El juicio de Horus y Seth
Francisco López
Introducción: En la sección de
epigrafía y papirología puede encontrarse información detallada sobre el papiro (Chester Beatty I) y el texto. Recomendamos leer esa introducción antes de la traducción, para comprender mejor cada una de las partes del relato.
Abreviaturas:
AEL-2: Lichtheim, Miriam. Ancient Egyptian Literature. A Book of Readings. Volume II: The New Kingdom, Berkeley-Los Angeles-London, University of California Press, 1976.
Romans: Lefebvre, Gustave. Romans et contes egyptiens de l’epoque pharaonique. Adrien-Maisonneuve. París, 1949.
Literature: The literature of ancient Egypt: an anthology of stories, instructions, and poetry. Edited, with an introduction, by William Kelly Simpson, with translations by R.O. Faulkner, Edward F. Wente, Jr, William Kelly Simpson. Yale University Press. New Haven, London, 1973.
Traducción:
La traducción está basada en las obras citadas anteriormente. Las divisiones en episodios se han tomado de la obra de Gustave Lefebvre. En negrita aparecen indicados los números de columna y de línea. Para bibliografía asociada véase la sección de epigrafía y papirología.
Horus y Seth se disputan la herencia de Osiris
(1,1) [Sucedió] el juicio entre Horus y Seth, misteriosos en (sus) formas, los más poderosos de los príncipes y señores existentes que (nunca) vinieron a la existencia. Un joven (dios) estaba sentado ante el Señor Universal, reclamando el cargo de su padre Osiris, de bellas apariciones, [el hijo de Pt]ah,
(1,1) el que ilumina [la Duat con] su [brillo], mientras Thot presentaba el Ojo Ileso al gran príncipe de On
(1,2) Entonces habló Shu, el hijo de Ra, ante [Atum], el gran [príncipe] de On: “La justicia es el señor de la fuerza”.
(1,3) [Administrad]lo diciendo: ‘Dad el cargo a [Horus]'”. (1,5) Y Thot dijo a la [Enéada]: “¡Esto es lo correcto un millón de veces!” Entonces Isis profirió un estrepitoso grito y se encontró plena de alegría y [fue] ante el [Señor] Universal y dijo: “Viento del norte, (ve) hacia occidente, da las buenas nuevas a Unnefer! vsp”
(1,4) Entonces Shu, el hijo de [Ra], dijo: “[El] que presenta el Ojo Sano
(1,5) parece fiel a la Enéada”.
(1,6)
Pero el Señor Universal dijo: “¿Qué significa esto, vosotros ejercitando autoridad por vosotros mismos?”
(1,7) Entonces dijo [Onuris]
(1,8):”Que él (Thot) [adopte] el cartucho de Horus, y que la Corona Blanca sea [colocada] sobre su cabeza” Entonces el Señor Universal mantuvo silencio durante un largo rato, (porque se encontraba) enojado [con] su Enéada.
Entonces habló Seth, el hijo de Nut, diciendo: “Que se enviado fuera (1,10) conmigo, y yo os permitiré ver como mis mano(s) prevalecen <sobre> las suya(s) [en presencia] de la Enéada, ya que no se conoce [ningún] (otro) método [de] desposeerlo”. Entonces Thot le dijo: “¿No deberíamos averiguar nosotros (quién es) el impostor?
(1,9) ¿Dará alguien el cargo de Osiris a Seth mientras su hijo Horus se encuentra aquí”?
(1,10)
Entonces Ra-Horajty se enojó sobremanera, porque era el deseo de Ra (2,1) dar el cargo a Seth, grande de fuerza, el hijo de Nut. Y Onuris pronunció un fuerte grito ante la Enéada, diciendo: “¿Qué haremos?” Entonces dijo Atum, el gran príncipe de On: “Llamad a Banebdyede
(2,1), el gran dios vivo, para que él pueda juzgar a los dos jóvenes. Trajeron a Banebdyede, el gran dios que habita en Sehel
(2,2) junto con Ptah-Tatenen ante Atum, quien les dijo: “¡Juzgad a los dos jóvenes, y que dejen de pelear a diario!” (2,5) Entonces Banebdyede, el gran dios vivo, respondió a lo que él (Atum) había dicho: “No ejercitemos nuestra autoridad en la ignorancia. Enviad una carta a Neith la Grande, la divina madre. Haremos lo que ella diga”. Entonces la Enéada dijo a Banebdyede, el gran dios vivo: “Ellos han sido juzgados (ya) una vez en la sala Única en Justicia.”
