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miércoles, 31 de mayo de 2017

La Diosa ISIS. “Fuerza fecundadora de la naturaleza”.

La Diosa ISIS. “Fuerza fecundadora de la naturaleza”.

La diosa Isis, pintura mural, ca. 1360 a. C. ( F/W) Su culto se propagó por todos los pueblos del Mediterráneo, resistiendo la expansión del cristianismo durante el Imperio romano hasta que fue prohibido en tiempos de Justiniano I, en el año 535

ISIS es el nombre griego de una diosa de la mitología egipcia. Su nombre egipcio era Ast, que significa trono, representado por el jeroglífico que portaba sobre su cabeza. Fue denominada “Gran maga”, “Gran diosa madre”, “Reina de los dioses”, “Fuerza fecundadora de la naturaleza”, “Diosa de la maternidad y del nacimiento”. Se le llamaba Señora de Todo, la Omnividente, la Todopoderosa, la Reina del Mundo Habitado, Estrella de Mar, Diadema de la Vida, Salvadora, Gracia, Belleza, Fortuna, Verdad, Sabiduría y Amor. ISIS , la diosa de los mil nombres se le llegó a identificar prácticamente con todas las diosas alumbradas por el fértil Mediterráneo. A cargo de Isis estaba la civilización, que era también su don supremo.

Era más prominente mitológicamente como la esposa y hermana de Osiris y la madre de Horus y fue venerada como la esposa y la madre arquetípica. Coronada con la luna en cuarto creciente, sus sienes ceñidas con una diadema de lotos azules y en sus brazos el niño dios Horus, todavía algunas de sus estatuas se identifican con la Virgen María de los cristianos.

En el mito de Isis y Osiris se encierra la esencia de la religión y la espiritualidad de los antiguos egipcios. La historia se inscribe en una compleja cosmogonía con la que los egipcios trataban de explicar el origen del universo. Isis y Osiris eran hijos del dios de la tierra y la diosa del cielo, Geb y Nut respectivamente, que a su vez descendían de otra pareja divina, Shu y Tefnut, creados por el dios primordial del universo, Atum. Isis y Osiris formaban una pareja, y tenían otros dos hermanos también casados, Set y Neftis.

Las primeras menciones de Isis datan de la dinastía V de Egipto en la cual se encuentran las primeras inscripciones literarias, pero su culto se hizo prominente más tarde en la historia egipcia, cuando se empezaron a absorber y sincretizar los cultos de otras diosas.


Himno a Isis, siglos III o IV, descubierto en Nag Hammadi:
Porque soy la primera y la última,
yo soy la venerada y la despreciada,
yo soy la prostituta y la santa,
yo soy la esposa y la virgen,
yo soy la madre y la hija,
yo soy los brazos de mi madre,
yo soy la estéril y numerosos son mis hijos,
yo soy la bien casada y la soltera,
yo soy la que da a luz y la que jamás procreó,
yo soy el consuelo de los dolores del parto,
yo soy la esposa y el esposo,
y fue mi hombre quien me creó,
yo soy la madre de mi padre,
soy la hermana de mi marido,
y él es mi hijo rechazado. 
Respetadme siempre,
porque soy la escandalosa y la magnífica.

La diosa pájaro del IV milenio a.C. (Egipto predinástico) se refleja en las alas de Isis que todo lo protege.

El papel de Isis como guía a los infiernos, fue retratada a menudo con los brazos extendidos con alas en posición de protección. La imagen de las alas de Isis fue incorporado en el trono egipcio en el que se sentaban los faraones, las alas de Isis protegiendo. En los textos de las pirámides se dice que el difunto “respira el hálito de Isis” (Budge “The Gods of the Egyptians” vol 1) imagen que surge del relato en la que Isis asume la forma de un milano y, con el batir de sus alas, creaba el viento o hálito de vida para despertar a su difunto esposo Osiris y devolverlo a la vida, concibiendo un hijo del dios mientras este yacía en su cofre, respirando hálito de vida y apartado, por lo tanto, de la muerte. Así, Isis revolotea con sus alas dadoras de vida sobre todas aquellos cuya alma ha abandonado su cuerpo por la boca, ofreciéndoles la primera bocanada de la vida eterna. El alma Ba (el alma individual y personal) también revolotea sobre el difunto en forma de pájaro, hasta que se une con el Ka (el alma universal), la esencia del poder de la vida.

Otra de las oraciones dedicadas a la Diosa es la siguiente:


¡Oh Isis! Madre del Cosmos raíz del amor
tronco, capullo, hoja, flor y semilla de todo lo que existe.
A ti, fuerza naturalizante, te conjuramos.
Llamamos a la reina del espacio y de la noche.
Y besando sus ojos amorosos bebiendo el rocío de sus labios
respirando el dulce aroma de su cuerpo
exclamamos: ¡Oh Nuit! Eterna seidad del cielo,
que eres lo que fue y lo que será
¡Isis, a quien ningún mortal ha levantado el velo!
Cuando tu estés bajo las estrellas irradiantes
del nocturno y profundo cielo del desierto
con pureza de corazón
y en la flama de la serpiente te llamamos.

EL relato más inspirado de toda la literatura antigua aparece en el Asno de oro, escrito por Lucio Apuleyo en el siglo II d.C.; se trata de la primera novela en latín, en la de Lucio invoca a Isis desde las profundidades de su tristeza, tras lo cual, aparece ella y le dice:

“Aquí me ves, Lucio, en respuesta a tu plegaria. Sepas que soy madre y naturaleza universal, señora de todos los elementos, principio primordial de los tiempos, soberana de todas las cosas espirituales, reina de la muerte, de los oceános, y también reina de los inmortales, la única manifestación de todos los dioses y diosas, mi gesto manda sobre las alturas resplandecientes del cielo, la saludable agua del mar y los secretos lloros del infierno. Aunque soy adorada en muchos aspectos, y conocida por nombres innumerables… los troyanos, que fueron los primeros que nacieron en el mundo, me llaman Pesinuntica, madre de los dioses, los atenienses, naturales y allí nacidos, me llaman Minerva y cecrópea, Pesinuntica, madre de los dioses, los atenienses, naturales y allí nacidos, me llaman Minerva cecrópea, y también los de Chipre, que moran cerca de la mar, me nombran Venus Pafia, los arqueros y sagitarios de Creta, Diana, los sicilianos de tres lenguas me llaman Proserpina, los eleusino, la diosa Ceres antigua y otros me conocen como Juno, otros Bellona, otros Hectes, otros Ranusia pero los egipcios que se destacan en el aprendizaje y culto antiguo, me llaman por mi nombre verdadero… Reina Isis.
Yo soy la madre natural de todas las cosas, señora y rectora de todos los elementos, la progenie inicial de los mundos, poseedora de los poderes divinos, reina de todo lo que hay en el Infierno, señora de todos los que viven en el Cielo, que se manifiesta única y bajo una sola forma en nombre de todos los dioses y diosas. Dispongo a mi voluntad de los planetas del cielo, los saludables vientos de los mares y los omninosos silencios del infierno; mi nombre, mi divinidad, se adora por todo el mundo y de diversas maneras, con costumbres variables y bajo muchos nombres”

Spica es una brillante estrella binaria blanca simbolizada como una espiga de trigo en la mano izquierda de la Doncella. También llamada Spicum, Spigha, Stachys, Stakhus (griego: espiga de trigo), Arista (latín: espiga), Aristae Puella (latín: grano de la doncella) y Spica Virginis o la Espiga de la Virgen. En el antiguo Egipto la estrella se asoció con la diosa del Nilo Isis, y los templos de la ciudad en ruinas de Akhenaton parecen haberse alineado con la salida y la puesta de esta estrella. En la astrología antigua, las características de la estrella más brillante de una constelación podían caracterizar a toda la constelación, y en este caso, Virgo era conocida por los egipcios como ” la esposa más dedicada”, clara alusión a Isis en su búsqueda de Osiris.

Poca información ha sobrevido sobre los rituales egipcios de Isis. Sin embargo, es claro que fueron tanto iniciados sacerdotes como sacerdotisas, los que oficiaron los rituales de su culto a lo largo del tiempo. En la época greco-romana, muchos de ellos eran curanderos, y se decía que muchos otros tenían poderes especiales, incluyendo la interpretación de los sueños y la capacidad de controlar el tiempo atmosférico, mediante el trenzado del cabello o por no peinarse. Se pensaba esto último, porque los egipcios consideraban que los nudos tenían poderes mágicos.

Después de la conquista de Egipto por Alejandro Magno, el culto de Isis se extendió por todo el mundo grecorromano.

El himno de Ios

Yo soy Isis.
Soy aquella a quien las mujeres llaman diosa.
Ordeno que las mujeres sean amadas por los hombres.
Yo uní a la esposa con el esposo e inventé el matrimonio.
Yo ordené que las mujeres parieran hijos y que los hijos amaran a sus padres…

La conocían sus fieles solamente en noviembre, cuando era paseada en procesión por sus sacerdotes de negra estola. Cubierta de joyas y suntuosamente ataviada, la verdadera imagen de Isis salía a vivir el recurrente drama de la pasión de Osiris…Osiris, el joven dios muere a manos del artero Tifón. La joven Isis peregrina por el mundo en busca de su cadáver despedazado…

Más tarde y siempre puntual, ocurre su resurrección gloriosa. Isis deja de llorar. En primavera, una suntuosa procesión se orquestaba para botar al agua la embarcación simbólica de la diosa… Quienes participaban en ella debían pasar por la muerte ritual para gustar plenamente la sagrada copa de la vida.

