De Oficio Masón - Sobre El Amor
La palabra amor en
castellano tiene una gran potencia, de ahí que no se utilice con tanta
frecuencia como en otros idiomas como el francés o el inglés.... Entre nosotros
se dice más bien ·”Te quiero”, te aprecio, te estimo, rara vez te amo. La
palabra amor entre nosotros parece reservada a los amores sublimes de la patria
y de Dios, el Amor parece palabra reservada al discurso político y religioso.
Sin embargo en masonería se utiliza, en todos los idiomas, con cierta
frecuencia. En primer lugar de una manera visual se representa el Amor
fraternal con El lazo de amor que recorre y envuelve las paredes de la logia.
El lazo de amor señala el valor vinculante y unitivo que tiene el amor. El amor
siempre es fundante y conlleva promesas y eso significa compromisos.
Dice Julián Marías con
buen criterio que aunque se ha dado por canónica la definición del hombre como
un ser racional quizá fuera más acertado y más esencial definirnos como seres
amorosos. Es cierto que la racionalidad es una característica nuclear de
nuestra condición pero nuestra necesidad de amor, de dar y de recibir amor, es
más profunda y más extensa que nuestra vocación racional. Nuestra misma
condición social o política viene impregnada de esa matriz de afectos sin la
que no podemos vivir.
En segundo lugar, la
logia como sociabilidad se funda sobre ese pacto asociativo en el que va
implícita la consideración, el respeto mutuo, la paciencia, el interés por el
otro...en definitiva al amor fraterno, que por otro lado tampoco está exento de
sus ambigüedades. El método masónico que nos implica en un proceso de
autoeducación integral no toca simplemente nuestro lado cerebral y racional
sino que convoca a través de sus símbolos y en la vivencia de su propia
sociabilidad nuestra inteligencia emocional y nuestros afectos. Si la logia
fuera simplemente un lugar dedicado al raciocionio y al debate intelectual no
sería algo distinto de un Ateneo y no tendría la virtualidad iniciática que
tiene.
Ese carácter de la
logia como fratria y la presencia de factores afectivos en la vida de la logia
es lo que le da a esta intensidad y profundidad.
En el cuadro de
oficiales de la logia, que componen entre todos ellos algo así como el conjunto
de nuestras capacidades personales existe el Hermano Hospitalario, cuya joya es
una bolsa con un corazón bordado, que representa de una manera simbólica y
también eficiente la solidaridad no sólo con los hermanos y hermanas de la
logia sino con toda la Humanidad.
El amor no es solamente
un sentimiento, sino que es también un concepto eficiente y una verdad
existencial.
Como verdad existencial
el amor es una instalación vital, si se quiere una verdad psicológica y moral
que arraiga en nuestra misma condición de mamíferos que hemos sido amamantados
y cobijados en el pecho materno, y que hemos quedado impregnados y troquelados
en esa necesidad de calor humano, de aceptación y acogimiento. [1]En el plano
ritual cada tenida en logia se cierra siempre con un acto de representación
material de ese lazo de amor que queremos ser mediante la Cadena de Unión en la
todos los hermanos y hermanas, en pié, de la mano formamos un círculo en el
centro de la logia antes de despedirnos, sintiendo físicamente mediante ese
contacto el compromiso fraternal que nos une.Una buena imagen cinematográfica
de esta verdad existencial es la escena de Rosebud en la película Ciudadano
Kane, del gran, en todos los aspectos, Orson Wells, en la que se muestra que al
final de su vida, un hombre temido y poderoso como Kane no ha encontrado en su
poder ni en su riqueza la felicidad que inconscientemente añoraba y que viene
representada por un modesto trineo con el que jugaba cuando era niño y cuando
su corazón amaba y era amado.
El amor como concepto
eficiente es la convicción racional, la contemplación intelectual de la unidad
misma del género humano, más allá de sus diferencias y de las hostilidades y
barreras culturales, históricas, o étnicas. Esa conciencia viva de que cada ser
humano es en efecto en sus existenciarios igual a mí es el fundamento mismo del
concepto de Humanidad. Es verdad que la palabra Humanidad ha sido manoseada y
erosionada por discursos interesados, por la beatería de lo políticamente
correcto y por aproximaciones ingenuas pero en el mundo de la globalización que
vivimos cada vez es más verdad que Todo es Uno aunque ese uno sea a su vez
plural y multicolor.
Javier Otaola
[1] Nota: Estudio sobre
el amor – Ortega y Gasset.
Artículo que nos llegó
por cortesía del H:. Julio Mario Villareal.
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