Thot escribe a Neith; respuesta de Neith
Y la Enéada dijo a Thot en presencia del Señor Universal: “Escribid una carta a Neith, la Grande, la divina madre, en nombre del Señor Universal, el Toro de On.” Y Thot dijo: “Yo lo haré, yo lo haré” Y se sentó a escribir la carta, que decía: “El Rey del Alto y Bajo Egipto, (2,10) Ra-Atum, amado de Thot; El Señor de las Dos Tierras, el de On, el disco solar que ilumina las Dos Tierras con su brillo, el Hapy poderoso en su inundación, Ra-Horajty; a Neith la Grande, la divina madre, que iluminó la primera cara, que está viva, robusta y joven. El ba viviente del Señor Universal, el Toro de On que es el buen Rey de Egipto, (dice) lo que sigue: Yo, tu humilde servidor paso la noche en nombre de Osiris consultando las Dos Tierras cada día, mientras Sobek perdura por siempre. ¿Qué haremos sobre estas dos personas, quienes durante ochenta años han estado ante el tribunal, y (3,1) nadie sabe cómo juzgarlos? Escríbenos lo que deberíamos hacer.”
Entonces Neith la Grande, la divina madre, envió una carta a la Enéada diciendo: “Otorgad el cargo de Osiris a su hijo Horus, y no cometáis esos grandes actos de iniquidad que están fuera de lugar, o yo me irritaré tanto que el cielo chocará contra la tierra. Y que esto le sea dicho al Señor Universal, el Toro de On: “Dobla a Seth en sus posesiones. Concédele Anat y Astarté, tus dos hijas y (3,5) sitúa a Horus en el trono de su padre Osiris”.
Deliberación de la Enéada
La carta de Neith la Grande, la divina madre, llegó a la Enéada cuando estaban sentados en la gran sala “Horus ante los Cuernos” y la carta le fue entregada a Thot en mano. Entonces Thot la leyó en voz alta ante el Señor Universal y ante la Enéada al completo. Y ellos dijeron con una única voz: “Esta diosa está en lo cierto” Pero el Señor Universal se enojó con Horus y le dijo: “Tú eres débil de cuerpo
(3,1), y este cargo es demasiado grande para ti, tú joven, cuyo aliento huele (todavía) mal.”
(3,2) Entonces Onuris se enfadó un millón de veces y de la misma forma la Enéada al completo, el Consejo de los Treinta
(3,3)
El dios Baba se levantó y (3,10) dijo a Ra-Horajty: “Tu capilla está vacía.”
(3,4) Entonces Ra-Horajty se sintió ofendido por la respuesta que se le había dado, y se tendió sobre su espalda, con el corazón muy dolorido. En tanto la Enéada salió, gritando en voz alta ante la cara de Baba, y le dijeron: “Vete fuera: tú, que has cometido una ofensa extremadamente grave”. Y después se fueron a sus tiendas.
El Gran Dios pasó un (4,1) día yaciendo sobre su espalda en su pabellón, con su corazón muy dolorido y solo. Después de un largo rato, Hathor, Señora del Sicomoro Meridional, llegó, se situó ante su padre, el señor Universal y destapó su desnudez ante su rostro.
(4,1) Entonces el gran dios se rió de ella. Se levantó y se sentó nuevamente con la Gran Enéada. Y dijo a Horus y Seth: “¡Hablad sobre vosotros mismos!”
Horus y Seth defienden sus causas
Tras esto Seth, grande en fuerza, el hijo de Nut, dijo: “Yo, yo soy Seth, el más grande en fuerza entre la Enéada, porque yo mato al (4,5) enemigo de Ra cada día
(4,2) viajando en la proa de la Barca de Millones, y ningún otro dios puede hacerlo. Yo debería recibir el cargo de Osiris” Entonces ellos (los dioses) dijeron: “Seth, el hijo de Nut, está en lo cierto”. Entonces Onuris y Thot gritaron en voz alta, diciendo: “¿Dará alguien el cargo al tío mientras el hijo del cuerpo esté aquí? Y Banebdyede, el gran dios vivo, dijo: ¿Se le dará el cargo a un joven mientras Seth, su hermano mayor, esté aquí?
(4,3)
Entonces la Enéada gritó en voz alta ante la cara del Señor Universal y le dijeron: “¿Qué significan esas palabras que dijiste, que no son dignas de ser oídas?
(4,4)
Entonces dijo Horus, el hijo de Isis: “No es bueno que se me engañe ante (4,10) la Enéada y otorgar el cargo de mi padre Osiris (a alguien) lejos de mí” E Isis se enfadó con la Enéada y realizó un juramento por (el) dios ante la Enéada, diciendo: “Tan cierto como vive mi madre, la diosa Neith y como Ptah-Tenen vive, el de altas plumas, que domina los cuernos de los dioses, estos asuntos serán expuestos ante Atum, el gran príncipe de On, y también (ante)
(4,5) Jepri que reside en su barca. Entonces la Enéada contestó: “No te pongas furiosa. El derecho le será otorgado a quien esté en su derecho. Todo lo que has dicho será hecho”.