Los misterios egipcios parecen ser los más antiguos, y los de Isis y Osiris llevados a Roma bajo este nombre, dieron sin duda nacimiento a las tres grandes iniciaciones llamadas misterios órficos, misterios eleusinos y misterios samotrácicos.

El culto a la Diosa, tanto en Roma como en Grecia, pervivió con gran vigor hasta los primeros siglos de nuestra era, hasta el momento de expansión del Cristianismo y de la adopción de los cultos egipcios por el mundo romano. Para muchos romanos, la egipcia Isis era un aspecto de la frigia Cibeles, cuyos ritos orgiásticos fueron al final, naturalizados en Roma, llegando a ser conocida como Isis de los diez mil nombres. Entre los nombres de la Isis romana, el de Reina del Cielo, se destaca por su larga y continua presencia. Heródoto identificó a Isis con las diosas griegas y romana de la agricultura, Deméter y Ceres.

El culto a Isis en Hispania = tierra de conejos (actual España): Hay evidencias del culto a Isis, transmitido por comerciantes, militares o simples ciudadanos griegos y romanos.
Al principio su veneración es popular para después llegar hasta las capas más altas. Existió un culto organizado, en Emérita Augusta (Mérida), Igabrum (de Córdoba) y Valentia (Valencia) y devotos en Legio (León), Astúrica Augusta (Astorga), Acci (Guadix), Saguntum (Sagunto) y Tarraco (Tarragona). Los últimos documentos referentes al culto a Isis en Hispania datan de la primera mitad del siglo III ddc.

Isis curaba enfermos irreversibles y, cuando lo hacia, se le colocan placas con inscripciones de agradecimiento. Era guía de navegantes y allá donde aparecía surgia un manantial cuyas aguas eran curativas. Sus procesiones fueron muy semejantes a las que vemos en Semana Santa. Se le alumbraba con velas el camino para que encuentrase a su esposo, se le cantaba a su paso, se lloraba la muerte de Osiris y se celebraba su resurrección. Incluso su hijo Horus, nacio con el sol el 25 de diciembre.

EL Culto a Isis se propagó por todo el Mediterráneo, resistiendo la expansión del cristianismo y se mantuvo en el templo de File durante el Imperio Romano hasta que fue prohibido en tiempos de Justiniano I, en el año 535 ddc. Cuando el mundo antiguo terminó y los dioses como Zeus, Apolo y el helenístico Serapis fueron desterrados, sólo sobrevivió Isis, la diosa de los mil nombres, bajo otro culto universal: el de la Virgen María.
El culto de Isis tuvo una influencia considerable sobre el de la Virgen María.

En el proceso de cristianización de la sociedad romana, existen numerosas crónicas que nos hablan de cómo el pueblo romano, ya cristianizado, no abandonaba el culto a la “Madre de Dios”, Isis, y lejos de quebrar sus imágenes lo que hacía era cambiarles simplemente de nombre.

El cristianismo adoptó el culto a Isis “Diosa de la maternidad” asimilándola a la Virgen María, cuyas maternales y protectoras imágenes están inspiradas en su iconografía. . Sus devotos pasaron de sus brazos a los brazos de la Madre Cristiana. Sus estatuas fueron respetadas y muchas de ellas sirvieron para representar a la Madre de Cristo. Aún ahora, cuando los fieles desgranan las palabras de la Letanía Lauretana, los nombres de Isis se enredan con el incienso y se hacen barcos de fe. Reina del Cielo, Arca de la Alianza, Diadema de la Vida, Estrella del Mar, Nuestra Señora… Las letanías a Isis y a María son idénticas, no podemos distinguir unas de otras.

Esta idolatría tenía otra coincidencia importante con la sociedad católica actual y es el vestir a las imágenes; en la antigua Egipto, las imágenes de la diosa Isis eran vestidas con lujosas vestiduras y ostentosas joyas. Incluso había personas dedicadas en exclusividad a estos menesteres. No tienes nada más que acercarte a cualquier iglesia católica de tu localidad y ver a cualquier “Virgen”, cómo está vestida y enjoyada, e incluso perduran las llamadas “camareras” que son las encargadas de vestir a las imágenes.

Las Vírgenes Negras son consideradas antiguas imágenes de Isis, adaptadas al ritual católico posteriormente. Es cierto que el papel de la Virgen Maria como una figura de la madre misericordiosa tiene paralelos con la figura de Isis, pero el hecho de que se suplanten cultos e imágenes sólo afecta a la forma, no al fondo. El culto a María, al contrario que el de Isis, pasó a ser de todo el pueblo, no de unos cuantos iniciados . El pueblo necesita expresar sus emociones, necesita suplicar a su ídolo que le cure de aquella enfermedad de difícil solución, que le provea de fertilidad, en definitiva, que le saque de su penosa situación y el avatar de Maria , madre de la misericordia se globalizo para generar esta función. Todos somos sus hijos.

EVOCACIÓN A ISIS
“Ven, ven, ven…
Ven en Paz, Señora de la Paz
Levántate en Paz
Yérguete en belleza,
Diosa de la Vida,
Hermosura de los Cielos
Aquella que trae la paz al firmamento.
Los cielos están en paz.
Ó Diosa Magnífica
Hija de Geb
Hija de Nut
Diosa de muchos nombres
Todos te loan
Todos te loan
Yo te loo en esta noche
Y pido que me concedas armonía, alegría y equilibrio”

CURIOSIDAD : Isabel, según algunas interpretaciones procede del latín “Isis Bella”

FUENTES:
WIKIPEDIA
Flamenco-world

https://santuariodelalba.wordpress.com/2015/05/14/la-diosa-isis-fuerza-fecundadora-de-la-naturaleza/

lunes, 29 de mayo de 2017

EL REY SALOMÓN: Alquimista, mago e iniciado

EL REY SALOMÓN: Alquimista, mago e iniciado
Gustavo Martínez Correa 

En su artículo La geometría secreta del Templo de Salomón, Manuel Figueroa nos dice acerca del rey que mando erigir el colosal Templo de Jerusalén: "El interés por el conocimiento de la forma o la estructura del templo es, en realidad, el interés por el conocimiento hermético de Salomón que personifica la sabiduría de la Tradición de todas las edades.

De acuerdo con el Talmud -recopilación de la tradición oral judía y base de la religión judía ortodoxa-, Salomón era experto en Cábala. También tenía profundos conocimientos de Alquimia y Necromancia y era capaz de controlar demonios elementales, obteniendo de ellos buena parte de su sabiduría.

En su Claviculas Salomonis o Claves del Rey Salomón trabajo en el que presumiblemente se exponen los secretos mágicos obtenidos por Salomón y empleados por él en la conjuración de espíritus- se arroja luz sobre los rituales iniciáticos masónicos.

McGregor-Mathers, fundador de la Golden Dawn, reconoce la posibilidad de que se tratara de un mago en el más amplio sentido de la palabra. Hipótesis que basa en las afirmaciones del historiador judío Flavio Josefo, quien hizo especial mención a los trabajos mágicos y dotes sobrenaturales de este rey. Todo lo cual se encuentra asimismo reflejado en muchas tradiciones orientales que subrayan, entre otras muchas, las facultades mágicas de Salomón, como se indica frecuentemente, por ejemplo, en Las mil y una noches. Pero este misterios monarca encierra aún más sorpresas.

Así por ejemplo, los alquimistas medievales estaban convencidos de que conocía los procesos secretos de Hermes Trismegisto y que, gracias a ellos, llegó no sólo a multiplicar los metales, sino también a fabricar la piedra filosofal. Y se dice también que Salomón sabía cómo controlar la "esencia incorpórea del espíritu universal", conocimiento que lo habría asistido en la construcción del Templo.

Por otro lado, y de acuerdo con los antiguos rabinos, Salomón habría sido, paralelamente, un iniciado de las escuelas mistéricas, siendo su templo un lugar de iniciación. 

Tanto las gradas como los pilares situados a ambos lados del pórtico, los querubines babilónicos y todo el arreglo de las alcobas indican, de hecho, que el templo habría sido erigido de acuerdo a patrones tomados de Egipto.

Michel Lamy nos recuerda en La otra historia de los templarios que Salomón hizo también erigir unos santuarios para unas "divinidades extranjeras". Consagró en particular unos templos a Astarté, "la abominación de los sidonios" y a Milkom, "el horror de los amonitas".

Según el canon místico, siempre han existido sobre la Tierra una serie de hombres santos que han accedido al trato íntimo con la deidad.

De ellos, el que alcanza la posición más alta entre sus contemporáneos es el "polo" de su época, siendo los demás intermediarios. El "polo" es un individuo misterioso que, desconocido y nada conspicuo, se mezcla con la humanidad. Como un atractor extraño alrededor del cual todo converge, en él se encarna el significado y el espíritu de una época. ¿Pudo ser Salomón el "polo" del judaísmo? 

El templo de Salomón y su enigmático arquitecto

En el seno de la primera monarquía terrestre se elevó el primer templo a Dios. La Biblia recoge claramente las tradiciones según las cuales fue el propio Yahvé -al que identificaban como Dios- quien, en última instancia, ordenaba cuándo, quién y cómo se había de construir el Templo.

Así, en el Libro Primero de las Crónicas, el rey David declaraba: "Oídme, hermanos míos y pueblo mío: había decidido en mi corazón edificar una casa donde descansase el Arca de la Alianza de Yahvé y sirviese de escabel de los pies de nuestro Dios. Ya había hecho yo preparativos para la cosntrucción, pero Dios me dijo: "No edificarás tú la Casa a mi nombre, pues eres hombre de guerra y has derramado sangre".

Para esta misión, de entre todos los hijos de David Dios elegiría a Salomón: "Y Él me dijo: "Tu hijo Salomón edificará mi Casa y mis atrios, porque le he escogido a él por hijo mío y yo seré para él padre".

