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sábado, 22 de febrero de 2014

De Oficio Masón - Sobre El Amor

De Oficio Masón - Sobre El Amor

La palabra amor en castellano tiene una gran potencia, de ahí que no se utilice con tanta frecuencia como en otros idiomas como el francés o el inglés.... Entre nosotros se dice más bien ·”Te quiero”, te aprecio, te estimo, rara vez te amo. La palabra amor entre nosotros parece reservada a los amores sublimes de la patria y de Dios, el Amor parece palabra reservada al discurso político y religioso. Sin embargo en masonería se utiliza, en todos los idiomas, con cierta frecuencia. En primer lugar de una manera visual se representa el Amor fraternal con El lazo de amor que recorre y envuelve las paredes de la logia. El lazo de amor señala el valor vinculante y unitivo que tiene el amor. El amor siempre es fundante y conlleva promesas y eso significa compromisos. 


Dice Julián Marías con buen criterio que aunque se ha dado por canónica la definición del hombre como un ser racional quizá fuera más acertado y más esencial definirnos como seres amorosos. Es cierto que la racionalidad es una característica nuclear de nuestra condición pero nuestra necesidad de amor, de dar y de recibir amor, es más profunda y más extensa que nuestra vocación racional. Nuestra misma condición social o política viene impregnada de esa matriz de afectos sin la que no podemos vivir. 

En segundo lugar, la logia como sociabilidad se funda sobre ese pacto asociativo en el que va implícita la consideración, el respeto mutuo, la paciencia, el interés por el otro...en definitiva al amor fraterno, que por otro lado tampoco está exento de sus ambigüedades. El método masónico que nos implica en un proceso de autoeducación integral no toca simplemente nuestro lado cerebral y racional sino que convoca a través de sus símbolos y en la vivencia de su propia sociabilidad nuestra inteligencia emocional y nuestros afectos. Si la logia fuera simplemente un lugar dedicado al raciocionio y al debate intelectual no sería algo distinto de un Ateneo y no tendría la virtualidad iniciática que tiene. 

Ese carácter de la logia como fratria y la presencia de factores afectivos en la vida de la logia es lo que le da a esta intensidad y profundidad. 

En el cuadro de oficiales de la logia, que componen entre todos ellos algo así como el conjunto de nuestras capacidades personales existe el Hermano Hospitalario, cuya joya es una bolsa con un corazón bordado, que representa de una manera simbólica y también eficiente la solidaridad no sólo con los hermanos y hermanas de la logia sino con toda la Humanidad. 

El amor no es solamente un sentimiento, sino que es también un concepto eficiente y una verdad existencial.
 
Como verdad existencial el amor es una instalación vital, si se quiere una verdad psicológica y moral que arraiga en nuestra misma condición de mamíferos que hemos sido amamantados y cobijados en el pecho materno, y que hemos quedado impregnados y troquelados en esa necesidad de calor humano, de aceptación y acogimiento. [1]En el plano ritual cada tenida en logia se cierra siempre con un acto de representación material de ese lazo de amor que queremos ser mediante la Cadena de Unión en la todos los hermanos y hermanas, en pié, de la mano formamos un círculo en el centro de la logia antes de despedirnos, sintiendo físicamente mediante ese contacto el compromiso fraternal que nos une.Una buena imagen cinematográfica de esta verdad existencial es la escena de Rosebud en la película Ciudadano Kane, del gran, en todos los aspectos, Orson Wells, en la que se muestra que al final de su vida, un hombre temido y poderoso como Kane no ha encontrado en su poder ni en su riqueza la felicidad que inconscientemente añoraba y que viene representada por un modesto trineo con el que jugaba cuando era niño y cuando su corazón amaba y era amado. 

El amor como concepto eficiente es la convicción racional, la contemplación intelectual de la unidad misma del género humano, más allá de sus diferencias y de las hostilidades y barreras culturales, históricas, o étnicas. Esa conciencia viva de que cada ser humano es en efecto en sus existenciarios igual a mí es el fundamento mismo del concepto de Humanidad. Es verdad que la palabra Humanidad ha sido manoseada y erosionada por discursos interesados, por la beatería de lo políticamente correcto y por aproximaciones ingenuas pero en el mundo de la globalización que vivimos cada vez es más verdad que Todo es Uno aunque ese uno sea a su vez plural y multicolor.  

Javier Otaola 

[1] Nota: Estudio sobre el amor – Ortega y Gasset.


Artículo que nos llegó por cortesía del H:. Julio Mario Villareal.

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