Entonces Seth, el hijo de (5,1) Nut, se enfadó con la Enéada a causa de las palabras que habían dicho a Isis la Grande, la divina madre. Así, Seth les dijo: “Yo tomaré mi cetro de 4500 nemes
(5,1) y mataré a uno de vosotros cada día Y Seth realizó un juramento por el Señor Universal, diciendo: No pleitearé contra el tribunal mientras Isis esté aquí
(5,1). Entonces Ra-Horajty les dijo: “Cruzad a la isla que está en medio y juzgadlos allí. Decid a Nemty
(5,3), el barquero: “no transportes (5,5) a ninguna mujer que se parezca a Isis”.
El episodio de la isla que está en medio
Así la Enéada cruzó sobre la isla que está en medio, y (los dioses de la Enéada) se sentaron a comer pan. En tanto, llegó Isis y se acercó a Nemty, el barquero, que estaba sentado junto a su barca. Ella se había transformado en una anciana que andaba encorvada y (llevaba) un pequeño anillo de sello de oro en su mano. Ella le dijo: “He venido a ti para que (me) cruces a la isla que está en medio, pues he venido con esta jarra de harina (5,10) para el joven que está cuidando el rebaño
(5,4) en la isla que está en medio desde hace ya 5 días, y está hambriento”. Él la contestó: “Me han dicho: ‘No cruces a ninguna mujer'”. Entonces ella le dijo: “Es respecto a Isis lo que se te ha ordenado” Él la dijo: ¿Qué me darás por cruzarte la isla que está en medio? Isis le dijo: “Te daré este pan” y él contestó: ¿Qué es para mí tu pan? ¿Voy a cruzarte a la isla que está en medio cuando se me ha dicho, ‘Barquero no cruces a ninguna mujer’, en intercambio por tu pan? (6,1)Entonces ella le dijo: “Te daré el anillo con el sello de oro que está en (mi) mano”. Él hablo de nuevo y la dijo: “Dame el anillo con el sello de oro”. Entonces ella se lo dio, y él la transportó a la isla que está en medio.
Luego, mientras ella andaba bajo los árboles, miró y vio a la Enéada cuando los dioses se encontraban sentados, comiendo pan, ante el Señor Universal en su pabellón. Entonces Seth miró y la vio acercándose desde lejos. En eso, ella recitó un hechizo, transformándose (6,5) en una joven mujer de bello cuerpo, cuyo aspecto no existía en toda la tierra y él la deseó lascivamente. Seth se levantó de (el sitio en el que estaba) sentado y comiendo pan con la Gran Enéada y fue en su busca, mientras nadie, sino él mismo, la había visto. Permaneció detrás de un sicomoro, la llamó diciéndola: “Estoy aquí contigo, bella joven”. Ella le dijo: “[déjame decir], mi gran señor: en cuanto a mí, yo era la esposa (que vivía con) un pastor a quien di un hijo varón. Mi marido murió y el muchacho comenzó a atender el ganado
(6,1) de su padre. (6,10) Pero entonces se presentó un extraño que se instaló en mi establo y habló así a mi hijo: ‘Te derrotaré, tomaré el ganado de tu padre y te expulsaré lejos’. Así le habló. Ahora mi deseo es hacer que tú te conviertas en su defensor”.
(6,2) Entonces Seth le contestó: “¿Podrá dar alguien el ganado al extraño mientras el hijo del hombre esté aquí?” En eso, Isis se transformó en un milano, comenzó a volar y se posó en la copa de una acacia. Llamó a Seth y le dijo: “Llora por ti mismo. Tu propia boca ha hablado. Es tu propio arte (7,1) el que te ha juzgado ¿Qué réplica tienes ahora?”
Tras esto comenzó a llorar y acudió al lugar en el que estaba Ra-Horajty y lloró. Ra-Horajty le dijo: “¿Qué es lo que te preocupa?” Seth le contestó: “Esa malvada mujer vino a mí de nuevo. Ella ha hecho trampa (me ha estafado) nuevamente, transformándose a sí misma en una bella joven ante mí y me ha dicho: ‘Yo era la esposa (que vivía) con un pastor que murió. Tuve un hijo con él, que atendía (7,5) el ganado de su padre. Entonces un extraño se alojó en mi establo con mi hijo, y yo le di de comer. Y muchos días después este intruso le dijo a mi hijo: “Te venceré, tomaré el ganado de tu padre y será mío”. Así él habló a mi hijo’. Eso es lo que ella me dijo”. Entonces Ra-Horajty le dijo: “¿Y tú, qué la dijiste? Y Seth le contestó: “Yo la dije: ‘¿Puede alguien dar el ganado al extraño mientras el hijo del hombre esté allí?’ Eso (7,10) la dije. ‘El intruso debe ser golpeado con un bastón y expulsado, para poner al hijo en el lugar de su padre’. Eso es lo que la dije”.