Y así fue. Cuando Salomón quiso alzar el templo, pidió ayuda al rey de Tiro, Hiram, ya que tal edificación requería un arquitecto experimentado en las técnicas y conocedor de la doctrina secreta de los números y de las formas.

De ahí que el monarca enviara a Hiram-Abiff el fundidor, para que se hiciera cargo de la sagrada obra. Pero como en todas los hechos acaecidos en épocas remotas, en los que no se sabe muy bien donde termina la historia y donde comienza la leyenda, las circunstancias iniciales no están nada claras.

Michel Lamy, en su obra La otra historia de los templarios nos dice que "fue sin duda edificado hacia el año 960 a.C., al menos en su forma primitiva. Salomón, que deseaba construir un templo para mayor gloria de Dios, había establecido unos acuerdos con el rey fenicio, que se había comprometido a proporcionarle madera (de cedro y de ciprés).

Éste le enviaría también trabajadores especializados: canteros y carpinteros reclutados en Guebal, donde los propios egipcios tenían por costumbre reclutar a su mano de obra cualificada. El templo se elevó en el monte Moriah y su construcción tardó siete años. Fue uno de los edificios más sagrados que jamás hayan existido en la Tierra.

La geometría secreta con la que fue erigido por Hiram había sido heredada por el propio arquitecto, cuyo probable origen es develado por Heckethorne en su libro Las sociedades secretas de todos los tiempos y países.

Según Heckethorne, Hiram habría sido descendiente directo de la línea de Caín, lo cual podría explicar la creencia de que el templo había sido realizado por demonios -o elementales- sobre los que tanto Hiram como el propio Salomón ejercían cierto control. Pero ocurrió que la esposa del rey Salomón se enamoró de Hiram, el arquitecto del templo, éste cayó en desgracia ante los ojos del rey y, finalmente, murió asesinado.

Esto no quiere decir que el rey tenga algo que ver con tal asesinato. Sin embargo, antes de morir dijo Hiram que tendría muchos descendientes que completarían su trabajo, es decir, que construirían otros templos.

Y, en este sentido, son muchos los estudiosos que están convencidos de que esos descendientes fueron los templarios, ya que ellos mismos se consideraban los arquitectos y custodios de la "fórmula secreta".

De cualquier forma es esta una cuestión muy confusa también, pues dice Michel Lamy al respecto: "El arquitecto Hiram, según la leyenda, murió a manos de unos compañeros celosos a quienes había negado la divulgación de determinados secretos.

Como consecuencia de la desaparición de Hiram, Salomón envió a nueve maestros en su busca. Nueve maestros, como los nueve primeros templarios, en busca del arquitecto de los secretos". En aquella época se creía que el Templo de Jerusalén unía el Cielo y la Tierra y que los ritos que allí se desarrollaban reforzaban está asociación; por tanto, cualquier desviación en el servicio del templo podía tener consecuencias catastróficas.

El Templo de Salomón, construido en el siglo X a.C., se convirtió así en algo esencial no sólo para la imaginería religiosa judía, sino también para el simbolismo cristiano en siglos venideros. En el 587-586 a.C. fue arrasado hasta los cimientos por Nabucodonosor.

Restaurado alrededor del 500 a.C. por Zorobabel, fue nuevamente destruido, para ser reconstruido una vez más por Herodes "El Grande", no mucho antes del nacimiento de Jesús. El tercer templo fue abatido finalmente por los romanos en el año 70 d.C., ocupando en la actualidad su antiguo lugar la mezquita de la Cúpula de la Roca, en la Explanada del Templo.

Dice Michel Lamy sobre las reliquias que se custodiaban en el Templo: "Si bien la mayor parte de los objetos sagrados habían desaparecido en el momento de las diversas destrucciones, y principalmente durante el saqueo de Jerusalén por Tito, hubo uno que, aún habiéndose volatilizado, no parecía haber sido sacado de allí.

Ahora bien, había sido para albergar dicho objeto por lo que Salomón hizo construir el Templo: el Arca de la Alianza que guardaba las Tablas de la Ley.

Una tradición rabínica citada por Rabbí Mannaseh ben Israel (1604-1657) explica que Salomón habría hecho construir un escondrijo debajo del propio Templo, a fin de poner a buen recaudo el Arca en caso de peligro"... Y continúa explicando: "No parece que el Arca hubiera sido robada con ocasión de alguno de los diferentes saqueos o por lo menos, de ser cierto, fue recuperada, según los textos.

Su desaparición por medio de un robo habría dejado numerosos rastros, tanto en los textos como en la tradición oral. Louis Charpentier nos recuerda a este respecto: "Cuando Nabucodonosor tomó Jerusalén, no se hace ninguna mención al Arca entre el botín. Hizo quemar el Templo en 587 a.C.".

A Charpentier no le cabe ninguna duda acerca de ello: el Arca permaneció en su sitio, oculta bajo el Templo, y los templarios la descubrieron. Esta es una cuestión en la que entraremos en profundidad cuando tratemos los pormenores de la creación de la Orden del Templo. 

El código secreto indescifrable

Según ha escrito Jonathan Smith, recordando antiguas creencias, "la Piedra de la Fundación, como en las construcciones mesopotámicas, es el centro exacto del Cosmos, el eje o polo, y fue sobre esta Piedra donde estuvo Yahvé cuando creó el mundo; de esta Piedra surgió por primera vez la Luz (se entiende que esta luz iluminaba el templo, que fue construido sobre la Piedra y cuyas ventanas estaban diseñadas para dejar salir la luz y no para permitir su entrada); de la superficie de esta Piedra se obtuvo, rascando, polvo para crear a Adán; bajo esta Piedra está enterrado Adán; en esta Piedra ofreció Adán el primer sacrificio; sobre esta Piedra Caín y Abel ofrecieron su fatal sacrificio; de esta Piedra vinieron las aguas del diluvio y bajo esta Piedra recedieron".

Se creía, en efecto, que bajo la roca fluían las aguas subterráneas, fuerzas del caos que no cesaban de amenazar con engullir el mundo ordenado. La función del Templo era, supuestamente, mantener a raya a aquellas fuerzas.

Han sido muchos los exégetas que han tratado de reconstruir teóricamente la estructura del Templo. Es el caso del franciscano normando Nicolás de Lyre o el filósofo François Vatable. Incluso el mismo Isaac Newton, subyugado por la magia de la visión de Ezequiel donde se apuntaban las medidas del Templo de Jerusalén, hizo alarde de erudición como teólogo, filósofo, físico y matemático exponiendo sus resultados en Solomon´s Temple.

Su intención, dado el carácter simbólico del templo, era conocer su forma para averiguar su significado. Pero ni siquiera un gigante del pensamiento como él, artífice de la Física clásica y de la mecánica celeste, pudo descifrar el mensaje mistérico subyacente en esa misteriosa forma arquitectónica.

Y es que la sabiduría que el rey Salomón plasmó en la construcción del Templo parece estar más allá de las mediciones y los cálculos matemáticos. Los que más se han acercado a esa fuente que inspiró a Salomón son los masones, cuyos rituales dejan entrever un conocimiento esotérico milenario comparable al que configuró el Templo.

Como ilustración de esta herencia espiritual, tenemos los pilares de la masonería, las columnas J y B; columnas de sabiduría y rigor del cabalístico Árbol de la Vida-, que corresponden a los pilares del mismo nombre que sostenían al pórtico del Templo de Salomón y que Hiram-Abiff había hecho forjar en bronce. 

El Templo de Salomón.

Después que el Templo de Salomón sufrió la destrucción, la única pared que quedó del mismo fue transformada por los judíos en el "Muro de los Lamentos". A continuación de la conquista de Jerusalén en el siglo VII DC por los musulmanes, éstos construyeron la mezquita de Omar y el Domo de la Roca en ese lugar, existentes aún. En la foto de la derecha se observa el Domo de la Roca lugar donde estuvo el Templo del Rey Salomón. 

Simbología de un edificio mistérico 

En su tiempo, Salomón fue la personificación de la sabiduría universal, siendo su Templo la "Casa de la Luz Eterna", nombre que algunos exégetas han querido ver en el propio rey: "Sol-om-on". 
De acuerdo con las enseñanzas mistéricas, hay tres templos de Salomón. El primero es la "Gran Casa del Universo", en medio de la cual se asienta el Sol, rodeado de sus compañeros artesanos: los doce signos del Zodíaco.

Tres luces -la estelar, la solar y la lunar- iluminan este templo cósmico. Acompañado de sus planetas, lunas o asteroides, este Rey Divino se pasea con pompa por las avenidas del espacio. Según esta interpretación, Hiram representaría la luz física activa del Sol, mientras que Salomón simbolizaría su refulgencia intelectual y espiritual, invisible pero todopoderosa.

El segundo templo simbólico es la "Mansión" o "Catedral del Alma", una estructura invisible cuya comprensión corresponde única y exclusivamente a un arcano masónico supremo. El misterio de este edificio intangible está encerrado tras la alegoría del "Soma Psychon" o "traje de boda", como lo describió San Pablo, las "Vestiduras de Gloria" del gran sacerdote de Israel o la "Túnica Amarilla" de los monjes budistas. Según esta última interpretación, el alma, creada a partir de una sustancia ígnea invisible, un metal áureo llameante, habría sido introducida por el maestro masón Hiram-Abiff en el molde de barro (el cuerpo físico), conformando el denominado "Mar Fundido".

Así, el Templo del alma humana habría sido construido por tres maestros masones que personifican la sabiduría, el amor y el servicio, y sólo cuando esta operación se realiza de acuerdo con la Ley de la Vida, el espíritu de Dios mora en este lugar sagrado.

