en la actual Irack. Estos extraterrestres estaban liderados por Enlil (Señor del Comando).

La narración de la manipulación genética ocurrió de la siguiente manera: Enlil y los anunnaki sacaban oro en las tierras del África, a donde llegó en un viaje de inspección y hubo un motín. Los Anunnaki salieron de las minas, tiraron sus herramientas en el fuego, se dirigieron para la casa donde Enlil estaba y la cercaron, gritando: "Basta”.

Enlil entró en contacto con Anu y se ofreció para desistir del comando y volver a su planeta. Anu (El Gobernante de Nibiru) vino a la tierra. Se montó una corte marcial. Enlil exigió que el instigador del motín fuera condenado a muerte. Los Anunnaki, como un todo, rechazaron a divulgar su identidad. Oyendo los testimonios, Anu concluyó que, en verdad, el trabajo era demasiado duro. Pero ¿Como interrumpir la minería del oro?

Fue entonces que Ea ofreció una solución. Contó que, en el sudeste de África, vagaba un ser que podría ser entrenado para ejecutar algunas de las tareas de minería, siempre que la "marca de los Anunnaki" pudiera ser colocada en ellos.

Ea se refería a los hombres y mujeres que habían evolucionado en la Tierra, pero que aún estaban en un nivel de evolución muy distante del alcanzado por los habitantes de Nibiru. Después de mucha deliberación, él recibió carta blanca: “Crea un Lulu, (“un trabajador primitivo”), que él soporte el yugo de los Anunnaki".

Según el relato épico “Cuando los dioses”, los dioses llamaron a la Diosa del Nacimiento (la Diosa Madre, Ninhursag) y le pidieron que realizara el trabajo:

Todos los textos sumerios afirman que los dioses crearon al Hombre para que hiciera el trabajo de ellos. Explicado en boca de Marduk, la Epopeya de la Creación da cuenta de la decisión:

Engendraré un Primitivo humilde;
«Hombre» será su nombre.
Crearé un Trabajador Primitivo;
él se hará cargo del servicio de los dioses,
para que ellos puedan estar cómodos.

(*) Es autor de varios libros, artículos y monografías que se publican en diferentes medios como las Revistas Fenix News, Hiram Abiff y en Bibliotecas en Línea:
Monografías.com:  http://www.monografias.com/
Blogs:
Gran Biblioteca Masónica:  http://granbibliotecaherbertore.blogspot.com/
M:.M:. de la P:.F:.C:.L:.B:.R:.L:.S:. FENIX 137 – 1, de la Gran Logia Constitucional del Perú. 

Puede Ud leer el libro completo en:

Herbert Ore - Vivieron Los Dioses Entre Los Hombres by HERBERT ORE BELSUZARRI

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