Entonces Ra-Horajty le dijo: “Ahora observa, has sido tú mismo quien te has juzgado. ¿Qué réplica tienes ahora?” Seth le expuso: “Deja que Nemty, el barquero, sea traído, y haz que le sea infligido un gran castigo, diciendo: ¿Por qué la transportaste? Eso se le dirá”. Así pues, Nemty el barquero, fue llevado ante la Enéada, y le quitaron la parte delantera de los pies.
(7,1) Y (8,1) Nemty renegó del oro hasta ese día ante la Gran Enéada, diciendo: “¡El oro será una abominación a causa de mí (por mi culpa) en mi ciudad!
(7,2)
La Enéada reconoce los derechos de Horus
La Enéada, entonces, cruzó a la orilla occidental y (los dioses) se sentaron en la montaña. Ahora (más tarde), cuando el atardecer había caído, Ra-Horajty y Atum,
(8,1) Señor de Las Dos Tierras, el heliopolitano, escribió un mensaje a la Enéada diciendo: “¿Por qué estáis sentados de nuevo aquí? ¿Vais a hacer que los dos jóvenes pasen toda su vida en el tribunal? Cuando mi carta os alcance, pondréis la Corona Blanca sobre la cabeza de Horus, el hijo de Isis, y le nombrareis en el cargo de su padre (8,5) Osiris”.
Tras esto Seth llegó a ponerse extremadamente furioso y la Enéada le manifestó: “¿Por qué estás tan furioso? ¿No se debe actuar según las palabras de Atum, Señor de Las Dos Tierras, el heliopolitano, y Ra-Horajty?” entonces la corona blanca fue colocada sobre la cabeza de Horus, el hijo de Isis. Y Seth, que estaba muy furioso, lanzó un gran grito a la cara de la Enéada, diciendo: “¿Le será dado el cargo a mi hermano pequeño mientras yo, su hermano mayor, esté aquí? e hizo un juramento, diciendo: “La Corona Blanca será quitada de la cabeza de Horus, hijo de Isis, y será arrojado a las aguas, para que yo pueda luchar contra él por el cargo de gobernante”. Entonces Ra-Horajty consintió.
Escenas de magia
Así, Seth le dijo a Horus: “Ven, transformémonos nosotros mismos en dos hipopótamos y sumerjámonos (8,10) dentro de las aguas profundas en medio del mar (El gran Verde). Y el que emerja en el curso de tres meses enteros, no recibirá el cargo”. Y así fue como se sumergieron juntos. Luego, Isis se sentó llorando y dijo: “¡Seth matará a Horus, mi hijo!”, tras lo cual tomó una cantidad de hilo e hizo una cuerda. Tomó un deben de cobre y lo fundió (en la forma de) un arma de mar (arpón). Le ató la cuerda y lo lanzó al agua en el lugar en el que Horus y Seth se habían sumergido.
(9,1) Pero el arma golpeó en el cuerpo de su hijo Horus. Y Horus gritó, diciendo: “¡Ven a mí, madre Isis, mi madre! Ordena a tu arpón que salga de mí, yo soy Horus, hijo de Isis”. Entonces Isis emitió un fuerte grito y le ordenó a <su> arma: “Sal de él, él es Horus, mi hijo”. Y el arpón salió de él.
Así, ella lo lanzó de nuevo al agua, y esta vez golpeó en el cuerpo de Seth, quien gritó, proclamando: “¿Qué te he hecho, mi hermana Isis? (9,5) Suplica a tu arma para que salga de mí. Soy tu hermano materno, Isis”. Entonces ella se sintió muy apenada por él. Y Seth la llamó, diciendo: “¿Prefieres al intruso más que a <tu> hermano materno Seth? Por eso Isis llamó a su arma, diciendo: “¡Sal de él! Es el hermano materno de Isis a quien estás hiriendo”. Y el arma salió de él.
(9,1)
(A consecuencia de esto), Horus, hijo de Isis, se enfureció contra su madre Isis y salió (del agua), con su cara encarnizada como la de un leopardo
(9,2) y con su cuchillo de 16 deben
(9,3) en su mano. Entonces cortó la cabeza de su madre Isis, la cogió en sus brazos, y subió a la montaña. Luego Isis se transformó en una estatua de piedra que no tenía cabeza y Ra-Horajty le dijo a Thot: “¿Qué ese eso que acaba de venir y no tiene cabeza?” Thot contestó a Ra-Horajty: “Mi buen señor, es Isis la Grande, la divina madre, su hijo Horus le ha cortado la cabeza”. Entonces (10,1) Ra-Horajty lanzó un gran grito y le propuso a la Enéada: “Acudamos y castiguémosle severamente” Y así, la Enéada subió a las montañas a buscar a Horus, hijo de Isis.