El templo del alma así concebido es la verdadera "Casa Eterna" y sólo quien es capaz de erigirlo de esta manera está considerado como un verdadero maestro masón. Estas caractéristicas las reunía en su persona el rey Salomón. 

http://rey-salomon.blogspot.pe/2005/01/el-rey-salomn-alquimista-mago-e.html

domingo, 28 de mayo de 2017

El ANJ de Isis, (☥) símbolo de la vida

El ANJ de Isis, (☥) símbolo de la vida

El dios Horus portando el símbolo anj.

La Cruz Egipcia, el Anj (☥) es un jeroglífico egipcio que significa “vida”, un símbolo muy utilizado en la iconografía de esta cultura. También se la denomina cruz ansada (cruz con la parte superior en forma deóvalo, lazo, asa o ansa), crux ansata en latín, llave de la vida o cruz egipcia.

La importancia del Anj fue tal que varios dioses del panteón egipcio —cuyo principal atributo era la inmortalidad— eran representados portando esta cruz

Origen del símbolo

El anj se relacionó, como símbolo de renacimiento, con la diosa Isis y con su esposo Osiris. Otra hipótesis afirma que la «T» de la parte inferior del «anj» podría representar los atributos sexuales masculinos y el «lazo» al útero o al pubis de la mujer. De esta forma podría simbolizar la reconciliación de los opuestos; o la unión sexual y la reproducción.

En el primer milenio a. C. aparece representado un símbolo que guarda semejanza: el neocananeo (cartaginés) para la diosa Tanit; muchas veces el símbolo de la principal diosa cartaginesa es muy similar al del anj. En el caso del origen del símbolo de Tanit, éste parece representar, esquemáticamente, a la deidad femenina vestida con los brazos abiertos “en cruz”, siendo el círculo sobre la “T” una estilización de su cabeza.

El significado principal de la cruz ansata es la vida, la vida ultraterrena, la resurección y la vida eterna aunque su significado original es objeto de múltiples debates

Aunque se desconoce el origen del símbolo Anj, si se observa la evolución de la escritura jeroglífica egipcia, es probable que el “Anj” tuviera relación con el signo jeroglífico del anillo con sello (šnw). En el Antiguo Egipto, el jeroglífico del sello es posible precedente del cartucho egipcio (šnw), que se utilizó para enmarcar y «proteger» el nombre de los faraones, al encerrar los jeroglíficos de su nombre dentro de él.
Simbología egipcia

En el Antiguo Egipto se relacionó con los dioses (necher) que eran representados portando dicho símbolo, indicando sus competencias sobre la vida y la muerte, su inmanencia y condición de eternos; relacionado con los hombres, significa la búsqueda de la inmortalidad, razón por la cual es utilizada para describir la vida o la idea de vida después de la muerte, entendida como inmortalidad, al principio sólo digna del faraón y, después del Imperio Nuevo, de todos los egipcios al evolucionar sus creencias, tal como se describe en el Libro de los Muertos. El Anj se relacionó, como símbolo de renacimiento, con la diosa Isis y con su esposo Osiris, ya que cuando fue asesinado por su hermano, su esposa lo resucitó mediante la ayuda de Anubis. Varios faraones portaron la palabra “Anj” en su nombre, entre ellos Tut-Anj-Atón (imagen viva de Atón) y Tut-Anj-Amón(imagen viva de Amón).

Otra hipótesis presupone que la “T” de la parte inferior del Anj representaría, estilizados, los atributos sexuales masculinos, mientras que el asa representaría el útero o el pubis de la mujer, como reconciliación de los opuestos; podría simbolizar la reproducción y la unión sexual. Hathor, la diosa de la alegría de vivir y de la muerte, daba vida con ella. En muchos aspectos se corresponde con las diosas Inanna, Ishtar, Astarté, Afrodita y Venus. También se podría comparar el ‘anj’ con un plantador (de ahí el significado de “vida”). El asa recibe el nombre de asidero y la parte superior, un cartucho circular, sería donde iba la semilla para plantarla.

Varios faraones incluyeron este jeroglífico en su titulatura, nombre, o formando parte de susepítetos, como el célebre Tutankamón (Tut-anj-Amón, imagen viviente de Amón).

La cruz ansada egipcia, uno de los amuletos más importantes del Antiguo Egipto, era la representación simbólica de la vida. Una mágica cruz con forma de llave, que portada por los dioses, abría el camino a la Vida Eterna. El sello divino de la Eternidad de los dioses, al que todos los mortales egipcios también querían acceder. Es, de alguna manera, una “llave de la vida” y símbolo de resurrección. En las pinturas de las tumbas, parece ser empleada por las divinidades para despertar a los muertos a la nueva vida. Los bajorrelieves de la 12 dinastía muestra a la diosa Anukit sosteniendo el extremo de la llave o ancla junto a las fosas nasales del rey Usertesen III

Combina los símbolos de Osiris y de Isis, y es el símbolo de la “Inmortalidad”. La diosa de la vida lleva en su mano el símbolo de la vida. Cuando no lo lleva, es su mano -sus manos- las que lo dibujan en el aire. El ANJ que porta Isis es un espejo de cobre, considerado como el metal del cielo que captura la luz.

Es también una correa de sandalia, vista desde arriba, porque los antiguos egipcios pensaban que la vida era el poder de retener la luz del origen y de dar camino a los pies. Elaboraciones esotéricas posteriores lo identificarán con el símbolo del cobre, el metal de la diosa del amor, Ciprina. Curva y cruz que misteriosamente –mistéricamente- se constituirán en la planta y paradigma de la catedral gótica ese templo de la Madre, la Madre misma.

El Anj

El anj se relacionó, como símbolo de renacimiento, con la diosa Isis y con su esposo Osiris. Otra hipótesis afirma que la «T» de la parte inferior del «anj» podría representar los atributos sexuales masculinos y el «lazo» al útero o al pubis de la mujer. De esta forma podría simbolizar la reconciliación de los opuestos; o la unión sexual y la reproducción.
Evolución del uso y la forma del “anj”

Símbolo astronómico y astrológico de Venus, símbolo alquímico del cobre, ha derivado en la actualidad como simbolo del sexo femenino, la mujer.

El significado principal de la cruz ansata es la vida, la vida ultraterrena, la resurección y la vida eterna aunque su significado original es objeto de múltiples debates

La cruz egipcia comenzó a ser vista como una especie de llave que, más adelante se convirtió en el amuleto perfecto con el que los muertos podrían abrir las puertas de la muerte y alcanzar la vida eterna. Por ello, era común colocar una de estas cruces sobre los labios del muerto, especialmente cuando se trataba del faraón, considerados divinos en la intrincada jerarquía egipcia.

Es, de alguna manera, una “llave de la vida” y símbolo de resurección. En las pinturas de las tumbas, parece ser empleada por las divinidades para despertar a los muertos a la nueva vida. Los bajorrelieves de la 12 dinastía muestra a la diosa Anukit sosteniendo el extremo de la llave o ancla junto a las fosas nasales del rey Usertesen III

Un símbolo similar se utilizaba para representar a la diosa romana Venus. Este símbolo, llamado “espejo de Venus”, parece estar más relacionado con el útero.

En astrología el mismo símbolo se emplea para representar el planeta Venus, en biología para hacer referencia al sexo femenino, y en alquimia para el cobre.

En un sentido macrocósmico, El Ankh puede representar el Sol, el Cielo, y la Tierra. El círculo superior, sería el Sol. La línea horizontal la Tierra. Y la línea vertical, el Cielo. La línea vertical comunica y pone en contacto a la Tierra y sus seres mortales con el plano superior y ascendente del Cielo, el cual termina en el nudo mágico u óvalo del Sol.

La adoración del Sol en Egipto, así como en otras culturas ancestrales, como las precolombinas de América, está relacionada con el dios del oro y del fuego.

Parecido al Anj, el simbolo de la diosa Demeter y de la Agricultura

Roma, bajo formas cristianas, fué el relevo de las religiones paganas de Egipto y después de Grecia.
Cuando decimos Roma, nos estamos refiriendo tanto a la época anterior a la oficialización del cristianismo, como a la época posterior, ya que los sustratos esenciales e iconos religiosos fueron los mismos, solo que ahora barnizados de cristianismo. A partir de la llegada del cristianismo, alrededor del siglo II d.C., con la difusión del cristianismo en el Valle del Nilo, se produjeron sincretismos: uno de ellos fue la adopción por parte de los primeros cristianos egipcios (conocidos como coptos) ) del símbolo “anj” como una modalidad de cruz cristiana.

Las misiones de monjes cristianos que desde el siglo III partieron desde Egipto difundieron, muy probablemente, el antiguo símbolo hacia lugares distantes. Así se habrían originado la cruz irlandesa, por una parte, y la cruz armenia por la otra, ambas con un círculo en el centro.
Relieve copto: “cruz con asa”.

Hoy la cruz de Anj es reconocida en la simbología egipcia, y no solo como símbolo cósmico de la vida, del universo , de la reencarnación o del encuentro entre el mundo espiritual o el mundo terrenal.

En un sentido macrocósmico, El Anj puede representar el Sol, el Cielo, y la Tierra. La cruz egipcia, en forma de “árbol de la vida eterna”, está situada en el centro místico del Cosmos. El círculo superior, sería el Sol. La línea horizontal la Tierra. Y la línea vertical, el Cielo.
La línea vertical comunica y pone en contacto a la Tierra y sus seres mortales con el plano superior y ascendente del Cielo, el cual termina en el nudo mágico u óvalo del Sol.

Es un puente o escalera por la que las almas se prolongan hacia la Eternidad. Es una conjunción de contrarios, porque chocan el Cielo contra la Tierra. También tiene el sentido del encuentro entre lo masculino y lo femenino. Y es la conjunción entre el elemento activo y el pasivo. Conjunción entre lo positivo y negativo, lo superior e inferior, y entre la vida y la muerte.

En su sentido microcósmico, la cruz Anj puede considerarse también como un nudo mágico que forma una combinación de elementos que originan un individuo, lo que ratifica su carácter de signo vital. El óvalo o Sol representa la cabeza, la línea horizontal los brazos y la línea vertical el cuerpo. Se relaciona también con el Sexo y la fertilidad. Donde el sexo femenino sería representado por el óvalo y el masculino por la línea vertical. Desde el principio de la vida, emanada por el dios Sol, surge una estirpe divina prolongada y evolucionada a través de la reproducción sexual.

En el mundo de la Magia y de los rituales ocultos, el amuleto Anj es también conocido como “La Cruz de Venus”, y está asociado a la reproducción sexual y la vida, y postula que al portar ese mágico objeto, pretende conseguir una capacidad de reproducción; se trata de la “Multiplicación” de posibilidades, bienes, dinero, etc…

Venus, el planeta de la sensualidad, del sexo, y de la reproducción, queda ligado a la cruz Ankh. Ankh es el árbol de la vida, pero no en su sentido espiritual, sino físico, ya que en realidad es el “Arbol fálico de la vida”.

https://santuariodelalba.wordpress.com/2016/09/24/el-anj-de-isis-simbolo-de-la-vida/

sábado, 27 de mayo de 2017

Los Instrumentos de la Masonería


La Masonería es una sociedad iniciática en la que se encuentran las diferentes escuelas de pensamiento y concepciones de la vida. En primer lugar, el carácter iniciático significa que el ingreso en Masonería, el paso a los diferentes grados y el trabajo masónico en general, obedece a unos rituales o ceremonias precisas que tienen un significado simbólico.

El efecto, la vivencia de cada masón, será diferente ante la misma ceremonia, y eso es precisamente lo que se pretende: que cada cual reflexione y estudie según su estilo, aportando su versión para el conocimiento de los demás. El carácter iniciático de las enseñanzas es tan antiguo como la Humanidad, y la Masonería mantiene esas viejas tradiciones.

En los rituales masónicos no hay nada de magia o de irracionalidad, tienen un significado básico que se explica a los Iniciados, y a partir de esa base cada uno enriquece o desarrolla las diferentes aplicaciones que desee. El trabajo masónico intenta provocar en sus participantes una toma de conciencia de los problemas y cuestiones que se plantean, en todos los órdenes del mundo. A continuación les pide honda reflexión acerca de lo que cada uno entiende como soluciones o conclusiones, tratando de verlas desde diferentes concepciones o puntos de vista.

Se trata de fomentar el libre análisis y el desarrollo de la propia conciencia.

La Masonería no pasa a una acción inmediata -salvo cuando se trata de una ayuda o acto de fraternidad concreto-, sino que cada masón, como ha quedado dicho, aporta su progresivo enriquecimiento al medio en el que ser desenvuelve. Por eso, el ritmo de trabajo masónico tiene unas pautas de reflexión y lentitud que facilitan el análisis y buscan causas profundas.

El trabajo masónico tiene dos vertientes, una filosófico-simbólica y otra social, ambas necesarias. Puede ser que un masón concreto prefiera inclinarse más por un aspecto que por otro, pero cada cual es libre de aportar los trabajos que prefiera.

La Masonería ha sido criticada por su secreto. En realidad, la Masonería no es una sociedad secreta -el hecho de que estés leyendo estas líneas así lo prueba-. Son conocidos nuestros principios, estatutos y objetivos. En lo que si se mantiene el secreto es en los rituales y formas de trabajar. El significado de este secreto, que por otra parte se encuentra publicado en numerosos libros de acceso a cualquiera, es el símbolo de que la obra de transformación y perfeccionamiento humano debe ser llevado a cabo en el interior, en la reflexión y conciencia.

Por otra parte también son "secretas" las reuniones de Consejos de Administración de empresas, de órganos de dirección de partidos políticos, etcétera. Que después de sus reuniones estas entidades celebren ruedas de prensa no significa que se cuente efectivamente todo lo ocurrido y planeado.

Ningún masón está obligado a guardar secreto de su pertenencia a la Masonería, pero tampoco está obligado a reconocerlo si es interpelado, pudiendo negarlo si así lo estima conveniente o lo prefiere. Lo que no debe hacer ningún masón es contestar a decir si otra persona lo es, por respeto a la libre decisión de cada uno a afirmarlo o desmentirlo.

El sistema de diferentes grados dentro de la Masonería, que llegan al 33º en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, también utilizado por "El Derecho Humano" no desmiente la igualdad de los masones. En el sentido iniciático ya descrito, se considera que el acceso a nuevas capacidades de reflexión y actitud masónica debe ser marcado por el paso a un nuevo grado, marcado por un ritual especifico. El Grado Superior tiene nuevos derechos, pero también y sobre todo nuevos deberes, dentro del trabajo masónico.

De esta forma, se avanza gradualmente en el conocimiento simbólico y filosófico. Pero no hay que olvidar que la Iniciación es obra de la vida entera, y que todo francmasón continua siendo, simbólicamente, un Aprendiz, abierto a todo y a todos.

El funcionamiento interno de la Masonería es democrático, como lo fue durante siglos, aún antes de que la democracia llegara a la vida política. El sufragio libre y secreto se aplica en las elecciones anuales para todos los cargos, en la admisión de nuevos masones, en los Congresos generales de cada Obediencia, en la toma de decisión sobre cuestiones administrativas, etcétera.

Cada masón conoce sus derechos y deberes por la Constitución, estatutos y reglamentos de su Obediencia, Federación o Jurisdicción, o Logia.

http://www.derechohumanoecuador.org/los-instrumentos-de-la-masoneria

viernes, 26 de mayo de 2017

La imagen que la gente tiene de la Masonería

La imagen que la gente tiene de la Masonería
 Ricardo Serna 


Hace dos semanas, tres veinteañeras universitarias hablaban animadamente entre ellas en el interior del tranvía, mientras se desplazaban hacia el campus poco antes de las nueve de la mañana. Yo viajaba en el mismo convoy, muy cerca de ellas, y todos íbamos casualmente al mismo sitio: a la universidad. De pronto, una dijo a sus amigas que su profe de Contemporánea —de Historia Contemporánea, quiso decir— le había encargado hacer una reseña sobre un libro de contenido masónico. ¿Ma… qué? —interrogó otra, como preguntando qué diantre era eso de la Masonería—. Y entonces, la tercera aclaró a las demás que la Masonería era «una organización secreta que, durante la República española, hacía misas negras y perseguía a los curas y las monjas». Textual.

Debemos explicar que las chicas eran cultivadas y bien educadas, pero en absoluto se las veía finolis ni meapilas; eran chicas normales y corrientes, ubicadas probablemente en familias de extracción media.

Inmediatamente, la primera matizó la definición dada por su compañera puntualizando que la Masonería no era exactamente eso, sino más bien «una secta de anticlericales y gente de extrema izquierda». También textual.

Apenas les dio más tiempo para recrear nuevas definiciones del término; el tranvía llegó a la parada de la plaza de San Francisco y allí nos apeamos los cuatro. Ellas, unos metros por delante de mí. Y el caso es que, a pesar de mi discreción habitual, no pude por menos que acelerar el paso para alcanzarlas y decirles que la información que tenían de la Masonería no era fiable; incluso les aconsejé que leyesen un libro genérico acerca de la historia de la Orden, escrito por un reconocido historiador del tema.

Me miraron extrañadas al principio, con cierta prevención, como quien no se fía del tipo extraño que inopinadamente las aborda y se mete donde no le llaman. Comprensible. Luego, cuando percibieron mi buena intención, cambió la actitud de las jóvenes, y hasta me dieron las gracias al final por mi repentina intervención. Fuimos los cuatro juntos hasta el pórtico del campus y allí nos despedimos con simpatía y cordialidad.

Contamos esta reciente anécdota porque resulta sorprendente que todavía hoy, con medio siglo casi de sistema democrático a las espaldas, un gran porcentaje de universitarios de este país tengan, de la Francmasonería, la misma o parecida imagen que se podía tener de ella, en los círculos conservadores, en 1935. Entonces, la media España tradicional y católica sí tenía determinados motivos para contemplarla negativamente desde el subjetivismo, pero parece sorprendente que a fecha de hoy se siga opinando igual de esta institución con tanta raigambre en buena parte del planeta.

No vamos a negar que cada vez son más los españoles informados y leídos, pero no nos engañemos: la mayor parte de nuestros conciudadanos sigue creyendo que la Masonería es una cosa bien antigua, rara y secreta, cuando no siniestra y complotista, contraria en cualquier caso al poso cultural judeocristiano que conforma las raíces históricas de las sociedades europeas occidentales.

Se reconozca o no, desde la calle aún se identifican las logias con las épocas de republicanismo, sobre todo con la II República y los umbrales de la guerra civil, y se asocia siempre a los masones con movimientos antimonárquicos o insurreccionales proclives al anticlericalismo iconoclasta.

Es verdad que algunas logias y obediencias de antaño mantuvieron furibundas posturas anticlericales; y que algunos iniciados, afiliados en aquel entonces a partidos republicanos o a sindicatos de signo radical, pudieron coprotagonizar a título individual ciertos episodios lamentables que hoy son mera historia, como la quema de conventos en la Barcelona de la Semana Trágica (entre el 25 de julio y el 1 de agosto del año 1909), o las sacrílegas exhumaciones de cementerios cenobiales en los conventos saqueados en la ciudad condal, en Madrid y en otras capitales de provincia. Está claro que la Masonería, como institución, nada tuvo que ver con estos desmanes u otros episodios similares, aunque la leyenda negra señaló a la Orden del compás y la escuadra como la instigadora en la sombra de algunas de esas atrocidades históricas.