Mientras tanto Horus, estaba tendido bajo un árbol shenusha en la tierra de los oasis. Entonces Seth lo encontró, lo cogió, y lo arrojó sobre su espalda en la montaña. Tras esto le arrancó sus dos ojos de sus órbitas y los enterró en la montaña. Por la mañana
(10,1) sus dos globos oculares (10,5) se convirtieron en dos bulbos que crecieron en lotos. Seth volvió y dijo a Ra-Horajty falsamente: “No encontré a Horus”, aunque él (realmente si) lo había hallado.
Entonces Hathor, Señora del Sicomoro Meridional, fue y encontró a Horus cuando se encontraba tendido llorando en el desierto. Ella cogió una gacela, la ordeñó, y le habló a Horus, diciendo: “Abre tus ojo(s), para que pueda poner esta leche
(10,2) en ellos”. Él abrió sus ojo(s) y ella puso la leche en ellos; la puso en el ojo derecho; la puso en el ojo izquierdo. “Abre tus ojo(s)” y él abrió sus ojo(s). <Ella> los miró, encontrándolos cicatrizados. Entonces (10,10) fue a decir a Ra-Horajty: “(Yo) he encontrado a Horus privado de sus ojo(s) por Seth, pero los he restaurado (y sanado). Mira, el viene hacia aquí ahora.”
Entonces la Enéada afirmó: “¡Qué Horus y Seth sean convocados y juzgados! Así, fueron llevados ante la Enéada. El Señor Universal expuso ante la gran Enéada a Horus y Seth: “¡Id y haced caso a lo que yo os diga: Comed (11,1), bebed, y abandonadnos en paz! ¡Dejad de luchar todos los días!”
Horus y Seth se marchan juntos
Entonces Seth le dijo a Horus: “Ven, hagamos un día de fiesta en mi casa” Y Horus le dijo: “Lo deseo, lo deseo”. Entonces, cuando la hora del atardecer había llegado, se preparó una cama para ellos, y se tumbaron juntos. Por la noche, Seth permitió que su miembro llegara a estar duro y lo introdujo entre los muslos de Horus. Y Horus situó sus manos entre sus muslos y cogió el semen de Seth. Entonces Horus (11,5) fue a decirle a su madre Isis: “Ven, Isis mi madre, ven y mira lo que Seth me ha hecho: Él abrió sus mano(s) y dejó que ella viera el semen de Seth. Ella gritó, tomo su (cuchillo de) cobre, cortó sus mano(s) y las lanzó al agua. Entonces hizo unas nuevas mano(s) para él. Y ella tomó una pizca de ungüento dulce y la puso en el miembro de Horus. Lo hizo para que llegase a estar erecto, lo colocó sobre un tarro, y él dejo que su semen fluyera dentro de él.
(11,1)
Por la mañana Isis fue con el semen de Horus al jardín de Seth y le dijo al jardinero de Seth: “¿Qué clase de plantas(11,10) come aquí Seth contigo?” El jardinero la contestó: “La única planta que Seth come aquí conmigo es la lechuga”.
(11,2) Entonces Isis puso el semen de Horus sobre ellas. Seth llegó según su costumbre diaria y comió las lechugas que normalmente comía, por lo que quedó preñado por el semen de Horus.
El juicio vuelve a empezar
Entonces Seth fue a decir a (12,1) Horus: “Ven, vayamos, para que yo pueda enfrentarme a ti en el tribunal”. Y Horus le dijo: “Lo deseo, lo deseo”. Así es como fueron juntos al tribunal, presentándose ante la gran Enéada y les fue dicho: “Hablad sobre vosotros mismos”.
Entonces Seth dijo: “Haced que el cargo de gobernante, vsp, me sea concedido a mí, porque en lo que respecta a Horus, que está ahí, yo he realizado un acto de hombre sobre él. Entonces la Enéada emitió un sonoro grito, y vomitaron y escupieron en la cara de Horus. Pero Horus se rió de ellos; y Horus realizó (12,5) un juramento por (el) dios, diciendo: “Lo que Seth ha dicho es falso. Dejad que el semen de Seth sea convocado, y veamos el lugar desde el que contesta. Después dejad que el mío sea llamado, y veamos el lugar desde el que contesta.”
Thot, Señor de la escritura, el verdadero escriba de la Enéada, tendió su mano sobre el hombro de Horus y dijo: “Sal, semen de Seth. Y él le contestó desde el agua de dentro del [pantano]. Entonces Thot tendió su mano sobre el hombro de Seth diciendo: “Sal, semen de Horus”. Y él le contestó: “¿Por dónde debo salir? a lo que Thot contestó:”Sal (12,10) por su oreja”. Pero él le expuso: “¿Debo salir por su oreja, yo, que soy una semilla divina? Y por eso Thot hablo nuevamente y le dijo: “Sal de la parte superior de su cabeza (su frente)” Entonces (el semen) salió como un disco solar de oro sobre la cabeza de Seth. En ese momento, Seth se puso muy furioso, y alargó su mano para agarrar el disco solar de oro, pero Thot lo alejó (13,1) de él y lo puso como una corona sobre su (propia) cabeza. Así la Enéada dijo: “Horus está en lo cierto, Seth está equivocado”. Por esto, Seth se enfureció mucho y gritó, porque ellos habían dicho: “Horus está en lo cierto, Seth está equivocado”.