Aquella Masonería que antaño apoyó decidida y públicamente los movimientos republicanos y anticlericales, y que acogió en su seno a miembros radicales del sindicalismo anarquista, fue una Masonería teñida por la nefasta influencia política y el partidismo insolente, convirtiéndose por dichas razones en ágil correa de transmisión de una determinada ideología que acabó por dañar sensiblemente a las logias en el centro neurálgico de su esencialidad. La Masonería se politizó de tal forma que al final hubo de tomar partido. Y lo tomó, ya lo creo que lo tomó. Es posible que la coyuntura política del momento no diese opciones distintas, no lo sabemos con certeza, pero los hechos están ahí. Y de aquellos barros vienen estos lodos. Han pasado tres décadas largas desde que la Masonería regresó a sus aposentos españoles tras el fallecimiento del general Francisco Franco. Y este tiempo debería haber bastado para aclarar las cosas y enviar a los ciudadanos un mensaje sereno, claro y unitario: la Francmasonería no es en realidad lo que se dijo que era, incluso a pesar de las innegables y muy dañinas inclusiones políticas que horadaron sus esencias y su sentido último. Parece inexplicable que una persona culta y joven pueda definir esta Orden a día de hoy como una secta oscura y perversa al servicio de quién sabe qué terribles y extraños intereses. Definiciones peores y más erróneas hemos oído, no obstante, en estos últimos tiempos.

En treinta años, la Masonería ha tenido tiempo de limpiar su emborronada imagen social, de paliar su mala prensa, de romper con el pesado lastre de su leyenda tenebrosa. Pero las ocasiones de hacerlo se han malgastando neciamente por diversas razones. Entre ellas, por la pugna interna desatada, desde antes incluso de 1983, entre las distintas potencias masónicas, al objeto de dominar los horizontes interiores.

Nos parece lícito preguntarnos por qué motivo se piensa todavía que las obediencias masónicas tienen carácter anticlerical, secreto o conspirativo. Es verdad que en democracia se han convertido en asociaciones reconocidas y legales; es cierto que algunos masones, a título individual, han procurado hacerse visibles para explicar las cosas como es debido, pero es obvio que el mensaje adecuado no ha llegado a las calles ni ha calado en el ambiente. El esfuerzo de unos pocos ha sido insuficiente para poner los puntos sobre las íes. Y por otro lado, el hecho de que las logias mal llamadas liberales estén abanderando, desde hace cuatro o cinco lustros, el combate en pro del laicismo, tampoco ayuda demasiado a que la sociedad se desenganche por fin de los viejos clichés. El ciudadano de a pie no asocia a los masones con ideales de presente, y menos aún con retos o proyectos de futuro, sino que los contempla como miembros de una asociación trasnochada sumida en la hojarasca otoñal de nuestro pasado patrio; una institución anacrónica, en cualquier caso.

Nos reunimos con tres iniciados en las logias, uno integrado en la denominada Masonería regular y los otros dos en la liberal. Y los tres, curiosamente, nos expresan su convencimiento de que la institución debe adaptarse al presente buscando la renovación de cuadros y un cambio sustancial en el fondo y la forma del mensaje. «El tiempo de los dinosaurios ya pasó, y lo que toca es replantearse las cosas con ojos de modernidad y de sentido común y trabajar de lo lindo. Y no precisamente —señalan con énfasis— en pro del laicismo o del aborto libre (asuntos extramuros de los talleres que afectan a muchas sensibilidades y fomentan filias y sobre todo fobias, nos explican), sino en la senda de mejora del ser humano, en la construcción del yo íntimo de los iniciados, en la concienciación de que el ser humano es un templo digno de cultivo, de atención y perfeccionamiento».

Cuando ellos mismos se expresan de esta forma y no parecen tener desacuerdos de hondura en lo que dicen, nos parece que convendría reparar esos rotos, o de lo contrario esta organización no hallará el camino franco para volver a ser tomada en serio en este país a medio o largo plazo. La fraternidad debería instruir con ganas a sus nuevos aprendices, tanto cultural como espiritualmente, y enseñarles lo que de verdad significa ser hombres libres y de buenas costumbres. Nada como volver a las raíces para renovarse en condiciones.
Joya masónica de Pasado Venerable

Joya masónica de Pasado Venerable

Los principios elementales del pensamiento masónico siguen sin conocerse. A veces, lo que es peor, ni tan siquiera dentro de las logias. No estaría mal —me consta que a muchos masones les encantaría— que los responsables últimos de las numerosas obediencias y tendencias masónicas que cohabitan en España, que son más de veinte, se sentasen alrededor de una mesa para dialogar, zanjar pleitos intestinos y formar luego un frente común que, reconociendo y respetando las diferencias entre unos y otros, ofreciesen sin embargo una imagen única y sólida a los ojos de lo que se viene llamando «mundo profano», cantera única y frágil de la que se alimenta la institución. No desconocemos que se están dando los primeros pasos en este sentido en el seno de las obediencias liberales, pero son avances lentos y poco aireados, de los que no se percata casi nadie en la sociedad civil.

«Los masones —nos dicen ellos mismos desde su deseo de anonimato— deberíamos mostrarnos, tanto hacia dentro como hacia fuera, como lo que decimos ser: hermanos. Y como tales, enseñar a nuestros conciudadanos los valores intrínsecos de esta fraternidad, que no debe buscar otra cosa distinta al mejoramiento de los individuos. Después, la extensión social de esos valores dependerá de los iniciados en particular, de su quehacer y buen ejemplo como ciudadanos responsables». No podemos estar más de acuerdo. Es preciso que la Masonería se modernice, que abandone por fin los antiguos traspiés y las viejas infecciones nocivas, que deje de agitar banderas que no le son propias y trabaje resueltamente en ese cambio de imagen tan necesario para sus propios intereses.

Que se sepa que los masones no hacen política partidaria ni ideológica, y que no andan por ahí —creemos— persiguiendo curas ni conspirando en el interior sombrío de sus templos, sino laborando por la consecución de fines más constructivos, en especial en pro de las personas y su idiosincrasia moral.

Los tiempos han cambiado, y algunos estudiosos del tema damos por sentado que la Francmasonería también ha mudado sus ideas impropias y ha dejado atrás sus metas inapropiadas y caducas; y si no lo ha hecho del todo aún, estaría bien que concluyese cuanto antes el proceso inevitable de actualización.

Sería deseable, y con esto acabamos, que esas tres simpáticas jovencitas del tranvía consiguieran en breve respuestas claras a su laguna de ignorancia sobre qué es la Masonería, y que no fuera yo precisamente quien tuviera que dárselas.

.·.
Fuente: [En linea] [Consulta: 12/02/2014]

http://mujeresmasonas.org/2014/02/16/la-imagen-que-la-gente-tiene-de-la-masoneria-el-librepensador/

jueves, 25 de mayo de 2017

Astarté, la Diosa Navegante

Astarté, la Diosa Navegante


Bronce tartésico conocido como “Bronce Carriazo”, que representa a la diosa fenicia Astarté como diosa de las marismas y los esteros. El objeto se encuentra en el Museo Arqueológico de Sevilla y es una de las obras tartésicas más conocidas.

ASTARTE es el nombre griego de la principal diosa de la costa ibérica de influencia fenicia, la diosa semítica (Ashtart). Conocida por los sumerios como Inanna, por los acadios como Ishtar y por los israelitas como Asera. Los fenicios, principalmente los que provenían de Tiro, extendieron su culto en la colonia de Gades fundada en torno al 1100 aC. Su culto se extendió rápidamente entre las poblaciones tartésicas, que la aceptaron sin dificultad, gracias al recuerdo aún fresco de la adoración, en el 2º milenio a. C., a una Diosa Madre de la fecundidad.

De acuerdo con el libro The Early History of God, Astarte sería la encarnación correspondiente a la Edad de Hierro (después del 1200 a. C.) de la diosa Ashera, de la Edad de Bronce (antes del 1200 a. C.). Las representaciones pictóricas la muestran a menudo desnuda. Astarté fue aceptada por los griegos con el nombre de Afrodita o, como alternativa, Artemisa.

Astarté representaba el culto a la Madre Tierra y la fertilidad, progenitora de todos los seres vivos, era la diosa de la fecundidad, del amor y la vida, pero también podía serlo de los astros. Con el tiempo se tornó en diosa de la guerra por lo que se consagraban a ella las armas de los enemigos y recibía cultos sanguinarios de sus devotos. Se la solía representar desnuda o apenas cubierta con velos, de pie sobre un león. Sus símbolos eran el león, el caballo, la esfinge, la paloma, y una estrella dentro de un círculo que indica el planeta Venus.

El símbolo más común de Astarté era la luna creciente (o cuernos), de acuerdo a los estudios religiosos erudito Jeffrey Burton Russell , en su libro “El Diablo: Percepciones del mal desde la Antigüedad hasta el cristianismo primitivo” . En el Libro de los Reyes de la Biblia, se nos dice que una estatua de Asera se encontraba en el templo de Yahvé en Jerusalén. y que bajo la denominación de la «Reina de los cielos» (Jer 44,17) se practicaban sus rituales. Posteriormente, con la reforma de Josías, todo lo relacionado con Astarte y otras deidades fue extirpado del culto al formal Yahvé, como primer paso hacia la formación de una identidad propia, que comenzaría en un punto esencial de la nación israelita.

Como el culto a Astarté se basaba en la prostitución sagrada (tanto masculina como femenina), se cree que el nombre Astoret es una forma hebrea del nombre semítico Astarte modificado por los Hebreos con las vocales de la palabra bōshet (‘abominación’) cuando repudiaron el culto a la diosa Asera.

Los dioses principales del panteón fenicio son Baal y Astarté, y que mientras el primero es un dios masculino eminentemente solar, esta última es una deidad femenina identificada con Venus.
La diosa ha sido conocida como el deificado nombre “estrella de la tarde”. De hecho, según relatan los historiadores griegos y romanos de la antigüedad, en la costa sur de España había templos dedicados a una diosa relacionados con Astarté y con el citado planeta. Es posible –aunque no hay evidencias– que la prostitución sagrada también se realizara en la Península Ibérica. Heródoto escribió que la comunidad religiosa de Afrodita se originó en Fenicia y llegó a los griegos a partir de ahí. También escribió sobre el templo más grande del mundo de Afrodita, en una de las ciudades fenicias.

En el célebre yacimiento tartésico de El Carambolo (Sevilla) se descubrió una figura de la diosa, desnuda y tocada con una peluca de estilo egipcio. Data de la 2ª mitad del siglo VIII a. C., y posee una inscripción que aclara su advocación: “Ofrenda que ha hecho Baal Jaton, hijo de Dommelek y Abdibaal, hijo de Dommelek, nigromantes de Astarté, como agradecimiento a Astarté-Ur por haber escuchado sus plegarias”.

El bronce tartésico conocido como “Bronce Carriazo” es una representación de la diosa fenicia Astarté, como diosa de las marismas y los esteros, aunque con el peinado típico de la diosa egipcia Hathor, pero sin las orejas de vaca tan características de esta deidad. Astarté aparece representada en el bronce con túnica de mangas cortas ornada de lirios, y acompañada por dos torsos de aves cuyas alas se unen sobre la cabeza de la diosa. El objeto se encuentra en el Museo Arqueológico de Sevilla y es una de las obras tartésicas más conocidas.

En otro ejemplo, un lobo con las fauces abiertas acompaña a la diosa mater Astarté; en uno de los mosaicos primigenios –cantos rodados- más importantes de la Península ibérica (necrópolis ibérica de Cerro Gil –s. V a.C.-, Iniesta, Cuenca). Dea Mater de la cosmogonía mediterránea –influencia fenicia y griega-, en las advocaciones de Astarté, Tanit, Artemis y Hécate.

Lo más probable es que los pueblos indígenas no contaran con un cuerpo sacerdotal bien estructurado, sino que el contacto con la divinidad debía ser directo, en los santuarios, y el culto de los fieles se reducía a la realización de ofrendas con la intención de obtener un beneficio, salud, protección, etc… En el caso de producirse, los sacrificios se reducían a la inmolación ritual de pequeños animales, como las palomas ofrecidas a Astarté.

Las ofrendas podían consistir en alimentos, libaciones rituales de líquidos (leche, aceite, miel…) o quema de incienso, como demuestra el hallazgo de pebeteros y quemadores con imágenes de divinidades. Sin embargo, lo más habitual era la ofrenda de exvotos.

Astarté de La Galera.

Este carácter de ofrenda es también evidente en la Astarté encontrada en la Tumba de la Galera, la antigua Tutugi (Granada). Esta hermosa figura, enmarcada por dos esfinges, tiene una abertura en la cabeza y los pechos, con orificios, se apoyan en un cuenco. Los fieles vertían sus libaciones en la cabeza, y el líquido surgía de los senos, llenando el cuenco.

Estrabón, en su libro III, habla de una serie de santuarios a lo largo de la costa de Cádiz, que pueden identificarse con templos de navegantes que profesaban su culto, por lo que se habla de que en Hispania, Astarté era considerada protectora de los marinos. Desde las costas, las influencias llegarían por el interior hasta las provincias de Extremadura, Ávila y Salamanca.

Los motivos de la desaparición del pueblo de los Tartessos, ocurrida en el siglo VI a.C., siguen siendo una incógnita para los historiadores. Independientemente de las causas de su final, a partir de esa fecha la gran influencia fenicia de Astarte se ve superada por la diosa Tanit cartaginesa.
En la actualidad, perviven las peregrinaciones a los lugares de culto de la diosa Astarté, donde en la época fenicia había algún templo en su honor. Es el caso de la peregrinación del Rocío a las marismas de Huelva. Y es que cuenta una leyenda sevillana, que Hércules se enamoró de Astarté. La diosa se escondió en un lado del río Guadalquivir, pero Hércules se equivocó y la buscó en el lado contrario. Entonces Hércules fundó Sevilla, y Astarte fundó Triana en su lado del río.

FUENTES:
Wikipedia
VÁZQUEZ HOYS, Ana Mª; Diana en la religiosidad hispanorromana I Fuentes. Las diferentes diosas. UNED; Madrid, 1995.
Dioses y ritos en la antigua España – Mitología – Esfinge núm 2 – Mayo 2000 José Carlos Fernández http://www.editorial-na.com/articulos/articulo.asp?artic=7
Jeffrey Burton Russell. The Devil: Percepciones del mal desde la Antigüedad hasta el cristianismo primitivo . (Cornell University Press, 1977).
ALVAR, Jaime (coord). Entre fenicios y visigodos . Ed. Esfera de los libros. Madrid, 2008.
-BENDALA, Manuel. Tartesios, iberos y celtas . Ed. Temas de Hoy, 2000.
-BENDALA, Manuel. La Antigüedad: De la prehistoria a los visigodos . Silex ediciones, 1990.
-BLÁZQUEZ, José María. Religiones, ritos y creencias funerarias de la Hispania prerromana. Ed. Biblioteca Nueva, 2001.

https://santuariodelalba.wordpress.com/2014/04/20/mitologia-fenicia-astarte-la-diosa-navegante/

miércoles, 24 de mayo de 2017

"El Ancla": Detalles y Simbologia Masónica

"El Ancla": Detalles y Simbologia Masónica

El primer lugar que el iniciado ve "El Ancla" en Masonería es en el Tablero de Trazo o Tablero Trazado del Primer Grado (Aprendiz). 

Es allí y entre distintas figuras donde el Aprendiz Francmasón puede observar y comenzar a descubrir en su mente el mensaje que nos presenta nuestra Orden. 

Las herramientas que vemos en el Tablero Trazado, nos indica que en el primer grado debemos utilizar esos elementos para tallar nuestra piedra, y que dicho trabajo debemos hacerlo bien, porque dentro de nuestro ser tenemos alguien que nos vigila y es nuestro "Maestro", que no es nadie mas que nuestra propia conciencia que nos irá diciendo y llamando al orden si algo no hacemos en la forma correcta. 

Para interpretar el simbolismo es posible que nuestra mente visualice "El Ancla" en la proa de un barco y comience a pensar los fines que tiene o por qué lo llevan las embarcaciones. 

Descubierta su simbología, el iniciado en Masonería deberá comenzar en su persona el proceso de ponerlo en práctica en su vida Masónica. 

Nuestro I.P. y Q:.H:.Alberto Gallatin Mackey (e.e.o.e.) nos dice que: "El Ancla" es un símbolo de "esperanza" y que aparentemente no ha existido en el simbolismo antiguo o clásico. 

La Esperanza fue representada entre los antiguos, en la forma de una mujer erguida teniendo parte de su vestimenta en su mano izquierda y en su mano derecha una copa o taza con la forma de una flor. 

"El Ancla", como emblema de esperanza, tiene un aparente origen cristiano de firmeza, esperanza y paciencia, y se cree que veían la vida como un viaje tempestuoso y estaban alegres cuando llegaban a buen puerto". "El Ancla" era para ellos un símbolo de esas sensaciones y fue encontrado en las tumbas de las catacumbas de Roma. 

La idea de utilizar su simbología fue probablemente debido a las palabras de San Pablo (Heb.v.19) "...tengamos un ancla segura en el alma para mantenernos firmes en nuestros propósitos." y que de allí fue tomado el ancla como "símbolo masonico". 

Mackey nos dice que el ancla se encontró en muchas tumbas que fueron talladas por hermanos del fallecido como una expresión de confianza de que, quien había muerto "alcanzó el cielo del descanso eterno" 
(Kip, Catacombs of Rome, página 112). 

Existe también la versión que hay una conexión entre un ancla y una nave, y por lo tanto, la simbología sería que "el ancla es el símbolo de seguridad y esperanza de buen viaje para llegar a buen puerto al final de la vida". El barco o nave lo deberíamos considerar en Masonería como que cada uno de nosotros tiene en su interior "su arca de Noé" y que podríamos flotar en medio del diluvio y estar seguros de alcanzar la meta aunque las circunstancias nos hubieran abrumado. 

Esta simbología fue introducida en Masonería, ante el carácter universal que nuestra Orden requirió de cada uno de nosotros en declarar que teníamos nuestra Fe bien fundada en un Ser Superior (G.A.D.U.) en la ceremonia de Iniciación. 

Con el pensamiento emblemático de ese "arca divina que el Masón lleva en su ser interior, que le permitirá estar tranquilo en todo mar tempestuoso aunque encuentre apuros e incertidumbres contando con ese ancla de seguridad que es su Fe, que le sujete y mantenga con firmeza en el puerto de la paz de su conciencia, y que cesen las preocupaciones y el agotamiento que produce la incertidumbre del viaje que nos espera y debemos hacer al Oriente Eterno... a ese mas allá de nuestro Ser, conocimiento y comprensión". 