Nuevas escenas de magia
Entonces, Seth realizó un gran juramento por (el) dios, diciendo: “No le será dado el cargo hasta que él haya sido sacado fuera conmigo. Construiremos barcos de piedra y haremos una carrera uno contra el otro. Al que gane sobre su rival,(13,5) le será dado el cargo de gobernante, vsp”. Entonces Horus se construyó una barca hecha de madera de pino, recubriéndola con yeso, y la arrojó al agua a la hora del atardecer, sin que nadie en toda la tierra lo viese. Pero Seth vio el barco de Horus y pensó que era de piedra. Se fue a la montaña, cortó un pico de montaña, y se construyó para sí mismo una barca de piedra de 138 codos. Entonces embarcaron en sus barcos, en presencia de la Enéada. Pero el barco de Seth se hundió en el agua y Seth se transformó en un hipopótamo (13,10) que destruyó el barco de Horus. Entonces Horus asió su (arma) de cobre y golpeó el cuerpo de Seth. Pero la Enéada le dijo: “¡No lo golpees!”
Horus acude a Neith
Entonces él tomó su equipo de navegación (los arpones), lo puso en su barco, y navegó río abajo a Sais, para decirle a Neith la Grande, la divina madre: “Permite que sea juzgado con Seth, porque hace ya ochenta años que estamos ante el tribunal, (14,1) pero ellos no saben cómo juzgarnos. Él no ha sido declarado justo en mi contra, pero hasta ahora un millar de veces ha sido reconocido mi derecho contra él, día tras día. Pero él no presta atención a lo que la Enéada dice. Me he enfrentado a él en la sala Camino de la Verdad, (en la que) fui encontrado justo en su contra. Me he enfrentado a él en la Sala de Horus ante los Cuernos” y fui encontrado justo contra él. Me he enfrentado a él en la Sala del Campo de Juncos” y fui encontrado justo contra él. Me he enfrentado a él en la Sala del Estanque del Campo” y fui encontrado justo contra él. (Además) la Enéada le ha dicho a Shu, hijo de Ra: ‘Horus, hijo de Isis, está en lo cierto en todo lo que ha dicho'”.
(14,1)
Correspondencia con Osiris
(14,5) Declaración hecha por Thot al Señor Universal: “Haz que se envíe una carta a Osiris, para que él pueda juzgar entre los dos jóvenes”. Y Shu, hijo de Ra, expuso: “Justo un millón de veces es lo que Thot ha dicho a la Enéada”. Entonces el Señor Universal le habló a Thot: “Siéntate y escribe una carta a Osiris, para que nosotros podamos oír lo que él tenga que decir”. A continuación, Thot se sentó a escribir la carta a Osiris que decía: “El Toro,
(14,2) el león que caza por sí mismo; Las Dos Señoras: Protector de dioses, El que domina a Las Dos Tierras; Horus de Oro; Inventor de la humanidad en el Principio; Rey del Alto y Bajo Egipto: Toro que habita en On, vsp, hijo de Ptah: El (más) Glorioso de las Dos Orillas, que aparece como padre de su Enéada, que vive del oro y todas los barnices (o piedras preciosas), vsp. Escríbenos qué deberíamos hacer en cuanto a Horus y Seth, para que no ejerzamos (nuestra) autoridad con desconocimiento”.
(Muchos días) después de esto, la (14,10) carta alcanzó al Rey, el hijo de Ra, Grande en Generosidad, Señor del Sustento, quien gritó cuando la carta fue leída ante él y contestó, con gran prisa, (escribiendo) al lugar en el que el Señor Universal estaba junto a la Enéada, diciendo: “¿Por qué está mi hijo Horus siendo defraudado, cuando fui yo quien os dio vuestra fuerza? Fui yo (solo) quien creó la cebada y el emmer
(14,3) para alimentar a los dioses, así como al ganado después de los dioses, cuando ningún dios o diosa existente podía hacerlo”.
La (15,1) carta de Osiris llegó al lugar en el que se encontraba Ra-Horajty, cuando estaba sentado con la Enéada en el Campo Blanco de Xois. Le fue leída a él y a la Enéada y Ra-Horajty dijo: “Contestad por mí la carta de Osiris rápidamente, y decidle en la carta: “Si tú no hubieras venido a la existencia, si no hubieras nacido, la cebada y el emmer sin embargo existirían igualmenteñ.”