Por ello en Masonería, las enseñanzas están relacionadas a mejorar nuestras actitudes, comportamiento y mejor vida, y para que estemos preparados para afrontar con total confianza ese paso que debemos hacer hacia un desconocido estado en nuestro viaje a la eternidad. 

Interpretemos El Ancla como un emblema que nos sugiere mantenernos en aguas tranquilas, estabilizados en una "esperanza bien fundada", de una vida bien llevada, y vivida con dignidad, honor y amor. Llevemos ese arca divina que albergamos en nuestra conciencia, con total seguridad en todos los mares que navegamos en la vida aunque encontremos olas bravas, tempestad e incertidumbre. 

El ancla que vemos en la Luz que se eleva desde el Ara en el tablero de trazo o trazado, nos indica que debemos estar firmes y tener seguridad en nuestro trabajo y desarrollar cada vez mas nuestros principios y valores, en una ruta pacífica y segura de nuestras convicciones en el acercamiento a la virtud, actuando siempre siguiendo y respetando los valores y cuanto nos brinda el Libro Sagrado de nuestra Fe sobre el que hemos hecho nuestro Juramento Masónico.

http://rey-salomon.blogspot.pe/2005/01/el-ancla-detalles-y-simbologia-masnica.html

martes, 23 de mayo de 2017

Cómo impedir el retroceso de los Derechos Humanos.

Cómo impedir el retroceso de los Derechos Humanos.
 Ricardo Fernández

En los temas sociales, y más en este de los Derechos Humanos, es conveniente para saber cómo actuar acotar bien de qué se está hablando, aclarar errores en su concepción y ser conscientes de cómo hemos llegado a esta situación para proponer algunas ideas de actuación.

Un primer error respecto a los “derechos humanos” es considerar que estos existen y son intrínsecos al hecho de ser persona; un segundo error es considerarlos inmutables, de modo que un recorte o eliminación se considera como un ataque a la dignidad de las personas; y un tercer error, como consecuencia del anterior, es pensar que son consustanciales y forman eso que se ha dado en llamar “la dignidad humana”.

En el primer caso, los que piensan que los “derechos humanos” existen como parte del ser humano olvidan que los que hoy consideramos como tales no lo han sido en la inmensa mayoría de las sociedades hasta fechas muy recientes -y aún no lo son en bastantes-, ni ha abarcado a todos los seres humanos. Para empezar, no consideraba a las mujeres, ni a los extranjeros a la “polis” (los bárbaros), ni a los vasallos, o a los que no tenían una determinada renta… Hay tantas excepciones en la consideración de los “derechos humanos”, que considerarlos asociados al hecho de ser persona es exagerado.

El segundo error, el considerarlos inmutables, olvida que los “derechos humanos” se han modificado a lo largo del tiempo. De las primeras normas sobre el “derecho de gentes” del derecho romano hasta la Declaración Universal de 1948 se han sucedido los “derechos del hombre y del ciudadano”, “de la mujer y la ciudadana”, “del niño”, etc., de modo que hasta los que actualmente conocemos ha habido una continua modificación y mejora. Por otro lado, su “inmutabilidad” supondría que están predeterminados, que se derivan de una supuesta ley natural al margen de la sociedad. Es el iusnaturalismo como explicación circular.

El tercer error, que considera la aparición del “género humano” como la aparición de los “derechos humanos”, olvida que éstos son un constructo del Derecho, que “los derechos no son algo que exista ya dado en la naturaleza y que nosotros nos limitemos a descubrir, como los cromosomas o los continentes. Los derechos los creamos mediante nuestras convenciones. Así que la pregunta relevante no es ¿qué derechos tiene tal criatura?, sino ¿qué derechos queremos que tenga?[1]

Si los “derechos humanos” son un largo proceso que se inician con la Revolución Francesa, luego con los movimientos del socialismo utópico y los feministas del XIX, en que las conquistas se logran muy poco a poco, hoy, el ataque viene, principalmente, por el debilitamiento de sus principios ideológicos manifestados en la aceptación del lenguaje del adversario.

Cuando se da por cierto y bueno que existe la “libertad de mercado”, que la “eficiencia” es la vara de medir, que la “competitividad” es el valor absoluto, que el “crecimiento”, sea a costa de lo que sea, legitima cualquier medida, entonces no puede sorprendernos que se modifique la Constitución en un tiempo récord por quienes han perdiendo su discurso para convertirse en los “gestores amables” de un capitalismo que sólo ha tenido que esperar a que sus propias contradicciones les hiciera caer, y con ellos a todo lo que en más de 150 años de luchas se había construido como derechos sociales y económicos.

Del qué importa que “el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones” al “bajar los impuestos es de izquierdas” se han ido dando un cúmulo de renuncias y complicidades en los que la pérdida de derechos ha sido la consecuencia lógica; pues si los que aceptaban, aún a regañadientes, que había ciertas líneas que no se podían cruzar han visto que quienes tenían que defenderlas eran los primeros en dar por buena la lógica del capitalismo, al ocupar el poder se han encontrado con una ocasión de oro.

Entonces, una parte de esa izquierda, faltos -por propia renuncia- de un lenguaje propio, se lanza a etiquetar de fascistas a las políticas de la derecha. Y ojalá fuera cierto. Así, al menos, tendrían un enemigo fácilmente identificable, al que contestar con el lenguaje social propio que construyó el Estado de Bienestar en el siglo XX, sin esas jerigonzas con que las “terceras vías” de las London´s Schools han deslumbrado a tantos y que sólo han servido para llegar a la anulación intelectual de la izquierda en toda Europa. Que en el caso de España ha llevado a que un ex ministro vea como normal cobrar un millón de euros sólo en dietas en una Caja de Ahorros en bancarrota o a que un Gobierno autonómico nombre Hija Predilecta a la duquesa de Alba.

Pero no son fascistas, por mucho que abusen de medidas autoritarias para acallar las protestas. Son esa mezcla de señorito calavera de la España de “cerrado y sacristía” con el Chicago´s boys de la escuela de negocios. Ojalá fuesen fascistas, al menos tendrían un tinte obrerista. Pero no. El ataque a los “derechos humanos” que vemos en los recortes a la investigación, educación, salud, manifestación, opinión, etc., son los que hace un contable: ¿puedo ganar algo con ello? Lo privatizo. ¿No dará más que pérdidas? Lo elimino. Y eso no es fascismo, es contabilidad pura y dura. Cuenta de resultados. Y en esas circunstancias, para quienes han adoptado el lenguaje y la lógica del “libre mercado” pensar o hacer algo distinto les es imposible. Todo lo más suavizar sus formas, sus tiempos o su alcance. A la larga: nada.

Impedir que los “derechos humanos” retrocedan o desaparezcan exige una acción decidida que cambie las condiciones. Muchos movimientos en todo el mundo, desde Seattle a Río han marcado algunas pautas, algunas ya muy antiguas, como la tasa Tobin, que aquí, diferentes grupos han hecho suyas tras la “indignación” de un 15M, que los partidos institucionalizados aparentan ningunear, aunque no hace tanto les eran propias.

El cambio, a mi entender, pasa por recuperar un discurso propio, que en lo institucional sea revolucionario, en lo económico alternativo y conservador en lo antropológico y medio ambiental.

Revolución institucional, por la que la libertad de elegir sea cierta y no una lotería sobre propuestas trucadas, hechas a la medida de los intereses personales de las cúpulas políticas para perpetuarse; que la reforma constitucional, la electoral y las listas abiertas y desbloqueadas sean una realidad. Revolución institucional para que los derechos sociales no sean una mercancía, de modo que la ciudadanía sea un hecho cierto siempre y no una excusa electoral. Revolución institucional para que la corrupción no sea un arma arrojadiza, de modo que corruptos y corruptores encuentren abrigo o disculpa entre “los suyos” o “los nuestros”.

Una alternativa a la economía de la acumulación que se ha ido apoderando de lo colectivo y universal para privatizarlo. Una alternativa basada en el bien común, que impida la explotación más allá de los límites de la naturaleza, que evite esa espiral de demanda, consumo, desperdicio que aniquila a marchas forzadas a todo un planeta, para desarrollar un régimen en el que los procesos de producción y distribución permitan el acceso universal a los bienes colectivos, generales y universales en una nueva redistribución de la riqueza.

Y por último, conservadores en lo antropológico y ecológico frente al consumo desmedido, en una recuperación de un discurso ilustrado que nos pide incorporar el pensamiento político y social como reconocimiento de la dependencia recíproca entre los seres humanos y su entorno, pues la Naturaleza ya no marca la vida del hombre sino que éste puede deformarla de tal manera que se convierte a la vez en su verdugo y en su víctima.

Como masones tenemos un lenguaje propio, un liderazgo moral en cada uno de nosotros y una historia de defensa de los derechos que son un valor aglutinante en estos momentos; saquémoslo afuera y ayudemos a construir ese frente común contra la lógica del mercado, en el que confluyan los movimientos sociales que no tengan por único objeto ni única explicación de la vida el valor económico. Colaboremos a construir un modelo social que combine las libertades políticas, sociales y económicas con un parlamento activo y vigilante apoyado en una sociedad adulta y participativa.[2]

He dicho.
Ricardo Fernández.

[1] Creando derechos. Mosterín, Jesús. El País, 29.08.1999

[2] Democracia y sociedad civil, Keane, John. Alianza Editorial, Madrid, 1992.

Cómo impedir el retroceso de los Derechos Humanos. | MASONERÍA MIXTA [En linea] http://masoneriamixta.es/como-impedir-el-retroceso-de-los-derechos-humanos/#.Uu6b6iOPXFo [consulta: 12/02/2014]
http://mujeresmasonas.org/2014/02/17/como-impedir-el-retroceso-de-los-derechos-humanos-masoneria-mixta/