La carta del Señor Universal llegó ante Osiris y fue leída en su presencia. Entonces él escribió a Ra-Horajty de nuevo, diciéndole: “Muy hermoso es todo lo que has hecho y lo que la Enéada ha hecho
(15,1), pero se hizo que Maat entrara en el Más Allá. Ahora presta atención a este asunto. (15,5) La tierra en la que estoy está repleta de mensajeros de aspecto feroz quienes no temen a ningún dios ni diosa. Si los envío, ellos me traerán el corazón de cada uno de los seres que cause mal, y ellos permanecerán aquí conmigo. ¿Qué bueno es para mí estar aquí, descansando en el oeste, mientras todos vosotros estáis fuera? ¿Quién entre ellos
(15,2) es más poderoso que yo? Pero ellos han inventado las malas acciones. Cuando Ptah el Grande, Sur de su Muro, Señor de Anj-Tauy (Menfis), creó el cielo, ¿no dijo a las estrellas que están allí: “Es en el Oeste, donde el rey Osiris habita, donde iréis cada noche” y después de los dioses toda la humanidad también irá a descansar donde estáis?” Así me dijo.”
Tiempo después de esto, la carta de Osiris llegó al lugar donde el Señor Universal se encontraba junto con la Enéada. Thot recibió la carta y la leyó ante (15,10) Ra-Horajty y la Enéada. Y ellos dijeron: “Está en lo cierto, es correcto todo lo que él dice, el Grande en Generosidad, el Señor del Sustento, vsp.
El triunfo de Horus
Entonces Seth manifestó: “Seamos llevados a la Isla en el Medio, para que (yo) pueda discutir con él! Y fue a la Isla en el Medio. Pero Horus fue declarado justo contra él.
Entonces Atum. Señor de Las Dos Tierras, el Heliopolitano, se dirigió a Isis, diciendo: “Trae a Seth atado a un palo”: Así Isis llevó a Seth atado a un palo, como un prisionero. Atum le dijo: ¿Por qué te has resistido a ser juzgado y has usurpado por ti mismo el cargo de Horus?” Seth le contestó: “No es así, mi buen señor. Haz que Horus, hijo de Isis, sea convocado, y permite que le sea dado el cargo de (16,1) su padre Osiris.”
Horus, hijo de Isis fue llevado y la Corona Blanca puesta sobre su cabeza. Le situaron en el asiento de su padre Osiris y dijeron ante él: “Tú eres el buen Rey de Egipto (Ta-Meri), eres el buen señor, vsp, de todas las tierras por toda la eternidad”. Entonces Isis emitió un fuerte grito a su hijo Horus, diciendo: “Tú eres el buen Rey, mi corazón se regocija. Alegrarás la tierra con tu apariencia”.
Luego dijo Ptah el Grande, Sur de su Muro, Señor de Anj-Taui (Menfis): “¿Qué haremos con Seth, ahora que Horus se ha situado en el asiento de su padre Osiris? Entonces Ra-Horajty dijo: “Permitid que Seth, hijo de Nut, me sea dado para que habite conmigo y esté en mi compañía como un hijo. Y tronará en el cielo y será temido”.
Entonces (16,5) vinieron para decir a Ra-Horajty: “Horus, hijo de Isis, ha sido elevado como Soberano, vsp”. Acto seguido Ra-Horajty se alegró mucho y proclamó ante la Enéada: “Regocijaos por todas los rincones de la tierra, por Horus, hijo de Isis!
E Isis dijo:
“Horus se ha alzado Soberano, vsp.
La Enéada está de fiesta, el cielo en júbilo
Toman guirnaldas al ver a Horus, hijo de Isis
Alzado como Gobernante, vsp, de Egipto,
Los corazones de la Enéada se alegran,
La tierra entera se regocija
Cuando ven a Horus, hijo de Isis
En el cargo de su padre,
Osiris, señor de Busiris”.
Así concluye con éxito en Tebas, el lugar de [la Verdad].
Notas:
(1,1) Sin duda una referencia a la teología menfita que aparece nuevamente más abajo, en la carta enviada por Thot a Osiris.
(1,2) El Señor Universal es el dios sol Ra en todas sus manifestaciones, que incluyen Ra-Horajty, Atum y Jepri. En esta historia, sin embargo, Ra-Horajty y Atum son en algunos casos vistos como una personalidad y en otros como dos entidades distintas. El Ojo Sagrado que Thot presenta al dios-sol es un complejo símbolo que aquí significa el trono de Egipto que se disputan Horus y Seth. AEL-2, p. 223, n. 1.
(1,3) i.e. ‘que el derecho rige sobre el poder’.
(1,4) Epíteto de Osiris. Véase la entrada correspondiente en
el Panteón
(1,5) i.e. Thot.
(1,6) Otra posibilidad, dada por Lichteim: ‘Presentar el Ojo Udyat (a Horus) parece justo por parte de la Enéada’. AEL-2 p. 214.
(1,7) i.e. ‘tomando decisiones’.
(1,8) Podría hablar Onuris o la Enéada; la restauración no es segura.
(1,9) o ‘¿No sabemos nosotros lo que es injusto?’.
(1,10) i.e ‘está vivo’.
(2,1) o “Ba, señor de Mendes”; es el dios carnero de Mendes, una ciudad del Delta, la metrópolis del nomo 16 del Bajo Egipto. Llamándole un habitante en Setit (la isla Sehel en la primera catarata) está asociado con el dios carnero del sur Jnum, AEL-2 p. 223, n. 3.
(2,2) Setit, una isla de la primera catarata.
(3,1) Véase la referencia de Plutarco a Horus, como un joven débil de miembros.
(3,2) Quizás referido al mal aliento de un niño de leche. Horus es tratado aquí como joven inexperto que no merece el cargo de su padre.
(3,3) El consejo de los Treinta.
(3,4) Para Lichteim aparentemente significa: ‘Márchate’. AEL-2 p. 223, n. 7.
(4,1) Lit. ‘puso su vagina (kAt.s) ante sus ojos’.
(4,2) Edward F. Wente dice que la referencia es al papel beneficioso de Seth como aniquilador diario de Apep, la serpiente que encarnaba el caos. Literature, p. 113, n. 9.
(4,3) En este caso Seth aparece como tío y a la vez hermano de Horus. Dos leyendas diferentes se mezclan aquí.
(4,4) Las palabras que ha pronunciado el Señor Universal no aparecen en el texto.
(4,5) Realmente Atum y Jepri actúan como un único ente divino.
(5,1) nms(t) Aparentemente una medida de peso. Véase Romans p. 189, n. 48.
(5,2) ‘en él’. Lógicamente Seth quiere que Isis no forme parte del tribunal por ser parte interesada.
(5,3) Nemty o Anty. Dios del nomo 12 del Alto Egipto, representado como un halcón sobre la cubierta de una barca. Véase la entrada correspondiente en
el Panteón.
(5,4) Una paronomasia; la palabra egipcia iAwt puede significar tanto “ganado” como “cargo”, Literature p. 114, n. 13).
(6,1) Nuevamente se juega con el término. La frase podría ser ‘y el muchacho comenzó a atender el cargo de su padre’
(6,2) Lit. ‘seas un campeón para él’. Literature p. 115, n 14.
(7,1) Los dedos, de ahí el epíteto del dios, “El que tiene garras”.
(7,2) Aparentemente el oro era tabú en la ciudad de Nemty de Dyufyet, localizada al norte de Assiut. Véase Bakir, The Cairo calendar, recto XIV, 2-3, y Gardiner, Ancient Egyptian Onomastica, 2:68*-71*. Literature. p. 116, n. 15.
(8,1) Un único dios, como manifestación de la mañana y la tarde. Por esto, en las líneas siguientes se emplea la primera persona singular cuando habla el dios. Literature p 117, n.16.
(9,1) Este mismo episodio aparece en dos papiros dedicados a los días afortunados y desafortunados. Se trata del Papiro Sallier IV y The Cairo Calendar.
(9,2) Aby Sma. Para un estudio sobre leopardos, guepardos (Aby mH) y panteras (Aby, bA), véase Egipto, Signos y Símbolos de lo Sagrado de Elisa Castel. Alderabán. Madrid, 1999 y sobre todo Propuesta para la reidentificación de alunas pieles de uso sacerdotal en el Antiguo Egipto de la misma autora en BAEDO 34, 1998.
(9,3) 1 deben ~ 90 gr.
(10,1) Edward F. Wente traduce: ‘para que iluminaran la tierra’ como continuación de la frase anterior, de la misma forma que Lefebvre. Por otra parte J Spiegel la sitúa al final de la siguiente frase. Véase Romans p. 195 n. 72.
(10,2) Aquí la leche actúa como elemento curativo. Para una descripción detallada véase Egipto, Signos y Símbolos de lo Sagrado citada anteriormente.
(11,1) Este episodio de las relaciones entre Horus y Seth aparece también en una variante anterior, en la que Seth fuerza a Horus. Isis le aconseja no ceder a las proposiciones de Seth por ser frágil de cuerpo. En cualquier caso le aconseja que si Seth persiste coja su semen, de la misma forma que en esta versión. Para referencias y estudios véase La vida cotidiana de los dioses egipcios, p 104 y ss. de Dimitri Meeks y Christine Favard-Meeks, Madrid 1996.
(11,2) La lechuga, en la que se veían propiedades afrodisíacas, estaba vinculada al dios de la fertilidad Min.
(14,1) Aquí el relato pierde continuidad. Tras la petición de Horus a Neith, no hay contestación de la diosa, se pasa directamente a la consulta a Osiris.
(14,2) A continuación vienen los cinco nombres reales.
(14,3) Una variedad de trigo.
(15,1) Edward F. Wente: “Es extremadamente bueno todo lo que has hecho, Oh tú, que inventaste a la Enéada como conclusión”. Literature p. 131.
(15,2) Aquí se dirige claramente en tercera persona a los dioses.
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